sierra del Pozo, sierra de Cazorla
mayo de 2008
1 día y medio
36 km
2600 m
fresco, viento, inestable
recorrido por sendas de herradura, algunas de ellas muy perdidas
pincha aquí para ver el croquis
track aquí disponible
Acabo de llegar de la Sierra. Ha sido un fin de semana muy bien aprovechado, sobre todo teniendo en cuenta las previsiones de meteo que habían. Éstas daban lluvia e inestabilidad y sólo hemos tenido de lo segundo. Y claro, tener en una primavera como esta un cielo con nubes cambiantes y caprichosas que juegan con la luz limpia, pues eso es un lujo que hay que saber valorar.
Esta salida se enmarca dentro del programa del Club Montañero Murcia y la idea es subir desde el arroyo de la Venta hacia el Cabañas y el Calar de Juana para trasponer a poniente de la Sierra del Pozo. Al día siguiente, la propuesta consiste en pasar por la Cañada de las Fuentes y remontar hacia el collado Trabino para hacer la cuerda de los Agrios. Tengo que agradecer personalmente a Ángel del Barrio, más conocido como Sansón, la inestimable ayuda que me permitió diseñar este recorrido. Muchas gracias pues.
Salimos el sábado casi a las 12 por temas de logística ya que hemos dejado unos coches en el Puerto de Tíscar previendo nuestro descenso del Rayal por el Pecho de las Ardillas. Pero no pasa nada aunque sean malas horas para echarse a andar… además cualquier día de mayo a esas horas hace calor pero no hoy que sopla un viento fresquito de Poniente que arrastra densos cúmulos. Avanzamos tranquilos con las mochilas de travesía y remontamos por el Arroyo de la Venta hacia el collado que deja a Levante el Picón de Hernández. Aquí ganamos vistas al Guazalamanco y pronto estamos en las ruinas de la Casa Forestal de los Prados de Arredondo.
Desde aquí la senda más evidente desciende hacia la cuenca baja del Guazalamanco y el Molinillo. Nosotros remontamos a espaldas de la casa y tiramos por una vieja vereda que todavía se conserva y que se adentra en esa impresionante catedral de roca que es el Torcal de Linares, murallones de caliza que protegen la parte alta del Pozo donde muy, muy lejos, divisamos la caseta blanca de Cabañas.
Tras vadear el arroyo la vereda se pierde definitivamente (véase más abajo el comentario de Luis) y remontamos a trocha buscando el carril que sube desde el Molinillo por la vertiente izquierda del arroyo. Una vez ganado éste seguimos unos cientos de metros más hasta que el carril parece que cruza un arroyo. En realidad, más que un arroyo es la senda que nos va a acercar al Cabañas. Dejamos las mochilas en un abrigo natural que usan los pastores y tiramos ahora hacia el Sur para rodear el Cabañas por su lado Este y entrarle desde el Sur.
Las vistas desde la cumbre son magníficas aunque a Poniente hay grandes nubarrones que se embarrancan en los Agrios y que, esforzadamente, avanzan hacia nosotros. Habrá que espabilarse porque parece que nos vamos a mojar. Regresamos sobre nuestros pasos y recuperamos las mochilas.
A partir de aquí, el carril se convierte en una vereda magnífica que avanza entre arces, rosales silvestres y laricios de orgulloso porte que nos van acompañando en nuestro avance sostenido por unos muros de mampostería que sobreviven al tiempo y el olvido. La vereda remonta unos pocos metros y gana uno de los pocos pasos practicables de esta parte del Pozo: Puerto Pinillo. En este punto nos separamos y una parte del grupo se acerca al Calar de Juana para hacer su cumbre mientras otros descendemos hacia el puente de Gualay. El atardecer, por fin, nos muestra un cielo abierto y luminoso.
La noche ha sido fresca y húmeda y el día amanece nublado. Las crestas del Pozo no se ven y calentamos subiendo hacia la pista de Puerto Llano. Cuando llegamos a ésta vemos claro que el día está peor que el de ayer. Descendemos hacia la Cañada de las Fuentes y nos introducimos por el carril que sube hacia los tejos. Un vistazo a los tejos y se nos aparece un guarda forestal con el que tenemos una conversación que quiero reflejar aquí. Con muy buenas formas nos pide nuestra documentación y le explicamos lo que hemos hecho. Resulta que, para vivaquear, esto es, para pasar la noche en la sierra bajo un pino, pues hay que pedir permiso. Aprendemos la lección y para futuras salidas lo solicitaremos a la agencia correspondiente. Desde aquí quiero agradecer a este agente forestal su trato comprensivo en lo que se refiere a nuestra situación. Evidentemente, no es lo mismo llevar una mochila con tu saco y dormir donde cae la noche que montar un chiringuito con tienda y barbacoa.
Después de la conversación subimos hacia el collado Angosto por una vereda también casi perdida y el tiempo va empeorando. En lo alto del collado, las negras nubes han cubierto por completo el cielo y no se divisa más allá de 50 metros. Con este panorama, encarar la cuerda de los Agrios es un serio problema, así que optamos por descender directamente por el valle. Comenzamos el descenso y conforme avanzamos pasan dos cosas: 1) las nubes se levantan y nos dejan ver el perfil fiero y afilado de los Agrios y 2) la senda que en teoría debía bajar por el eje del valle no sólo mantiene altura sino que además la gana… algo está fallando aquí.
Total, que después de una media hora avanzando nos ubicamos en el mapa con el GPS y estamos en la parte norte de la Cuerda de la Calera. La senda que hemos seguido es una vereda muy marcada con mampostería que tiende a virar al Este y en ningún momento nos ha parecido ver una senda (a la derecha) que tirase para abajo. Nos toca ahora tirarnos al valle de la mejor forma posible. Son unos 250 metros y tenemos suerte ya que no nos encontramos con cortados imposibles.
Una vez en el valle, seguimos una senda bastante perdida al principio y luego un carril que serpentea perdiendo altura hacia Tíscar. Antes de un cerrete pequeño que se llama la Pedriza nos desviamos a la derecha y salimos a la carretera. Terminamos el alpargatazo con una subida a por los vehículos por la carretera. Una propinilla para terminar.
fotos
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en la sierra del pozo

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
¡Lo que tienes guardado! que buenos recuerdos me trae este reportaje, ya sabes que mi debilidad son la travesía, y precisamente en 2009 hicimos una por esos lugares muy parecida, no hay nada como llevar la casa a cuestas y dormir bajo un pino……..aunque haya que tener alguna conversación con los guardas, también yo las he tenido, pero la verdad sin problemas. Moss esta adorable de pequeño ¡ que bicho mas bonito! gracias por el repor.
Un abrazo.
Kiki
Un placer Kiki recordar estos momentos. Esta salida es la típica de Cazorla con tiempo revuelto pero todo verde, verde… en ese mes en el que todos los árboles se visten con sus mejores galas y las hojas nuevas. En esta época Moss todavía no llevaba sus alforjas, aunque tardamos apenas un año en comprarlas. Un abrazo y gracias por participar 🙂
Qué bonita!! Cómo me alegro de que estés recuperando estos reportajes de antes para que los volvamos a disfrutar (o los conozcamos). Qué buena manera de disfrutar estas sierras con la casa a cuestas, sin muchas prisas, y encima en primavera y sin calor, qué suerte!! Qué jovencico está Moss, vaya tipín que tenía, jajaja.
Jejejeje… esta salida salió mejor de lo esperado. Daban un tiempo horrible y además tenía algunos puntos oscuros en la orientación porque no controlaba todo el recorrido. Nos faltaron los Agrios pero ese día se levantó la borrica con el ojo revirado y resultó imposible. A Moss se le nota la juventud y la finura… y a nosotros también 😀
Saludos a todos. Disfrute mucho de la salida y si no lo hicimos todo otra vez será.
Lo que queda pendiente nos da ocasión de volver con más ilusión. Maravillosos momentos junto al arroyo en un paraje superespectacular. Gracias José Antonio por la salida.
Querido Moro… por supuesto que hay que darle importancia a la Sierra del Pozo… en realidad todas son la misma Sierra… Sierra que no entiende de límites administrativos ni de papeleos… Lo de no poder ver las fotos… sólo tienes que decir que sí a todo lo que te diga el ordenata… el flash lo tiene todo el mundoooooo… Por último, cuenta conmigo para lo de las Villas… sabes que le tengo muchas ganas.
Esther: me alegro de que disfrutaras la salida. Ya nos veremos en la próxima. Un saludo.
Sifo, muchas gracias por la salida ya que estaba muy currada, y en cuanto a la decisión de no hacer la cuerda de los agrios, me pareció absolutamente acertada porque la verdad es que las condiciones no eran muy favorables. un saludo
Me alegra que le deis a la Sierra del Pozo la importancia que merece. Una pena… no puedo ver tus fotos Sifo no tengo Flash ni puedo instalarlo. Cachis.
Ve atándote las cordoneras que este verano tengo una cosita para tí: La sierra de las Villas. Desafío desde Mogón. je,je,je os va a gustar.
Gracias por vuestros comentarios. A ver…
Chine: me alegro de que te haya gustado… yo sabía que un biólogo como tú de pura cepa iba a disfrutar de esos rincones… gracias a ti también por el entusiasmo que le pones a las cosas…
Sansón: saludos para ti también… en cuanto a lo de las sendas, no te preocupes… estamos acostumbrados a buscar y rebuscar hasta encontrar el camino correcto… la bajada del Cabañas efectivamente la hicimos por la «senda de piedra» y luego lo del collado Trabino, en realidad no estábamos en el Trabino, sino en el collado Angosto y entre la niebla y que nos confiamos, pues seguimos por la senda que no perdía altura
Luis: muchas gracias por la información y las ideas… lo de que la senda se pierde tras el guazalamanco es una manera de hablar… lo escribo en el sentido de que se pierde porque como tú bien comentas el «monte» se la ha comido… aunque si vuelvo por allí intentaré encontrar las 14 revueltas… menudo detalle!!! En relación a lo del collado Angosto, fue un fallo mío ya que entre la niebla, entre la disyuntiva de subirnos o no a la cuerda y entre que al final pensábamos que sólo había una senda (por los mapas, que sólo indican una) pues nos confiamos y tiramos para adelante. Enseguida advertí que no perdíamos altura así que nos tiramos para abajo como buenamente pudimos. Al final la cosa terminó bien. Finalmente, lo que comentas de la senda a la C.F. de la Fuente del Pino puede ser un buen pretexto para que nos veamos y hacer alguna ruta. Muchas gracias por tus indicaciones y tomo nota.
Buena ruta , solo unos comentarios.
Por el vadeo del Guazalamanco comentas:
«Tras vadear el arroyo la vereda se pierde definitivamente»»
Realmente la senda sigue, y remonta por donde subisteis trazando exactamente 14 revueltas. Lo que ocurre es que está muy erosionada y parte invadida por romero y enebros. Y es la misma que luego pillasteis más arriba ya en direccion a Puerto Pinillos.
Al dia siguiente, por collado Angosto os equivocasteis de senda. Bueno, esa senda es la que iba a la Casa Forestal de la Fuente del Pino y sin lelgar allí, tambien se puede salir a la presilla, es más largo, pero bastrante más bonito, (hay un trozo sin senda pero muy corto).
La bajada por pista del barranco de Tiscar siempre me ha resuiltado un tanto sosa.
Y otro comentario te lo hago en privado
Hola Jose Antonio, me alegro que al final por lo menos pudierais finalizar la ruta pues me temia que por las previsiones meteorologicas no la realizaseis.
–Ignoro si al final descendiste del cabañas a buscar la senda de piedra como te indique a trocha para dar con la senda que va por la parte superior de Guazalamanco a enganchar con la senda de piedra.
—Por otro lado como anecdota yo me vi con un amigo arriba del Aguilon del Loco un dia a las 13 horas entrandonos la niebla y gracias a los tres perros que llevabamos que pudimos bajar bien orientados a la base collado trabino.
—Siento no haberte comentado que desde collado trabino solo hay que seguir recto hacia abajo pegado al cauce del arroyo, y que al principio no se divisa bien la senda pues esta disimulada entre pinos jovenes hasta que ensancha en`pista, asi como que debia haberte comentado lo de dejar vehiculo junto al poste indicador en la peña esa de la pedriza que en su salida a la carretera de Tiscar tiene un buen lugar de aparcamiento.
—A ver si os animais y os termino de enseñar esa zona de Gualay que aun hay varias sendas que no vienen en el Alpina, y este fin de semana queremos ir por alli para tambien subir al Puntal del Buitre y seguir cresteando al Cabañas.
—Buen reportaje y veo te ha cundido mas que a mi pues ahora acabo de poner yo la ruta que fue una verdadera paliza al aumentarla con la subida del Castellon de los toros
—Lo dicho me alegro todo fuera bien, y ya he visto a Moss (del que por cierto ayer se acordo el Muflon 2001).
—Un saludo Jose Antonio y hazlo extensivo al resto de compañeros
Ha sido una ruta preciosa. Cada rincón y cada paso rebosaba encanto a raudales. Sin duda, la Sierra del Pozo, es una sierra 5 estrellas. Y aunque nos ha faltado guerrear con la cuerda de Los Agrios y apretar ahí los machos, todo lo demás compensa con creces: Los larícios, fresnos, arces, tejos, el Guazalamanco, la subida al Cabañas, con todos esos gigantescos bloques de piedra haciendo malabarismos al sur, el lomo de ballena de la Cuerda de los Agrios, el arroyo del Gualay, y su fresco susurro en la noche, el camino olvidado hacia el Puerto del Pinillo, la imponente panorámica desde Peña Juana con Castril, el Banderillas, al fondo hasta el Yelmo, el Gilillo,…
Jose! Muchas gracias por tomarte tanto interés en enseñarnos estas sierras y por dejarnos seguir tus pasos.