valle de Tus, calar del Mundo
enero de 2014
7 h
18 km
900 m
frío, viento, inestable
gran parte del recorrido por campo a través; se precisa orientación, intuición y visibilidad; descenso por Poyo Cotillas siguiendo una vereda antigua poco marcada al principio
pincha aquí para ver el croquis
track aquí disponible
Me repito: con Moss al fin del mundo. Trepidante jornada de viento, nieve, nubes densas, soledad y frío en las alturas del Calar. Gracias a la vida por ponerme en el camino de este chucho. Espero que él también piense lo mismo.
Y dicho esto, vamos con el relato de lo acontecido. Dejamos el coche en la aldea de Tus a las 10h30m y tenemos 2 grados a 1100 metros de altura. Esta noche ha estado nevando y los pinos tienen la nieve en las acículas. El día está muy revuelto, inestable, nuboso y para no gastar muchas bromas. Con esta perspectiva, cogemos el GR66 y subimos por la cuesta de las Peladillas.
Conforme ganamos altura la nieve también sube en centímetros. Miro para atrás continuamente a ver si el Calar de la Sima se despeja pero las nubes están estancadas a partir de 1500. Bueno, seguimos para arriba. La senda es deliciosa y serpentea junto al arroyo de Tus entre pozas, cascadas cantarinas y suaves repechos.
Cuando el espesor se hace considerable me cuesta mucho trabajo seguirla pero ya se encarga Moss de marcarme los pasos gracias al tránsito de los animales por la vereda.
Al llegar a la Fuente de los Tornajos del Tus hago un breve descanso para evaluar la situación. ¿Qué hago? ¿Tiro para el Argel y me bajo? ¿Sigo el plan previsto? ¿Regreso ya? El tiempo sigue muy feo pero tengo la retirada cubierta por mis huellas y el GPS así que remonto hacia un collado de 1598 metros por el que antiguamente pasaba el GR66. (Ahora, el GR66 continúa hacia el pico Argel y luego desciende al Pozo de la Bomba.)
En el collado me tropiezo con el fuerte viento y la cencellada en los laricios, espinos y rosales. Aprieto el paso para bajar metros y llegar al Pozo de la Bomba donde disfruto de las curvas sinuosas del manantial antes de que el agua vuelva a sumergirse en las profundidades del Calar por el sumidero de este gigantesco poljé, uno de los más grandes de la sierra.
Me debato entre la pereza, la duda, el regreso al confortable vehículo. Veo claro que mi plan inicial de bajar hacia la Cañada de los Mojones es muy ambicioso con esta nieve en la que me voy clavando. Algo derrotado, con los hombros alicaídos, recupero mis huellas hasta el collado con objeto de regresar al coche para dar por finalizada la excursión.
Una vez en el collado me detengo unos minutos. Pienso: parece que el cielo está dando una tregua y el viento es soportable. Voy a subirme al Pico Viboreros y así por lo menos me llevo una cumbre en la buchaca. Me acerco a la cumbre que está a un kilómetro escaso y contemplo el panorama que se me abre hacia el sur. Veo factible continuar por el reborde del Calar hacia el Poyo Cotillas y así, intentar encontrar la bajada por el antiguo camino real de Cotillas. Éste era realmente mi primer objetivo así que igual hasta tengo suerte y lo consigo.
De este modo, camino veloz perfilándome hacia el suroeste evitando las fuertes rachas de viento en la divisoria y también buscando los lomos con nieve venteada y dura en lugar de las vaguadas donde se acumulan espesores que llegan hasta el metro. En poco más de una hora alcanzo la ladera de pinos del Poyo Cotillas. Por aquí se debe poder bajar seguro. A las malas, tengo un plan B: consiste en seguir hasta el vértice del Calar del Mundo y buscar la vereda de Siles que llevo grabada en mi memoria y en el GPS.
Pero no me va a hacer falta. Bajo unos metros por el Poyo destrepando por rocas sencillas y busco lo que en teoría debe ser una senda. Como hay mucha nieve debo intuir por dónde discurre. Desciendo por la ladera con pinos y cada vez mayor pendiente hasta que me encuentro con un hito. ¡Vaya sorpresa! Sigo perdiendo metros con buenas vistas hacia las aldeas del Tus y la senda se va definiendo cada vez con mayor claridad, porque está más marcada y porque además hay menos nieve. Enseguida llego a un carril que sí me aparece en el GPS y de ahí enlazo con la carretera.
Me queda un último kilómetro de asfalto hasta la aldea de Tus. Me ha salido una jornada redonda. El día en lo meteorológico se ha portado finalmente, he descubierto nuevos caminos y, por último, he disfrutado de la compañía de Moss moviéndose en su ambiente: la nieve, el viento, las nubes y las alturas. Gracias monstruo y hasta la próxima.
fotos
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en el calar del mundo

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Estaba a punto de decirte… con tu permiso,¡ solo no es aconsejable salir a la sierra!, pero es que con Moss nunca estarás solo, creo que el bicho es muy capaz si ta pasase algo de buscar ayuda y sacarte del lío, ademas de la gran experiencia y preparación que se que tienes te gusta perderte de forma controlada por el monte en buena compañía, es creo para ti un bicho terapéutico.
Las fotos…….las fotos cada vez son mejores, del texto ya no te digo nada pues no se puede describir con mas practicidad y a la vez sensibilidad las sensaciones que produce una jornada de Montaña, gracias amigo por mantener este precioso blog.
Un abrazo. Kiki.
Nota: Te mandaré un privado con lo de Abril.
La soledad con Moss es terapéutica, está claro… y no se debe salir solo y, si se hace, seguir unas pautas que algún día describiré. Me alegra mucho lo que dices de las fotos porque yo también estoy muy contento con el resultado de esta salida.
Tenme al corriente de vuestros planes para Abril porque intentaré acoplarme. Será un placer encontrarnos en algún collado de Segura o Cazorla y espero esta vez no tener que dejar un papelito con el saludo. ¡Un abrazo!
Gracias a la vida por ponerme en el camino de este chucho. Espero que él también piense lo mismo., sabias palabras puestas en boca de un gran montañero y mejor persona, ya son tantas las rutas y anecedotas de los dos juntos que es dificil imaginaros solos. Preciosos paisajes y esplendidas fotos MOSS como siempre es un gran modelo. Un abrazo y hasta la proxima
Muchas gracias Ángel. Es muy difícil para mí hacer montaña sin Moss. Es algo a lo que ya estoy muy acostumbrado y sólo se queda en casa cuando tengo claro que va a sufrir más que disfrutar y cuando sé que materialmente es imposible que esté a mi lado (escalada y bici por ejemplo). Espero que te recuperes pronto de esa dolencia en el pie y que nos veamos ahora que parece que entra ya el buen tiempo.
Posiblemente uno de los repor más bonitos que he leído en la web por todo, texto, fotos, el BICHO… «…viento, nieve, nubes densas, soledad y frío en las alturas del Calar». Esta jornada suena a épica en esa frase. Tuvistéis que disfrutar de lo lindo los dos en un lugar precioso aderezado con la nieve, con ese Moss que nos tiene ganado a un montón de gente.
Aparentemente, la ruta sin nieve, no tiene pinta de ser muy complicada.
Gracias Jose de nuevo por compartir tus vivencias y disfruta del BICHO todo lo que puedas. Sois afortunados ambos.
Gracias Francisco. Estoy especialmente satisfecho por la parte fotográfica. El día daba mucho juego y Moss hizo muy bien de modelo. El texto es una reflexión bastante posterior de lo que sentí a lo largo de ese día largo y solitario. Para mi gusto, estoy perdiendo mucho lirismo en pro de descripciones más objetivas. Para bien y para mal 🙂
Que diferencia verlo así a como cuando yo pasé el pasado septiembre.
Pues sí cambia Juan… en septiembre estaría hecho un secarral amarillo… Para mi gusto, cuando mejor se pone es a finales de mayo, con las hojas nuevas de los robles y la hierba en los prados.
!Que bonito!, Me encanta la sierra con esa nieve recien caida.
Veo que ya vas con GPS, ayuda mucho mucho… y al ir sobre seguro y sin tener que dedicar tiempo a mirar mapa permite hacer rutas mas largas. El mapa lo voy a usar ahora para ubicar ese camino de Cotillas por el que bajaste. Un abrazo.
La verdad es que pillar así una nevada reciente siempre es cuestión de suerte. En apenas unas horas el sol, el viento, la limpian de las ramas de los árboles y arbustos…
Desde que empecé con el libro de escaladas invernales me hice asiduo del GPS, más que nada porque te puede sacar de muchos apuros por los que tú y yo ya hemos pasado más de una vez. En esta ocasión, me daba tranquilidad porque incluso aún cerrándose el día sabía que tenía escape volviendo sobre mis pasos, o bajando por la Vereda de Siles que conocía muy bien.
El descenso por Poyo Cotillas lo saqué de la cartografía antigua del IGN de la hoja 866. Está marcado como Camino Real de Cotillas. Me sorprendió verlo con hitos y bastante marcado pero que no estuviera en el Wikiloc como tal. Supongo que lo usarán los pastores de la zona de Tus para subir al Calar y también, a lo mejor, alguna de las casas rurales.
Abrazotes Luis.