Existe una clase especial de montañas. Me refiero a aquéllas cuya silueta y perfiles se quedan grabados a fuego en la memoria hasta el punto de que todos los detalles de su arquitectura nos terminan por resultar familiares. Hay muchos ejemplos de esto que hablo: desde el Cervino hasta el Urriellu, desde el Puig Campana hasta el Almorchón, desde el torreón de los Galayos hasta la pirámide perfecta del Lucero.
Una de las siluetas más llamativas que conozco está definida por las aristas, despeñaderos y precipicios del Midi d’Ossau. Enclavado íntegramente en territorio francés, es una montaña cuyas mejores panorámicas se aprecian desde la vertiente española, en concreto, desde la zona del Anayet.
El Midi es un antiguo volcán del que únicamente podemos apreciar los restos de la chimenea interior. La cáscara o corteza que lo recubría se ha ido desgastando y sólo nos ha quedado el molde de magma solidificado. Su nombre de Midi se refiere a que, desde el valle de Ossau, el sol se aprecia exactamente sobre la cumbre a mediodía.
Una montaña así tiene un potencial fotográfico tremendo. Si yo viviera en las faldas del Portalet, en Sallent o Tramacastilla, seguro que tendría un catálogo amplio de tomas diversas, tanto en lo que se refiere al emplazamiento como a la estación del año. Sin embargo, me tengo que contentar con las tres veces que he estado por la zona disfrutando de las cumbres que culminan la Canal Royá y la Canal de Izas.
En esta ocasión descendíamos del vértice del Anayet hacia el collado del mismo nombre. Era un día de verano limpio, sin nubes ni viento. Le dije a Lourdes que se subiera al promontorio y que mirara al frente disfrutando del paisaje. Intenté que Moss también hiciera lo mismo pero cada vez que daba un grito él me miraba a mí así que di por perdida la batalla.
El foco está en Lourdes como sujeto de la fotografía, pero las líneas rotundas y verticales del Midi en el plano largo son tan atrayentes como subyugantes. La toma estaría más compensada con alguna nube despistada en el lado superior izquierdo de la imagen pero no se puede tener todo.

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
La verdad es que es precioso. Yo lo subí hace una década, y el verano pasado lo contemplamos desde el Ibón de Anayet. Esa zona es impresionante. Me alegro muchísimo de que la hayas disfrutado.
Un saludo.
Hola Franeto. Perdona por no haberte contestado antes pero hemos estado fuera muchos días de Agosto 🙂 Yo lo tengo pendiente como habrás leído y le tengo muchas ganas. Algún día seguro que sí 😉
El año pasado, después de hacer noche en la carretera, zarandeada la furgoneta-casa por un tremendo viento, lluvia y «rayos y centellas» que nos atacaban por todos los flancos, decidimos al amanecer no adentrarnos al encuentro del Midi d’Oseau… a cambio, nos fuimos a Artouste… una maravilla también.
Jejeje… eres la segunda persona que me habla de Artouste en esta entrada de la web. Tendré que ir sin lugar a dudas. Un saludo Luisa y muchas gracias por comentar y participar. Esta es tu casa 🙂
Una de las Montañas más bonitas del Pirineo, sin duda, vista desde cualquier ángulo, aunque si yo tuviera que elegir uno, me quedaría con la vista desde el refugio de Ayous, con el Midi reflejándose en el lago. http://northphototours.com/sesion-en-los-lagos-de-ayous/
Pues sí que es bonita esa perspectiva que desconocía. El agua en primer plano hace mucho. Parece que está tomada justo desde la parte opuesta al ibón de Anayet. La próxima vez espero que sea desde allí 😉
Bonita foto y bellisima montaña. ¿Conoces el libro El Mounstro de Artouste»? Si no es así, te gustará…
El libro lo conozco pero no lo he leído. Ahora con tu recomendación haré por pillarlo. Gracias por comentar Eduardo y hasta pronto!