sierra de Baza
octubre de 2011
6 h
17 km
1200 m
variable, inestable
actividad con algunos tramos de monte a través en los que es preciso orientarse sobre todo en el descenso del Picón
croquis disponible aquí
track disponible aquí
Tengo muchas deudas. Mis acreedores son montañas que veo en el horizonte desde las autovías. Mi lista es casi infinita: si subo por la mudéjar echo vistazos a izquierda y derecha y pienso en Javalambre, en los Universales, en el Maestrazgo; si me ocurre en la del mediterráneo el rabillo del ojo se me queda enganchado en los fieros perfiles del Puig Campana o en Aitana, también en Montserrat.
Cuando subo por la de Burgos siempre me quedo mirando hacia Ayllón y el Ocejón; ahora bien, si salgo de Madrid por la de la Coruña veo el cordal inmenso de la central que se pierde con el sol poniente y los dientes se me afilan pensando en las gargantas que caen a Cáceres y en los bosques de robles que guardan los tesoros graníticos de Gredos. Y así por toda la red de carreteras…
Yendo a lo doméstico, también me ocurre con la autovía del noroeste cuando subo para Caravaca. Hay todavía montañas que me están esperando — muy pocas, también es cierto — y alguna vez le hincaré el diente al Bosque, en la umbría de sierra Espuña, o a la peñica del Viento en la sierra del Quípar.
En cualquier caso, la mayor rúbrica en esa lista de deudas pendientes corresponde con la A92 tantas veces recorrida con la tabla en el acelerador dejando montañas a un lado y a otro. Si voy para Granada siempre me quedo pendiente de sierra Arana al subir la Mora. También le echo el ojo a las Estancias, y a Mágina, y a la sierra sur de Jaén… pero la que más cerca me queda, casi tanto que puedo tocarla con el brazo si saco la ventanilla del coche, es Baza.
Teniéndola así, tan a la mano, no está bien pasar de largo una sí y otra también. De este modo, el domingo nos acercamos a subir una de las montañas más destacadas de la sierra: el Picón de Gor.
Esta montaña de aspecto romo y robusto resulta que desde la autovía tiene una subida muy directa partiendo de la venta Vicario donde se deja el coche. No obstante, y con el pretexto de estar en la cima, nosotros le vamos a entrar por un barranco delicioso en el que encontramos un bosque impresionante de arces y pinos silvestres. Nada más que por recorrer este valle merece la pena la actividad con independencia de la cumbre.
Hoy vengo únicamente con Moss. Salimos caminando por la vía de servicio hasta que nos adentramos por un carril en el cauce del arroyo de Baúl. Los chopos están amarillos y vencidos como velas gastadas, el cielo dubitativo y cambiante y el sol gana grados sobre la Boleta y el Santa Bárbara que nos cierran a levante. El carril atraviesa varias veces el arroyo con agua hasta que se convierte en una senda deliciosa que remonta por la margen derecha.
En poco tiempo ya estamos en la fábrica del Pardo donde antiguamente habían unas minas de plomo. Mientras el arroyo de Bául viene por la izquierda desde la cara norte del Santa Bárbara nosotros comenzamos a remontar el barranco de la Fonfría — entre medias se queda la loma que define la Boleta — caminando entre rosales silvestres, arces incendiados de color, enredaderas y zarzas.
La senda está bien definida y está indicada con unas marcas verdes y blancas. Conforme avanzamos nos apartamos del eje del barranco y nos colocamos en su margen izquierda. Ahora la senda se adentra en una zona boscosa con bastantes ejemplares de repoblación pero que constituyen un bosquete cerrado, húmedo y, posiblemente, muy guiscanero.
En algunos tramos puede resultar algo complicado de seguir por las jumas abundantes del suelo y las ramas secas pero yendo atentos el itinerario es sencillo y nos lleva hasta el ‘pino de la señora’, un estupendo ejemplar con 6 metros de cuerda con la huella indeleble de los ‘pegueros’ que en el pasado explotaron su riqueza.
Como voy sobrado de tiempo saco una bolsa de pipas, me abrigo, subo al vértice y me siento a comerlas todo tranquilo viendo el juego de las nubes enganchadas en el Santa Bárbara y en Sierra Nevada.
Tras este pino hay que ascender por la ladera buscando la pista que desciende desde los Prados del Rey hacia el collado del resinero. Esto puede hacerse a lo bestia en perpendicular a las curvas de nivel o bien hilando más fino en diagonal hacia el collado que es lo que al final decido.
Así pues, sudando bastante por la humedad y el esfuerzo de las últimas cuestas salgo casi a la pista a escasos metros del collado. Aquí estuvimos hace dos años en nuestra travesía otoñal de Baza. Recuerdo que entonces, al mirar hacia el Picón, ya me quedé con ganas. Hoy vamos a saciarlas. ¿Veis qué importante es ser pacientes? Todo llega.
Las últimas rampas hasta el Picón son sencillas y además tienes vistas en todas direcciones que alivian el esfuerzo. Al llegar al vértice sopla húmedo y fuerte de levante así que me coloco a sotavento bajo unas piedras para comer junto a Moss. Llevo embutido de matanza y pan de carrasca que comparto con Moss — porque nadie me ve — y nos liquidamos toda el agua.
Como voy sobrado de tiempo saco una bolsa de pipas, me abrigo, subo al vértice y me siento a comerlas todo tranquilo viendo el juego de las nubes enganchadas en el Santa Bárbara y en Sierra Nevada. Por contra, toda la zona de Castril, Pozo y Cazorla están limpias. Sólo la Sagra aparece también cerrada.
Tras el atracón, con los labios agrietados decido emprender el regreso. Para ello elijo el descenso por la línea más directa y, evidentemente, de mayor pendiente. Esto es una de las ventajas de ir solo — bueno, con Moss — y es que puedes comerte todos los marrones que quieras sin sufrir.
Y así, esquiando entre piedras sueltas, saltando entre los canchales y rodeando los espinos y rosales llego a la altura del bosque y de ahí a un carril que viene desde el cortijo de los Corvos. Ya sólo me queda un alpargate bueno de 3 kilómetros hasta la venta Vicario.
Al llegar entro para tomarme un café y coger agua para Moss. Converso un rato con la dueña y me pregunta amablemente. Intercambiamos experiencias y me cuenta que ella también ha subido muchas veces al pino de la señora. Le explico que la próxima vez que vuelva por la venta me comeré un buen par de huevos fritos con patatas y se queda conforme. La próxima vez.
fotos
en la sierra de baza

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Ufff, qué decir. Qué bonito es el color del otoño y cómo sabes captarlo. Un saludo y hasta la próxima.
La cámara: d80. No hay más truco 🙂
Por cierto ayer me quedé bloqueado en los colores del otoño. La ruta parece bastante asequible, de buenas vistas y buenos paisajes y un sitio sin mucha «vida humana». Y sigo pensando lo mismo, dependiendo de la cámara que lleves, sabes captar los momentos, los colores y la grandeza del monte. Ahhh y espectacular Moss.
La ruta es asequible, a menos que haga malo o que la cota de nieve esté baja… la orientación es un pelín compleja a partir del pino de la señora, pero nada grave… Y tienes toda la razón con Moss: es fotogénico el bicho.
Que bonita la sierra en Otoño, parece que te salio un día placentero junto con tu colega Moss, el color de su pelo combina muy bien con el hambiente otoñal que reflejan tus fotos ( el pelo de Moss quiero decir)….y ya sabes cuando viejes y veas las montañas que te faltan no te ansies, ya las subiras todas, tienes edad para pensarlo el problema es para mi que empece tarde y ya no me da tiempo.
Un saludo.
Kiki.
Si es que me dan las ansias y quiero subirlas todas jejeje…
No, no, eso era de joven… ahora prefiero disfrutarlas una a una, y despacito 🙂
Más o menos hace un año, hice exactamente la misma ruta, tambien estaba muy bonito el otoño, (quizás algo más pasado que como lo has pillado tu). Lo malo es que había niebla y lluvia, pero lo bueno, que nos hartamos de encontrar guíscanos.
Jejejeje… al mal tiempo buena cara… o buen estómago.
Vi esa ruta en el blog de Andrés… la verdad es que es una montaña muy disfrutona y una actividad completa, con barranco, cima y bajada con vistas.
Mira que he pasado veces por la A-92 y siempre que paso pienso tengo que ir a la Sierra de Baza, pero al final nunca voy. La ruta que hiciste me viene al pelo para ir entrando en contacto con esta interesante sierra, espero que esta vez no se demore más mi visita a la sierra de Baza. ¡Ah! Me ha gustado mucho lo de los «arces incendiados de color», ojala que el único incendio que sufren nuestros bosques precisamente fuera el incendio más natural, el del otoño. Un saludo.
Ojalá Ginés, ojalá…
Para un máquina como tú que conoce tan bien la vegetación Baza es inexcusable, así que no te demores mucho más… y está mucho más cerca de lo que parece 🙂
Que razón tienes Jose , eso de pasar una y otra vez por tantas y tantas montañas y parajes pendientes de ser explorados por uno mismo, el caso es que baza sigue siendo de mis pendientes, ahora le estoy tirando mucho a la zona de bacares y filabres, tiene mucho que enseñar, y esta cerquita, claro esta que nuestra y vuestra sierra del segura es mi favorita , y aun quedan muchos rincones……………. Moss esta pletorico, saludos a la family………
Tenemos nuestras favoritas pero eso no quita que nos movamos y descubramos lugares nuevos… así cuando regresamos a casa disfrutamos el doble 🙂
Un abrazo Diego.
PD. Preciosas las fotos del Segura.
Excelente ruta y que bonita es la sierra en otorño. Sin duda, la mejor época del año. Veo que la hiciste acompañado de Moss y nadie más. Yo resumiría las fotos en una sola palabara «complicidad».
Un abrazo.
‘Complicidad’
Eso es Paco. No se podría decir de forma más precisa.
Un abrazo.
Muy buena excursion en el momento oportuno, el colorido es explendido.
—Yo he pasado tambien muchas veces en mis tiempos por esa zona cuando estaba la carretera antigua (quien me iba a decir que a la vejez me iba aficionar a la sierra…).
—El que esta que «se sale» como decimos en el argot deportivo es MOSS estsaprecioso entre el paisaje.
—Un ultimo apunte, como se nota que aun en la distancia te atraen «Los Agrios.
—Un abrazo
‘Los agrios’ sabes lo que significan para mí… esos perfiles no se olvidan nunca. Te gustaría Baza a ti, así que ya sabes que tienes sierra para dar y regalar… y para no aburrirte.
Moss está aquí dándome follón para que lo saque a pasear ahora mismo 🙂
Más razón que un santo tienes amigo. ¿Cuántas veces se nos
van los ojos detrás de las montañas a través de las ventanillas de un coche’?
Me alegro que tu paciencia tuviera justa recompensa. Buena
entrada.
Un abrazo.
Gracias Paco. Lo que es menester es que aunque se nos vayan los ojos, no los quitemos mucho tiempo de la carretera 🙂
Un abrazo.
He estado un tiempo fuera de onda y no he tenido tiempo últimamente de ver con detalle tus peripecias a pie y en BTT. Voy a ponerme al día pues, como siempre, es gratificante leer tus rutas acompañadas de los magníficos reportajes fotográficos que las acompañan. Me ha gustado especialmente (tal vez sea por que es asequible de hacer por mi) el del puntal de la Misa, Las Gorgollitas y Los Paulinos.
Te recuerdo que tenemos pendiente una marcha por el Calar del Mundo u otra similar
Saludos
Hola Paco… yo te sigo por el ‘foro blanco’ y veo que no paráis sacando rutas cada vez más originales y montañeras. Eso está muy bien. La ruta del Puntal es preciosa y la bajada muy intuitiva, precisamente para gente que se maneja bien como tú.
Lo del Calar está ahí y no se me olvida. De veras que no 🙂