sierra alta de Siles y sierra de Segura
noviembre de 2016
7 h
64 km
1760 m
estable, fresco
recorrido en BTT por pistas, carriles y carreteras locales sin tráfico con pendientes moderadas y orientación sencilla
croquis disponible aquí
track disponible aquí
Para todos los que seguís esta web no os sorprenderá una nueva entrada sobre el gran verde, ese rincón de la Sierra encajado entre calares y apartado de casi todo en el que pervive un bosque atlántico que bien podríamos localizar en el centro de Europa. Hemos venido hoy aquí no a contraer matrimonio, sino a renovar nuestro especial vínculo con una geografía mágica en la que nos salieron los dientes cuando veníamos de campamento a los Negros y a las Acebeas. A eso, y a enseñarle estas montañas a Juan y Miguel Ángel que disfrutaron sobre las burritas lo que no está escrito y que nos mostraron cuán lejos estamos de nuestro mejor momento de forma. Aunque, ¿a quién le importa boquear y quedarse sin aliento frente al espectáculo que es la Sierra en estos días últimos de otoño?1Uno de los compañeros en esta salida es Miguel Ángel Ruiz, jefe de Sociedad y Cultura en el diario La Verdad. Inspirados en esta pequeña aventura ha escrito un reportaje en el periódico.
Empezamos a pedalear en Siles con el detalle de dejar los coches en la misma carretera de las Acebeas para ahorrarnos el bonus track de la subida al pueblo cuando volvamos torrados a la tarde. El día está magnífico, limpio, sin viento y con una temperatura cómoda para la bici. Esta semana los del tiempo no han dado pie con bola y nosotros bien que nos alegramos. Chubasqueros al fondo de la mochila, gafas de sol ya puestas desde el kilómetro uno y a gozar.
El camino de las Acebeas nos lo tomamos con paciencia. Tenemos mucha cháchara pendiente entre nosotros e intercambiamos parejas para contarnos historias. En el fondo es una táctica: dejamos que ellos hablen para que no aprieten mucho el pedal porque algunos vamos justos de todo y queremos guardar para más adelante. La cocorota del cerro Bucentaina brilla al sol y adivinamos la Piedra de los Agujeros entre las copas de los chopos y nogales. Los kilómetros van cayendo rápidos y ya sobrepasamos el seminario. En apenas unos metros más cambiamos la vertiente atlántica por la mediterránea para adentrarnos por la pista del aserradero del Tus.
Hay mucha gente paseando, cazando y cogiendo guíscanos. Es lo suyo en esta época del año. Nosotros descendemos sorteando piedras sueltas y piñas de resinero hasta que abandonamos la pista principal para coger la que baja hacia el cortijo de Cardeñas2En la toponimia del IGN aparece como cortijo de Cárdenas aunque revisando la cartografía antigua del propio IGN aparece el nombre correcto de Cardeñas. y la cascada del Saltador donde nos hacemos unas fotos. Baja poca agua para la época pero la suficiente para tener que pasar de forma acrobática el río Tus justo cuando comienza a llamarse así, en la confluencia del arroyo Andrés y el arroyo de la Fuente del Tejo.
A partir de ahora el carril va ganando muchos metros en fuerte subida hacia el cortijo del Molinete y la Balasna. En el plano corto tenemos una nava de libro con nogales, manzanos y cerezos, terrenos de labor que han olvidado la mordedura de la azada y que posiblemente serán una delicia para los jabalíes. Mientras, en el horizonte sur, domina con fiereza el relieve norte del Calar del Espino que se descuelga estrepitosamente entre poyos, paredes y laderas de vértigo sostenidas por laricios y arces.
Me dejo caer del grupo para quedarme a solas. Voy a disfrutar de este bosque con calma porque no todos los días uno se encuentra por estos lares. La mayoría de los árboles mantienen todavía la hoja pintando un paisaje cálido y singular mientras que en las paredes del calar emiten destellos los matices rojos de los arces en contrapunto al gris de la roca caliza. Ahora sí que estamos totalmente embebidos en el gran verde, ese lugar de la Sierra que registra récords pluviométricos. Me estoy refiriendo al sitio en cuyas laderas viven acebos, avellanos, helechos y robles de hoja ancha. Un lugar que recibe el embate de todos los temporales, los de levante y los de poniente; ese lugar es un rincón privilegiado en el que resisten acosadas por el desierto, el cambio climático y las sequías especies arbóreas únicas en estas latitudes. En estos pagos, la especial geometría de las montañas, su privilegiado enclave geográfico expuesto a todas las borrascas, provoca que las nubes sean generosas. Y tanto es así que tienen a bien desparramar más de mil de litros al año en cada metro cuadrado de las entrañas de estos calares. Este sitio es para mí un refugio en el más amplio de los sentidos. Es el gran verde donde me sumerjo y encuentra mi sitio, como le pasaba al protagonista de la película de Luc Besson, ‘Le grand bleu’, cuando se sumergía a pulmón libre buscando, más que récords, su verdadero lugar en el entramado de las cosas.3Así me expresaba en uno de los primeros reportajes que publiqué sobre esta zona.
Bueno, más allá de la lírica, debo confesar que en realidad me quedo atrás para recuperar pulsaciones porque voy con la cuerda tensa. Nos encontramos enseguida en la pista principal que enlaza Jaén con Albacete por los Huecos de Bañares y subimos hacia el Collado del Ventano. Antes de llegar me salgo al Poyo de la Víbora para sacar una panorámica y justo cuando vamos a empezar el descenso hacia la Fuente del Tejo pinchamos y tenemos un rato de descanso al solecico.
Arreglamos el percance y enseguida estamos remontando por el cortijo de la Viuda hacia la Piedra de Góntar. Por el rabillo del ojo estoy pendiente de ganar vistas hacia el oeste, algo que sucede unos metros más arriba del desvío que desciende por la Cuesta del Majano. Me gusta este lugar porque se ve perfectamente el perfil inconfundible de las Banderillas en su caída hacia el Tranco. Escudriñando con atención incluso se adivina el Cinto de Viñuelas entre los abismos de la cara oeste. Avanzamos un poco más entre fuertes pendientes y resoplando como orcos hasta que nos reunimos bajo la Piedra de Góntar. Nos abrigamos y comienza el descenso hacia Prado Maguillo entre bosques de pino laricio maduro y estupendas panorámicas en casi todas las direcciones.
De Prado Maguillo nos salimos por el carril principal para remontar hacia el collado de Prado Puerco. Aquí ya vamos muy desperdigados y cada uno hace lo que puede. Tomo algunas fotos del Calar de Peñarrubia justo en la vertical de las paredes y escucho como baja de cantarín el arrojo de las Tres Aguas. Pasamos la Morringa y entramos en la carretera de río Madera casi a las tres de la tarde. Empezamos a oler la cocina del hotel río Madera y apuramos pedales para tomarnos unas migas regadas de cerveza que nos sientan divinas.
La cosa podía haber devenido en catástrofe: comida de empresa y tarde de frontales pero ponemos cordura y a eso de las cuatro y poco nos volvemos a subir en las burras. Volvemos a la carretera4¿Alguien sabe por qué han cortado los chopos de la carretera? ¡Qué lástima más grande! y apuramos las últimas fuerzas para remontar hacia los Negros y el cruce de Segura al que llegamos con las últimas luces de la tarde. La caseta blanca del Navalperal refulge en lo alto y hago las últimas fotos consciente de que, cuando bajemos a las Acebeas, ya no habrá luz suficiente para sacar la cámara pero sí la justa para no tirar de frontal.
Los últimos kilómetros cuesta abajo son una gozada. De vez en cuando asoma el caserío de Siles fugazmente entre los grandes pinos. Voy repasando mentalmente los sonidos, la luz, el cielo, la roca y los árboles. En el horizonte se perfila la Piedra del Cambrón que rebota los últimos rayos de sol de esta jornada plena. Enseguida más y mejor.
fotos
en la sierra alta de Siles

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Buenas. Vamos a ir unos amigos a esta zona. Concretamente a Garrote Gordo. No la conocemos de nada y nos gustaría saber un poco más de ella. ¿Qué rutas podemos hacer para conocer la diversidad de esta zona?
Gracias de antemano Jose Antonio,
Muy buenas Acis.
Para contestarte con propiedad me tienes que decir el plan que lleváis: bici, patear, etc. Es una zona con muchas opciones y todas ellas preciosas.
Otro dato importante es que me digas las cosas que sueles hacer y entonces ya me hago una idea de lo que puedes ir buscando 😉
Estaré encantado de echarte una mano.
Pues vamos a hacer dos noches en el camping. Nos gustaría hacer una rata larga (de día completo) y otra más corta de medio día y comer luego por ahí. Somos de patear bastante. La última ruta que hicimos fue subir al pozo de la bomba desde el arenal pero con bastante nieve.
Muchas gracias José Antonio.
Vamos a ello.
Para la ruta larga yo te propondría subir a Poyo Alto saliendo desde la Fuente del Esparto. La ruta en cuestión es:
https://www.montanasdelsur.es/2014/11/24/poyo-alto-desde-fuente-del-esparto-y-bajada-por-la-fresnedilla/
Ahora bien, esta ruta es muy montañera y requiere saber navegar bien. Imprescindible tener experiencia o llevar un GPS con la ruta cargada.
En el caso de que la anterior no la veas clara puedes hacer otra igual de bonita pero más asequible. Se trata de subir al Puntal de la Misa desde las Gorgollitas:
https://www.montanasdelsur.es/2011/10/17/circular-y-vivac-en-el-puntal-de-la-misa-por-las-gorgollitas-y-los-paulinos/
Esta última si hace un día regular, si vais cansados, si no tienes clara la orientación, puedes optar por regresar por el mismo camino que es la parte más asequible. Si haces la circular completa hay un par de puntos que tienes que manejarte bien, pero nada serio.
Para la ruta de medio día te recomendaría especialmente subir a la Cueva del Agua desde Huelga Utrera. Está la zona especialmente chula ahora con tanta agua. Luego puedes regresar al coche para estar al mediodía buscando un sitio para comer.
Si necesitas más info aquí me tienes.
P.d. Ten en cuenta que las excursiones que te he puesto de un día son largas y muy chulas. Además no están muy trilladas porque la filosofía que tenemos en esta web es hacer cosas poco repetidas. Te lo digo porque puedes subir al Puntal de la Misa y a Poyo Alto por sitios más sencillos y trillados. Si prefieres algo así dímelo y te paso esas rutas también.
Muchas gracias. Ya con esto vamos sobrados. Ahora me las estudio. Un placer hablar siempre contigo.
Desde luego que lugares tan bonitos en el mismo corazón de la Sierra de Segura. Y hay que ver los kilómetros que se pueden hacer en un día con la bici comparados con patearlos. Y como no, magnífica excusa para no poder venir al Picacho jajaja. Me alegro mucho de que poco a poco vayas subiendo cosas a tu web. Un abrazo.
Yo sé que esta zona te toca la fibra sensible Paco. Lo del Picacho me quedé con mucha ganas. He hablado con Félix y me ha dicho que las instalaciones están ahí permanentes esperándome. Algún día antes de Navidad de me acercaré para hacerlo con gente de Cieza. Lo de subir cosas a la web lo intentamos, aunque no siempre se puede 🙂
Un fuerte abrazo!!!
Tiene que estar la sierra preciosa estos días. Apunto estuve de estar pateando por allí este pasado finde, pero al final tiré para otros derroteros, para darme también una buena paliza de bici.
Jajajaja… me gusta mucho el rumbo que tomaste. Esa zona sorprende pues aunque las montañas no son escarpadas ni altas, los bosques de encinas y alcornoques son una pasada. Y también la gastronomía. Un abrazo Luis.