En una de las kedadas foreras de Nevasport nos dimos una paliza bestial: subimos por todo el río Trevélez hasta casi el puerto del mismo nombre y luego viramos hacia el norte bajo el Panderón del Horcajo. Tras el vado del río Juntillas, nos pegamos la pechá de subir hasta la laguna de Vacares y su Puntal. Tras la ascensión de éste, descendimos hacia la Cañada del Goterón para hacer noche. Muy cerca están las Calderetas, lagunas pequeñitas y humildes de Sierra Nevada pero que tienen un encanto especial por su aislamiento y fragilidad. (Hay algunos años que están secas.)
Estábamos muy reventados y con ganas de plantar las tiendas y dormir. Aún así, la visión del lagunillo nos cautivó a todos los que por allí pasamos y aproveché que mi compañero se quedó ensimismado para cazarlo contemplando la lámina estática de la superficie del agua. La cámara que llevaba ese día era una compacta pequeña pero hizo bien las cuentas de la exposición para la poca luz que había. Además, tuve suerte con la (muy pequeña) luna que le añade un mínimo interés al cielo plano.
Todo lo demás lo puso la Sierra.

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Qué boniiita!!! Es una preciosidad, como las lagunas, a las que tengo ganas de volver, porque la única vez que he estado fue con lluvia y MUCHO frío, y encima vaya nochecita nos dio el zorro, que casi desaparece con la mochila de Joaquín 😛
Todas las lagunas tienen su encanto…la Larga, la Hondera, la Caldera, incluso la de las Yeguas que está embalsada… la de Lanjarón… hay tantas… Seguro que repites, con el ritmo que lleváis ya te veo por allí, incluso en versión invernal. Y otra cosa: si no quieres zorros, agénciate un Moss. Es lo mejor que hay para espantarlos 🙂
Tienes toda la razón, y no creas que no lo hemos pensado (lo del Moss ;-P )!!