valle del Tus, calares de la Sima y el Mundo
junio de 2011
9 h
27 km
1700 m
estable, tibio
recorrido por viejas sendas de herradura hasta el aserradero; el paso hacia el Cuquillo se efectúa por una traza muy perdida que requiere intuición y experiencia
pincha aquí para ver el croquis
track aquí disponible
Con Moss hasta el fin del mundo. He llevado un mes de Mayo algo infernal con mucho volumen pero ha sido deshojar el calendario, poner junio en portada y sacar una escapada al big green para disfrutar la primavera.
Mi idea inicial es montar una travesía de dos días pero compromisos de importancia como la final de Nadal con Federer en París me obligan a programar una excursión de sábado. No problema. Utilizo la herramienta de compresión para hacer la ruta en un único día. Salimos temprano de casa y nos plantamos en el valle del Tus, ese magnífico enclave encerrado entre los Calares del Mundo y de la Sima y que, desde mi perspectiva, es lo más parecido a la Caldera de Taburiente a nivel peninsular.1Las comparaciones son odiosas. Evidentemente la Caldera de la Palma es mucha tela, pero el Hueco del Tus, sus aldeas desparramadas, sus paredones cerrando las laderas de pino y el verdor del fondo me remiten al famoso enclave insular.
Primera decisión: ¿dejo el coche en el vado de Tus o subo hasta las Lagunicas para empezar? O en otros términos: ¿me como el marrón de salida o lo pospongo para el regreso? El gen perruno que llevo dentro no para de retorcerse y me lleva a subir a las Lagunicas. El carril lo han dejado niquelado y paso la aldea hasta bajar al vado del arroyo de los Marines donde busco un hueco a la sombra. Ahí te quedas.
Estos pasos iniciales discurren por una zona muy querida y conocida. Vamos remontando la verea volá que comunica Yeste con Siles bajo la sombra de los rodenos y algún roble despistado que sobrevive entre el denso pinar. Ganamos el nervio que baja desde el mismo Puntal de la Escaleruela y tenemos vistas del cañón del Tus. Me sorprende la luz porque aquí suelo venir en invierno con un sol mucho menos elevado y los rayos apenas entran en las paredes. Sin embargo, en esta época, la luz entra limpia y sin apenas contrastes me ofrece una panorámica impresionante de los tajos y las dimensiones de este Estrecho del Diablo.
Hace fresco y subimos cómodos. Al alcanzar la plataforma del Calar del Mundo nos detenemos en una sombra y comemos algo. En lugar de atajar hacia poniente mantenemos el carril que nos lleva hacia el cortijo del Pocico. Ahí cojo un cubo y una soga y saco agua para darle a Moss que va seco. Los prados están exuberantes de verdor y flores y todos los robles, serbales y arces andan de estreno con hojas nuevas.
A continuación tiro para el sur donde me cruzo con dos excursionistas que vienen desde Siles. Intercambiamos unas palabras pero intuyo que no les apetece mucho hablar así que me despido y cojo la senda que vuela sobre el aserradero buscando Peñalcón. Paso bajo el Poyato de las Collejas y junto al desvío que baja al aserradero continúo a media ladera sorteando espolones y vaguadas hasta llegar al collado de Peñalcón.
De repente vuelvo a escuchar voces. ¿Quiénes son? Para mi sorpresa son una pareja — Guillermo y María — que van en bicicleta por estas sendas complejas y perdidas. Entablamos una charla amena y nos tiramos más de media hora compartiendo conocimientos y opiniones. Son unos todo-terreno cuya filosofía es avanzar — siempre que se pueda — por sendero. Me recuerdan al amigo Ernest y sus emboscadas revolucionarias donde no ves el asfalto ni en fotografía. Me despido y quedamos en vernos en el aserradero porque ellos también van para allá aunque por un camino diferente.
Tras la conversación me tiro hacia el arroyo del Boquerón buscando el eje de la vaguada y desechando la subida que hay hacia la Era del Boquerón porque a mí lo que me toca es terminar otra vez en Tus, no en Siles. En el arroyo del Boquerón Moss se mete en una poza hasta las orejas. Yo soy más mesurado y me lavo la cara y los brazos. No hace demasiado calor pese a estar en el centro del día, ser Junio y estar mirando hacia el sur encerrados entre paredones que nos sobrepasan en casi 500 metros. Comenzamos a caminar por el carril y en cuanto lo veo claro me salgo monte a través para descender a la pista del aserradero.
Esta zona tiene algo que me tiene cautivado. ¿Serán los helechos? ¿Acaso tendrá que ver con el aislamiento y la soledad de estas montañas? ¿O más bien se trata del recuerdo ceniciento de aquellos primeros campamentos en las Acebeas que jamás olvidaré? Supongo que todo influye: desde el detalle de las peonías hasta el brillo de los cardos pasando por el gran verde que todo lo inunda e impregna.
Y así, ensimismado en el latido solitario del bosque, camino a la par de las aguas generosas del Tus que bajan de Navalasna, la Camarica y la Fuente del Tejo donde otrora lavaban sus hatos las serranas de tanto cortijo olvidado y alcanzo el poblado del aserradero y sus instalaciones fantasmales. En la escena destaca poderosamente una oruga descomunal que hace el mismo trabajo que diez mulas y cien serranos abriendo jorros imposibles en las laderas del Cuquillo.
Bajo los pinos y sobre las jumas me acuesto para comer y descansar. En realidad estoy haciendo tiempo para ver si vuelvo a coincidir con Guillermo y María. Tras una media hora aparecen y nos animamos para ver si encontramos el paso hacia la Cañada del Avellano sin necesidad de tener que dar el rodeo de los Voladores. La única info de que dispongo es el recuerdo de un croquis del Centro Excursionista de Albacete. Tengo claro que hay que ascender hacia el cortijo de la Donata en perpendicular al río y justo enfrente del aserradero. Vale. Pero el bosque está muy cerrado y hay muchos jorros que confunden. Elegimos uno al azar y tiramos para arriba.
Si yo voy reventado por la pendiente no os quiero ni contar cómo suben estos dos monstruos con las bicicletas a las costillas. Pasamos por zonas en las que los leñadores han dejado los troncos sin arreglar y cuesta mucho atravesarlos. Ellos no se desaniman y continúan a la búsqueda del sendero. ¿Será por allí? ¿Un poco más arriba? ¿Quizás por esta vaguada? Van pasando los minutos y la cosa cada vez se pone peor. Hemos perdido todo rastro y estamos enmarañados en un red de troncos caídos, helechos de casi medio metro y zarzas.
Con buen criterio deciden regresar y cerrar su itinerario por los Voladores tal y como tenían previsto — van a dormir a Tus. Yo les digo que ya no tengo opción y que saldré por algún lado. Miro a Moss y éste me sonríe con esa mirada suya tan dispuesta que a mí me da todo el coraje del mundo. Saldremos. Así pues nos despedimos y me adentro en una vaguada bastante profunda donde empiezo a ver las cosas cada vez más negras. Constantemente tengo que ir saltando troncos caídos, evitando zarzas y apartando rosales silvestres. Moss me sigue a medio palmo de mis desnudas pantorrillas — ¿dónde está mi pantalón largo? — sin quejarse y cada vez me alegro más de no haber traído a nadie. Mejor sufrir por uno mismo en solitario: palos con gusto no duelen.
En un momento dado miro para arriba a ver si intuyo alguna luz. A ver… parece que por ahí arriba hay una línea un poco definida casi horizontal. ¿Rastro de cabras? ¿Efecto óptico? No. Es una traza clarísima pavimentada de excrementos de cabras que lleva la dirección buena. Así que la cojo y camino rápido para confirmar cuanto antes que estoy donde quiero estar. Parece que sí. Además ahora el bosque se está aclarando y empieza a predominar la encina y el roquedo por lo que el avance es más sencillo.
Cuando puedo levanto la cabeza y voy confirmando que la dirección es la correcta y que voy a pasar por el único cuello de botella practicable entre esta ladera y la cañada del Avellano que me espera al otro lado. Efectivamente, la senda/traza, en un último repecho, gana metros y se asoma a ese delicioso valle antaño habitado por dos familias que también es autopista hacia los Voladores. Pienso en mis efímeros compañeros de excursión y me doy cuenta de que esta traza habría requerido lo mejor de ellos mismos para pasar por aquí con las bicis a cuestas. Quizá hayan hecho lo mejor.
Bueno, ahora desciendo hacia el fondo de la cañada pasando por un cortijo precioso y apartado del camino habitual. Moss vuelve a darse un baño en el arroyo y ya cogemos el carril que va hacia la Pradomira. Esto es terreno de nuevo familiar y me relajo por completo. Pronto pasamos por el sitio donde dormimos hace ahora justo un año en el Viaje a la Sierra cuando nos cayó la tormenta. ¡Qué recuerdos!
La última parte de senda que baja hacia Collado Tornero la hago casi corriendo porque estoy inquieto ya que debo buscar el enlace desde el Vado del Tus hacia las Lagunicas, una tarea que ya superé con éxito hace tres años pero que me costó inquietud, sudores y arañazos.
En un panel del GR66 confirmo dónde tengo que coger la subida y tiro por la carretera hasta el Vado del Tus. He marcado el sitio exacto con el GPS pero aquí no hay ninguna bifurcación. De repente, en medio de las encinas y las jaras aparecen dos excursionistas. Precisamente ellos vienen desde arriba y me indican el camino. ¡Qué suerte porque no es nada sencillo cogerlo desde abajo! Genial. Ahora ya sólo me quedan dos kilómetros y unos 200 metros para arriba siguiendo un carril olvidado. Paso por las Lagunicas y llego al coche. Me arden los pies así que me voy con Moss y nos bañamos en el arroyo de los Marines. Ha sido una jornada inolvidable sumergidos en el gran verde, bajo la brillante lámina de ondas espumosas con sus arrecifes de roca y viento.
fotos
en el valle del tus

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Hola José Antonio, voy a hacer esta ruta el domingo con Dora, mi perra Cocker. ¿Es muy dura para ella en el mes de Julio? Hace poco que acaba de ser madre y no está muy en forma ¿Que me recomiendas?
Muy buenas Hipster Code. Yo creo que esta ruta en concreto es bastante dura para una perra que acaba de parir. Si a eso le unes el calor que está haciendo entonces te recomendaría que tuvieras paciencia y que esperaras al otoño para disfrutarla como se merece. Si vas a estar por la zona te recomendaría hacer el cañón del río tus por dentro — mira el enlace que te pongo más abajo — que tienes siempre agua garantizada y puedes regresar cuando estéis cansados por el mismo camino. Tu perra te lo agradecerá y lo vais a gozar mucho más.
https://www.montanasdelsur.es/2012/06/28/por-el-calar-del-mundo-y-el-rio-tus-disfrutando-de-los-ultimos-rios-escenicos/
Finalmente subimos por el río has el aserradero, comimos y bajamos por la tarde por la misma ruta. Una pasada de ruta; refrescante, no muy dura y transitable para mi perrita.. ¡Me encantó!. Ya tenemos planeado vivaquear dentro de unas semanas en la misma ruta.. Os dejo un enlace con la información de la ruta.. http://hipstercode.net/ruta-senderismo-acuatico-rio-tus-collado-tornero-aserradero/
Estupendo!!! Me alegro de que la hayáis disfrutado. Era mejor opción caminar por el río que hacerlo por fuera con los calores. Ya me contarás la siguiente. Esta zona engancha 🙂
Estupenda ruta, José Antonio. La verdad es que suelo ir casi todos los años, en esta época para volver por dentro del Tus. Unos años por la zona del Calar y otros por la del Mentiras. Pero me parece que no he bajado al Aserradero por donde debiste bajar tu. No sabía que es -supongo- una buena bajada. Y, desde luego, no sabía que hubiera una antigua senda por donde la fuiste a buscar para ir a la Cañada del Avellano. Supongo que desde arriba no necesariamente será fácil de seguir si en la parte baja está tan llena de árboles caídos y zarzas. Es una pena, como dices en los comentarios de Cazorla, que esas sendas se vayan perdiendo.
Muchas gracias por compartir tus recorridos con los que nos gustan estas cosas y por darnos ideas para futuros recorridos.
Modesto Ferrer
Hola Modesto. Perdona pero entre tanta historia se me había pasado tu comentario. Me alegro de que puedas aprovechar estas rutas para ir preparando las tuyas, esa es la idea 🙂
La bajada hacia el aserradero que hice es la «más normal» ya que bajas desde Peñalcón por un carril que se adentra bastante arriba y que corta al PR circular que sale de Siles y pasa por la era del Boquerón. La otra bajada que conozco al aserradero es menos transitada y va por un espolón de roca, mucho más empinada y algo más confusa:
http://montanasdelsur.es/?p=259
Con respecto al paso a la cañada del Avellano por la umbría del Cuquillo debe ser mucho más fácil hacerlo desde arriba (en el sentido contrario al de esta excursión).
Un saludo y seguimos en contacto.
Menudo alpargatazo para hacerlo en un día. Como de costumbre, estupenda y fluida narración y magníficas fotos. Esa, etiquetada «Moss atento», me encanta.
El río Tus…, uno de mis enclaves favoritos de la sierra.
El topónimo se me quedó grabado a fuego cuando mi abuelo, haciendo pleita, me hablaba de él. Era de una aldea de Yeste, y varias veces al año se iba desde Villarrodrigo a pie, o con las caballerías, a ver a su familia.
También era pinero, y me contaba que bajaba los maderos por el Tus y el Segura hasta la estación de Calasparra; eso era antes de la construcción del embalse de la Fuensanta, claro.
Viendo el cauce que lleva hoy día el Tus, me cuesta trabajo pensar que por ahí bajaban los pinos.
Puedes imaginarte la emoción que me embargó -y me sigo emocionando- la primera vez que me asomé al cañón del Tus desde el Poyato de las Collejas.
Esa senda de Peñalcón procuro recorrerla todos los años.
Te pediré consejo para que me orientes cómo llegar sin complicaciones desde la vertiente derecha del Tus al Vado de Tus. A estas alturas del partido ya no me apetece nada liarme con ramas y zarzales buscando caminos, mi especialidad en otros tiempos, ja ja.
Una última anécdota relacionada con el río y mi abuelo: recuerdo que me contaba que había que cruzar el Tus por un puente colgante. Para que no se espantaran las caballerías, y accedieran a pasar por el mismo, tenía que cubrirles la cabeza con un saco.
Un abrazo.
Antonio, muchísimas gracias por tu aportación personal e histórica con este comentario. Espero que tengas mucho ánimo, tiempo y fuerzas para que nos pongas por escrito todas esas anécdotas que te contaron de niño y que tanto nos gustan a los que caminamos por la Sierra. Un abrazo y hasta pronto.
Qué de pateada te tienes esta zona y esta pedazo de sierra. Impresionante la cantidad de helechos que hay por esta zona, sólo he visto más cantidad en la Galicia interior.
Por lo que leo y las fotos de Moss, creo que éste disfrutó más que tú… Sólo hay que ver la foto que has titulado «primavera, felicidad».
OFF TOPIC: El próximo 15 no podré estar en la Conferencia a la que te ha invitado El Portazgo (cosas de un cursillo que estoy haciendo). Me alegro de que el gran público ciezano te pueda conocer (aunque con la humildad que te caracteriza, no creo que te haga mucha «gracia», jejeje). Suerte.
Moss disfruta tanto que es otra más de mis motivaciones para madrugar y salir al monte. Con respecto a la charla del día 15 no te preocupes. Es diferente a la de Alguazas pero seguro que habrá una nueva ocasión de coincidir. Un saludico y seguimos en contacto.
Acabo de dedicarle un par de horas a ver esta ruta e intentar localizar todos los sitios que comentas utlizando los mpas del IGN. He pasado un buen rato.
Estupendo rutón. Intuyo que Moss es una compañía imprescindible por los «ánimos que te ha dado» en la parte dura de la ruta.
Enhorabuena y gracias por compartir
Saludos
Muchas gracias Paco. ¡Qué bien nos los pasamos los «maperos» disfrutando por anticipado de las salidas en un mapa! Moss es imprescindible en estas rutas. Tiene un instinto finísimo para coger las veredas perdidas y seguirlas en el entramado del bosque. Seguimos en contacto Paco.
¡¡Vaya repertorio de rutas que tienes¡¡me gustan todas como dijo aquel je,je. Los helechos me recuerdan al parque de los Alcornocales de mi tierra y tu foto de los cardos de casi todas las rutas esta vez la has bosdado con el primer plano de Moss. El valle del Tous pendiente en mi agenda para el proximo año.
Mil gracias por todo.
Gracias a ti kiki como siempre por comentar. A Los Alcornocales tengo muchas ganas de ir porque he visto fotos y parece Galicia… toda esa zona entre Málaga y Cádiz la tengo muy pendiente pero es que me coge tan lejos de casa…
Bueno no dejas de sorprendernos. Hace mucho tiempo que no he pasado por el Valle del Tus y esa ruta que has realizado me vuelve a recordar la primera vez que estuve allí. Es una zona impresinante, me lo has recordado y lo considero una asignatura pendiente. Además la primera vez que llegue al pueblo que hay en el Collado Tornero, todavía se tenía que subir por una senda( no quiero ni acordarme de la fecha), pero me impacto. Gracias por tus rutas.
Pues gracias a ti sonairam por tus aportaciones. ¿Por una senda a collado tornero? Ya tiene que hacer tiempo desde entonces. Mi primera vez por esos lares fue hace casi 20 años y ya estaba la carretera. El Valle del Tus es una pasada y tiene muchísimas posibilidades.
José Antonio , vaya rutón te pegaste ,es cierto que los parajes son bellisimos y eso mitiga el cansancio ,pero has hecho una ruta larga y dura ,para un solo día .Despúes de leer lo de María y Guillermo ,creo que fué muy acertado darse la vuelta e ir por el camino mas fácil o al menos conocido ,un día Pedro y yo en busca de una senda probablemente la que bajaste tu al aserradero ,nos vimos encaramados a un barranco ,muy complicado ,lleno de zarzales ,romeros y una vegetación de matorral que complicaba enormemente avanzar y que con la bici a cuestas resultó ser un infierno , por cierto pensamos lo mismo que tu ,menos mal que no hemos traido a nadie jejejeje….solo decir que fué mi primer vivac y no me enteré ,estaba muerta ,siento haber metido este rollo de mis historias ,pero tu narración me ha recordado mi vivéncia ,como siempre es un placer recorrer estas páginas ,llenas de pasión por la montaña ……enhorabuena por tu hermosa ruta ,siempre con la mejor compañia Moss…
Elena, muchas gracias por tus historias, aquí siempre son muy bien recibidas las aportaciones de cada uno. Es lo que enriquece el blog, por supuesto. María y Guillermo me recordaron muchísimo a ti y a Pedro porque siguen la misma filosofía: eludir el asfalto y las pistas. Tenéis toda mi admiración porque esos sitios no están hechos para avanzar en bicicleta y cuesta muchísimo echarse la bici a las costillas para avanzar entre los arbustos.
Un abrazo y seguimos en contacto.
Hola José Antonio, una entrada exquisita como nos tienes acostumbrados. La verdad es que se ve una ruta preciosa, pero tiene también un alpargatazo no?? jejeje. Me han encantado las fotos por el paisaje y el verdor, no parece que estemos ya en Julio verdad?. En cuanto a Mossito… sin palabras, que guapo es el bicho y que envidia te tenemos por tenerle. Un abrazo para ti, para Lourdes y para Moss un ladrido amistoso.
Gracias Rafa por tus palabras. Sí que es precioso el sitio y el bicho jejeje… En cuanto a lo del verdor, la verdad es que con los calores que van a empezar a apretar estos días ya nos queda poco para disfrutarlos… pero es lo que toca. Un abrazo.
Muy bonita esa zona del Tus, y buena época ahora que aun está todo verde.
Ahora que hacer todo eso en un dia, tiene miga.
Como ya te comenté en alguna ocasion hace bastantes años que no recorro esos volaeros, y es una de las salidas que tengo más arriba en mi lista de espera,… ya va siendo hora de volver por allí.
Ahora que hacer todo eso en un dia, tiene miga.
Viniendo de un maratoniano como tú, eso debe ser un halago 🙂
No dejes mucho más tiempo para regresar a estos sitios Luis. Son espectaculares.
Ufff, un rincón al que le tengo de ganas… que no veas, sobre todo para hacer el barranco del Avellano que lo tengo pendiente. ¿Sabrías la forma mas rápida de acceder a la cabecera del susodicho viniendo de Sevilla?
Saludos y gracias por esas pedazos de fotos y de rutas.
Manolo, lo más rápido supongo que sería entrar por Siles y coger la carretera de las Acebeas. Desde ahí se toma la pista forestal que va hacia el Espino y os paráis en el Prado de Juan Ruiz. Desde ahí sale una senda hacia los Voladores donde se pasa por un collado a la Cañada del Avellano.
Ahora bien, ten presente que esa actividad seguro que requiere permiso e incluso puede no estar permitida. Deberás informarte previamente.
Gracias por comentar y visitar.
:thumbup_tb: vaya ruton jose, un buen recorrido, a ambos lados del tus el paisaje y el verde es una pasada, moss veo que disfruto con el agua como aquella ruta del rio tus de hace tiempo, nosotros con el club subimos por pradomira pero nos pillo tormenta y tuvimos que bajarnos echando leches saludos y a ver si nos vemos pronto
Saludetes Diego. ¿Cuando fue eso de la Pradomira? ¿Ha sido en estos días de tormenta?
PD. Como ves, hemos cambiado el estilo de los comentarios… por ahora no sé cómo incluir los smileys pero todo se andará que yo sé que a ti te encantan 😀
no, fue hace tiempo un mes casi cuando fuimos a yeste de finde con el grupo, pero la volvere a repetir este veranito con algunos que quieren hacer el tus pasando antes por la sima y bajando por los volaores hasta el aserradeo y bañarnos de vuelta en el tus
Pues eso es una buena paliza… sobre todo si pasar por la sima implica también hacer la cumbre del Calar… siempre que he vuelto por dentro del río al final acabas reventado porque no es lo mismo andar por el agua que en seco.
–Hola Jose Antonio, lastima no saber que ibas a hacer esa ruta pues seguro te hubieramos acompañado.
—Este sabado nos vamos para la Molata de los Almendros.
—MOSS esta increible cada dia que pasa esta mas guapo.
—por cierto recuerda esa frase «Mis dos «no personas» favoritas! jajaja.
—Me alegra mucho de ver que os lo pasasteis en grande, como siempre perfectas descripciones, reportaje y fotos.
—Un abrazo y a ver si tienes un hueco y nos llevas a una de esas tuyas.
Ángel, la verdad es que hice esta ruta improvisando ya que no tenía muy claro a dónde me iba a dirigir… ya sé que tenemos pendiente una salida por estos calares. Para mí será un placer guiaros.
Moss, como ya te he dicho muchas veces y bien lo sabes, es la caña. Las rutas con él se disfrutan el triple.
Un abrazo y espero que os lo estéis pasando en grande en la Molata… ayer tuve fiesta y, como en la canción de Mecano, «hoy no me puedo levantar»
Ummmmm, los campamentos en Las Acebeas. Que felices recuerdos juveniles…no?
Pues sí… yo me acuerdo de que bajábamos a jugar al voley en una balsa de riego que había bastante lejos del campamento por un carril… ese sitio se llama el Cortijo del Tambor. También me acuerdo de las Olimpiadas y de la recta de las Acebeas donde hacíamos los 100 metros… y un último recuerdo es la tirolina que montábamos que era de las mejores jejeje…