Sierra de Segura
octubre 2011
1200 metros
9 horas
despejado
orientación compleja en el descenso
enlace al track en wikiloc
Somos ricos.
Así me siento este lunes nublado que ha amanecido con lluvias. Se trata — para variar — del poso que ha dejado en mí un par de jornadas de sierra y otoño en la mejor compañía: la de mi familia. Sin madrugar, con los ojos pegados y el desayuno reciente comenzamos haciendo las mochilas.
Salimos de casa muy tarde y relajados, andamos kilómetros de coche y curvas porque el destino está en el mismo centro de la sierra, en el nudo de los ríos y los cordales principales. Y así, con el sol ya declinando, comenzamos a caminar desde las Gorgollitas, una aldea de nombre sonoro y aguas cantarinas que se despeñan desde lo alto del Calar del Cobo.
La vereda remonta al norte hacia el nervio de un espolón por terreno confuso debido a la proximidad de las casas y el ganado. Aún así, al ganar vistas hacia el barranco de la Hoya del Puerco la senda de herradura se define buscando las alturas por la ladera sur. Sudamos, caminamos, ganamos metros bajo la atenta vigilancia del Puntal de los Carneros y disimulo mi cansancio tomando fotografías de las cuevas de los Anguijones, al otro lado del Segura.
No hay quien le discuta su supremacía sobre el resto…
Tras una media hora ya nos hemos colocado bajo las defensas del calar y gozamos de la sombra que nos proporciona esta enorme mole caliza que destaca sobre el resto de calares que se asoman a las Anchuricas y la cuenca alta del Segura. No hay quien le discuta su supremacía sobre el resto: el calar de la Cabeza de la Mora lo mira desde levante casi 200 metros por debajo; enfrente mismo encontramos el de Hoya Herreros, cumbre mancillada por antenas y carreteras que sitúa sus buitreras y acrobáticas veredas en la vertical de la Toba; finalmente, río abajo y en la margen derecha, están las Pilillas cuyas cuevas y puntales sí parecen ser los únicos capaces de intimidar la fortaleza de este gigante de la sierra sobre cuyos hombros nos encontramos.
Apenas ha llovido aquí desde hace 4 meses y el calar y sus moradores — espinos, majuelos, cuervos, leonados, cabras, cardos y ciervos, entre otros muchos — están sedientos
En la ascensión vemos abundantes apriscos, abrigos y rediles bajo las bóvedas de las paredes; son construcciones que nos hablan de la vocación ganadera de las gentes que viven a los pies de esta montaña. De hecho, nos cruzamos con una punta de ganado enriscada sobre una ladera de pinos y atamos a Moss para que no las asuste. Un poco más arriba la senda se divide. Una opción es tirarle hacia la Cañada del Saucar pero nosotros giramos hacia el sur buscando la cumbre del Puntal de la Misa. Aunque el otoño ya está entrado, el pasto está agostado como si de un hirviente día de julio se tratara. Apenas ha llovido aquí desde hace 4 meses y el calar y sus moradores — espinos, majuelos, cuervos, leonados, cabras, cardos y ciervos, entre otros muchos — están sedientos. Y eso se nota en el polvillo acumulado en el lapiaz y en las lastras sueltas que deslizan con más facilidad que de costumbre bajo las suelas de nuestras botas.
Para mi sorpresa, la senda sigue estando perfectamente definida en esta parte alta donde el difícil terreno y la roca viva afloran por todos sitios. Además, el trazado nos regala una curva amplia con preciosas vistas hacia las Gorgollitas y el valle del Segura. Enhorabuena para quien creó este PR pues lo más sencillo hubiera sido cerrarlo en el carril que sube hasta la cumbre pero su diseñador prefirió pasearnos por los rebordes de este espléndido otero.
Dejamos unos tornajos secos y encontramos otros de obra ya con abundante agua. Podríamos habernos ahorrado el porteo de los 6 litros que llevamos para las dos jornadas. En fin. Al menos, ya nos vamos acercando hacia la cumbre donde destaca el refugio para controlar los incendios. La situación extraordinaria de escasez de lluvias a estas alturas del otoño obliga a que sigan estando ocupados por los vigilantes así que nos preparamos para el encuentro.
Al llegar a la cumbre nos recibe un perrillo de caza que pronto hace buenas migas con Moss. El vigilante hace ya mucho que nos lleva controlados y conversamos apoyados en la barandilla: montaña, caza, lluvia, setas, trabajo… Miramos hacia las Cabras y Revolcadores y vemos allí amontonadas las nubes que vienen del Mediterráneo, que han podido sortear los relieves costeros, las altas Espuña y María, pero cuyo ímpetu ha sido frenado por el grueso de las béticas. En esta ocasión tampoco van a dejar lluvia.
Aguantamos un rato más disfrutando del atardecer hasta que el levante húmedo nos deja más fríos que una llave. Aunque nos invita a entrar dentro del refugio Lourdes y yo preferimos instalarnos a sotavento y cenamos disfrutando de la puesta de sol.
Yo también termino por cerrar los ojos sintiéndome en una habitación de hotel con mucho más que cinco estrellas
Cuando cae la noche y viene el compañero sí aceptamos la invitación y compartimos un buen rato de charla mirando el fuego. La noche es fresca y la brisa muy húmeda. Nos ofrecen dormir bajo techo pero preferimos nuestro particular tejado de estrellas y la compañía de una luna menguante que nos saluda de madrugada. Moss se me recuesta, como es habitual en estas lides, en el riñón y me tapa el relente que dobla la esquina sur del refugio. Al otro lado tengo a Lourdes que hace rato que duerme. Yo también termino por cerrar los ojos sintiéndome en una habitación de hotel con mucho más que cinco estrellas. Si ya lo comentaba antes: sólo los ricos pueden permitirse estos lujos.
Para alcanzar el portillo hay que buscar el mejor camino entre los poyos y hacer algún destrepe sencillo hasta alcanzar el paso
La noche pasa tranquila, el levante cede en su empuje y la luz del amanecer roza las barandillas del balcón de nuestra habitación. Ya estamos preparados para continuar tras el desayuno. Nos despedimos del guarda de las Gorgollitas que se ha quedado solo y le agradecemos sus indicaciones para el descenso porque nos van a hacer falta. Vaya que sí.
La idea es completar el recorrido por la cara de poniente del calar. Para ello buscamos el portillo de la Losa, un exiguo collado que más bien podríamos llamar brecha y que separa — o une, según se mire — el calar del Cobo con la cuerda del Mosco, significada divisoria que alberga el agudo Poyo Alto, una de las cumbres más bonitas — y menos visitadas — de la zona. Para alcanzar el portillo hay que buscar el mejor camino entre los poyos y hacer algún destrepe sencillo hasta alcanzar el paso. Desde el collado nos tiramos por la vertiente sur sin camino claro. Sabemos que debemos ir tendiendo hacia la derecha buscando un cortijo destacado que hay bajo el Poyo Gavilán.
Y así, metidos hasta las cejas en un bosque cerrado de pinos y helechos, vamos intuyendo por donde avanza la senda de herradura. En la tarea nos ayuda enormemente el hecho de que todavía algunas hormas aguanten el paso del tiempo y la constante presión de la gravedad que desmonta los taludes. Poco a poco la cosa se va aclarando y terminamos en un espolón en la margen derecha del arroyo de Borbúa por cuyo nervio es sencillo transitar. Cuando vemos los chopos amarillos del cortijo nos salimos a la derecha y descendemos fuera de traza hasta una alambrada. Ya estamos a salvo de la incertidumbre y entramos en el mundo del alpargate: carril, carril y carril.
En los Paulinos aprovechamos para descansar, comer y escuchar el sonido del otoño en las hojas de los chopos. Es algo así como una corriente de aguas saltarinas con salpicaduras de hojas amarillas. Con el sol en lo más alto rodeamos el Puntal de la Misa en sentido anti horario y en apenas hora y media ya estamos otra vez en el coche. Regresamos a casa con el otoño incorporado en las retinas y muy, muy conscientes de nuestra riqueza.
El mar estaba tranquilo, tibio, el sol ahora ligero sobre las cabezas mojadas y la gloria de la luz llenaba esos cuerpos jóvenes de una alegría que los hacía gritar sin interrupción. Reinaban sobre la vida y sobre el mar y lo más fastuoso que puede dar el mundo lo recibían y lo gastaban sin medida,como señores seguros de sus riquezas irreemplazables
Albert Camus. El primer hombre.
fotos

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Sí que está mala… si lo raro es poder subir montado hasta arriba 😛
Hola Jose Antonio, bonita ruta, bonita descripción, bonitas fotos y bonito enclave, en fin, como siempre todo estupendo. Da gusto andar por el corazón de esta sierra tán maravillosa, o en su defecto poder leer tu blog y por unos momentos transportarnos allí. Un saludo a los tres.
Muchas gracias Ginés 🙂 Espero que hayas empezado ya la temporada a tope por el altiplano… voy a hacerte una visita al blog que lo tengo desatendido desde hace unas semanas. Saludos!!!
Bonita circular, la misma que hice hace ya 8 años, la segunda vez que subí a esa cumbre. Entonces no sabía de la existencia de ese PR, pero había visto las trazas del camino desde arriba la vez anterior, y se me había metido en la cabeza recorrerlo.
No recuerdo ningún paso muy expuesto para bajar del calar al collado de la Losa, aunque desde luego tampoco hay camino claro y Sí, es la zona más delicada de la circular. Aunque este otoño está siendo especialmente raro, por el 1 de Noviembre es cuando están las Gorgollitas en su momento más bonito, los chopos están de amarillo radiante como llamas de velas.
Lo cierto es que está siendo un otoño rarísimo Luis… y efectivamente, el descenso a la Losa no tiene pasos expuestos, pero quizás nos enredamos un pelín… Creo recordar que estuviste con tu hermano Juan por esa zona hace poco ¿verdad? En el paso hacia el Poyo Gavilán… ¿puede ser?
Qué gran equipo formais Lourdes, Moss y tú… ¿No había ninguna panorámica del embalse de Anchuricas? De esta ruta me conozco la parte más «asfáltica». Desde el nacimiento, pasando por La Toba (aldea de la que estoy enamorado) y seguir el curso del segura y de los embalses.
Como siempre una gran ruta, perfectamente descrita y con unas magníficas fotografías.
Pues precisamente de Anchuricas tengo fotos pero sólo se ve de forma parcial… si quieres tener buenas imágenes de Anchuricas te recomiendo mejor este reportaje:
http://montanasdelsur.es/?p=1671
Gracias por visitar y comentar paisano!!!
Me gustaría compartirlo en mi muro y es que yo nací en Sierra de Segura ¿Tenéis inconveniente?
Por supuesto que no Maribel. Todo tuyo. Gracias por compartir 🙂
Como siempre nos sorprendes con tus rutas redescubriendo una vez más la zona, yo había pensado también subir por el Barranco de la Borbúa y el Portillo de la Losa hasta el Calar, desde los Paulinos,ya que me había comentado un lugareño de la zona de los Anchos que era posible, ya no tengo excusa para hacerlo.
Lo dicho felicidades.
Un saludo Paco Lorite
Gracias Paco… la verdad es que es un disfrute esto de internet en el sentido de que todos nos vamos enriqueciendo de todos… yo mismo me fijo muchísimo en las rutas que pones porque se salen de los estándar y además das la información justa para no quitarle el intríngulis… Espero que tengamos ocasión de coincidir alguna vez por Santiago.
PD. Vaya jaleo que me he hecho contigo y con tu hijo 🙂 en el FB
Preciosa circular y una manera sencilla y elegante de narrar la maravillosa experiéncia de disfrutar de la montaña y de los cambios de estación ,con todo su color ,sonido y aroma ,comparto con vosotros la necesidad de sentirme rica muy rica pero claro está que no de dinero jejejeje solo rica de espiritu ,llenar el alma de imágenes y saberte poseedora de algo que no se compra con dinero ,dormir arropado por un espectacular manto de estrellas ,es como bien dices solo para ricos dichosos aquellos que saben escuchar a la madre naturaleza por que ella te regala momentos inolvidables ,me alegra ver que vosotros sabeis escucharla bien ,enhorabuena.
Por cierto José Antonio ,el guarda de la caseta se llamaba José ? ……..lo conocimos en una ocasión y me resultó muy agradable y hospitalario ,luego lo volvimos a ver cuidando la entrada del Borrosa ,no veas que alegria tuvimos jejejej
HOla JOse A. Estoy en un sitio de esos donde las ovejas te miran a ver que haces, y cuando entras en el banco el dependiente te pregunta qué haces en el pueblo, donde vives… Y terminas hablando de donde eres, de donde está la familia. Morella. También escribo porque este año doy clases de geografía, si. Bueno. Si tienes alguna
sugerencia sobre las clases, o quieres información sobre monatañas de por aquí, dimelo. Abrazo. Cesar
Morella mmmmhhhh… me han hablado genial de allí… es un lugar que tengo muy pendiente 🙂 Gracias por el ofrecimiento. Lo tendré en cuenta.
Hola Elena. Yo sé que tú (y Pedro) entendéis perfectamente el mensaje del post porque estáis hechos de la misma pasta y disfrutáis con las mismas cosas… El guarda no sé cómo se llamaba, sé que vivía en las Gorgollitas, muy amable y educado. Además los consejos que nos dio fueron muy acertados.
Preciosa ruta y fantástica narración, que es a lo que nos tienes acostumbrados. Hace apenas 72 horas que estuve por allí. Un grupo de cinco amigos del cicloturismo hicimos una circular de 62 km que partía de Las Acebeas, y coronaba el Puntal de La Misa en la mitad de su recorrido. Paisajes otoñales…maravillas para el viajero.
Sí que es una maravilla… ¿y cómo fue esa subida al puntal? ¿qué tal las últimas rampas? Imagino que estáis más fuertes que el vinagre si no pusisteis pie a tierra 🙂
Te equivocas José Antonio… de fuertes nada. Dos compañeros se quedaron antes de llegar al calar, porque ya subieron hace unos años…y yo acompañé al otro que no lo conocía. Él me tenía que ir esperando, ya que buena parte de las últimas rampas tuve que hacerlas a pie. La pista, en peor estado que hace unos años, estaba demasiado técnica para mí.
buena circular, y me sorprende que aun esten los guardas por alla arriba, dentro de poco voy para alla a enseñarle a mis socios del club esta maravilla de sierra que tenemos, agua , rios , otoño y montañas para que pedir mas…. saludos a moss y lourdes que veo que tambien disfruto del recorrido… ah y esa camiseta como mola no? je je
Pues Diego, los guardas estuvieron allí esa noche y fue la última de la temporada porque el domingo ya sólo subían a pasar el día. Además, visto que está entrando el frío yo creo que ya se van para abajo incluso de día…
La camiseta jejeje… ¿qué te voy a decir?
Buena opción para un circular,
enhorabuena, viendo el track creo que te pasástes la señalización
del PR saliendo del Cortijo del Carrascal, como le ocurrió a un
servidor la primera vez. Un saludo.
Efectivamente Quico, saliendo del Carrascal nos fuimos una calle más allá… menos mal que el pueblo es pequeño y resultó fácil rectificar… De todos modos, el pastel gordo para orientarse fue al día siguiente.
Que envidia me das, yo mañana me voy a enseñar a dos paisanos tuyos (son de lorca pero trabajan en Murcia) la famosa cornisa dle Tranco del Lobo, que creo no va a durar mucho pues la tenemos ya desgastada.
—Bueno como siempre nos sorprendes con tus excursiones, de esta me quedo con la foto (todas son excepcionales) en la que se ve la Molata y los Macalones, asi como con las de MOSS, viendolo y pensando un poco ¿no tendrian nada que ver sus antepasados con los buhos? ES QUE NO VEAS COMO SE FIJA.
—Un abrazo y hasta la proxima que nos regalaras con lluvia o nieve…quien sabe…porque ya de ti se puede esperar cualquier cosa.
—Un abrazo y me alegro de que MOSS tambien disfrutara del cumpleaños, se le ve muy pero que muy bien
¿Envidia? ¡Pero si el que no para de salir al monte eres tú! jejejeje…
Ya he visto las fotos de la cornisa… vas a tener que cobrar entrada como sigas así 🙂
La siguiente va a ser con lluvia, que ya apetece.
Bueno eso esta bién, los Lunes reportaje de Montañas Personales, buena manera de empezar la semana…¡¡que no falten¡¡
gracias como siempre Jose Antonio y habria que darlas tambien a Lourdes y Moss ¿no?.
Kiki.
A ellos mucho más que a mí por soportar las cuestas y hacer de modelos 🙂
La rapaz parece un buitre leonado.
Saludos.
Muchas gracias Rafa por la aportación… la verdad es que estaba a bastante distancia y era muy tímida…