sierra de Baza
octubre de 2009
dos días
28 km
1100 m
estable, templada
recorrido de fácil orientación por viejas veredas, algo de campo a través y pistas forestales; agua junto al refugio de los Prados del Rey
pincha aquí para ver el croquis
ver el track en wikiloc
El sueño de cualquier buen montañero varonil y con los bolsillos de la mochila cargados de testosterona es irse de travesía en una expedición formada únicamente por mujeres. Los sueños, aunque en general no ocurre así, pueden cumplirse y este fin de semana me ha tocado a mí: me voy a la Sierra con dos mujeres de armas tomar: Lourdes y María del Mar, María del Mar y Lourdes.
No contentos con el dúo mujeril, pretendemos subir hasta la mismísima coronilla de una tercera damisela, pero no una mujer terrenal de carne y hueso, no… mucho ojito que estamos hablando de una santa: ni más ni menos que la patrona de mineros y artilleros — por eso de los truenos — que da nombre a la culminación de la Sierra de Baza en un orgulloso picacho, una montaña humanizada cuyas vertientes están pobladas de un bosque maduro de pino silvestre más propio de Urbión que de estos lares dándonos una idea de lo crudo que fue ser minero aquí en estas alturas inhóspitas y expuestas al cielo.
El Santa Bárbara es una montaña a la que se puede acceder con extrema facilidad gracias a una pista que sube desde la misma Baza y que supera los dos mil metros. En estricto sentido, un buen montañero y economista se ahorraría derroches físicos innecesarios y accedería a la misma cumbre salvando los escasos 250 metros de desnivel que hay desde los Prados del Rey hasta el pilón del vértice geodésico. Pero nosotros no somos así, nosotros miramos la montaña con respeto, la contemplamos como un todo: no sólo es la cumbre, son los valles, los vericuetos de la roca y el viento, las laderas, los arroyuelos, los cauces, los bosques, los cortijos derruidos, las minas abandonadas… son todos estos elementos los que le confieren un valor exclusivo a la cima y, subiendo en 4×4, gastando apenas dos horas desde la A92, uno no aprecia nada. Esa es nuestra opinión.
Así que, lastrados por esta forma de pensar tan cansada y talibán, decidimos una aproximación en toda regla. Nos citamos con la Sierra en las Juntas, pequeña aldea en la ribera del río Gor para acceder al corazón de la montaña salvando más de 15 kilómetros de distancia y 1000 de desnivel. En el programa está el caminar por el cauce del Gor, visitar viejas cortijadas ya abandonadas y remontar por bosquetes de pino silvestre buscando los bucólicos Prados del Rey. Una vez allí, bajo la atenta mirada de la Santa, pasaremos la noche y, con el nuevo día, le tiraremos a la cumbre y regresaremos por otro camino… pero vamos por partes que se nos amontona el trabajo.
Algo bueno tiene que tener esto de subir las montañas desde abajo: lo bueno es que uno lo vive todo. Y ahora toca otoño. El río Gor nos regala un bosque galería íntimo, acosado por laderas de vértigo que descienden desde el Calar de las Torcas y el Cerro de los Frailes. Por ese universo uno-dimensional de vida caminamos aprovechando una vereda abierta desde tiempo inmemorial: la que comunicaba los cortijos de los Pulidos con las Juntas.
En algunos tramos, la vereda está literalmente colgada en las laderas empinadas que conforman el cauce y muchos desprendimientos la interrumpen e incluso la pierden. Cuando así ocurre nos vemos obligados a caminar por el cauce siguiendo una traza muy evidente de ganado y una canalización subterránea que abastece de agua a las poblaciones río abajo.
Cuando llegamos al molino de los Pulidos paramos a comer y a dormir la siesta. Ir con mujeres es ventajoso: apenas huelen, cuidan muy bien el tema culinario y, si las dejas solas, se anulan conversando durante horas y horas de suerte que uno puede dedicarse a la meditación y el embelesamiento. Así que yo las dejo a ellas a su aire, me sacan medio kilómetro en la pista que se dirige hacia los Prados del Rey, pista que hemos ganado con mucho esfuerzo mientras hacíamos la digestión. Ahora mismo las estoy viendo reírse mientras yo maldigo mi suerte porque tengo los riñones reventados de la mochila. Miro a Moss y le digo: colega, pronto te voy a pillar unas alforjas y te va a tocar llevar tu pienso y tu agua.
Al caer la tarde llegamos a los Prados del Rey y nos encontramos con un pastor que va de recogida. El hombre para el 4×4 y se nos acerca. Le preguntamos por el refugio del Pozo de la nieve y se le tuerce el gesto. Tiene el ganado por allí y no le hace ninguna gracia que vayamos para allá y encima con un perro. Le explicamos que el perro va sujeto siempre que vemos ganado y que por las noches duerme atado pero no parece tranquilizarse. Nos cuenta que le han matado ya varias cabras los perros que la gente trae al monte y que no quiere perder una más.
Cuando tocamos el tema del agua nos dice que en la fuente próxima al refugio no cae agua y yo le digo: ¿ninguna? Es un buen hombre y no le gusta mentir… dice que cae un hilillo… pero le cuesta afirmarlo y nos ofrece otras fuentes e incluso un cortijo para pasar la noche. Todo con tal de que no vayamos a dormir allí. El caso es que en nuestros planes está el pasar la noche en el refugio así que no vemos motivo para renunciar — renunciar supondría, como poco, una buena caminata. Viendo que no nos iba a convencer, el pastor nos acompaña al refugio y nos indica donde está la «habitación de fortuna». Entramos, es pequeña y está sucia, pero hay chimenea y estaremos bien allí. Le intentamos convencer de que el perro no va a causar problemas y, finalmente, se va para el valle no sin antes dar careo a sus cabras para que busquen un sitio lo más alejado posible para pasar la noche.
Nos quedamos solos por fin y exploramos los alrededores. Nuestro refugio de fortuna es una pequeña pieza de una enorme casa que, en teoría, está cerrada — hay que pedir las llaves en el ayuntamiento de Baza. Nos acercamos a la puerta principal y la cerradura está reventada: la puerta está abierta. Entramos y hay un salón limpio, con una gran chimenea y mucho espacio. Nos vamos a quedar aquí. Encendemos el fuego, cenamos como reyes y, ante una invasión de «cortachuchas», decidimos montar la tienda sin doble techo para aislarnos de los bichos.
La noche transcurre tranquila, entre las caderas de Lourdes y el lomo de Moss que, aparte de atufarme y llenarme de pelos, me calienta como el mejor de los nórdicos. Salgo un par de veces a aliviar la vejiga y la noche me regala un cielo bestial, una luna menguante sobre el Santa Bárbara y el titilar de las luces de los molinos eólicos que hay en la A92 a su paso por Baza.
Al día siguiente, tras el desayuno remontamos la pala sur y ganamos la cumbre de la Sierra de Baza. El Santa Bárbara tiene unas panorámicas espectaculares, totalmente novedosas para mí de Sierra Nevada — donde Alcazaba y Mulhacén se solapan — y la zona de Segura y Cazorla, destacando especialmente la blancura de la espina caliza del Rayal en su estrepitosa caída hacia el Guadiana Menor. Nos sentimos muy bien aquí arriba, con la cima bien ganada tras una subida íntegra, respetando los límites naturales de la montaña, desde sus primeros pliegues, pero ahora hay que regresar.
Recogemos las mochilas que habíamos escondido en una sabina rastrera y buscamos el barranco de la Fonfría, lugar especialmente umbroso y oscuro donde disfrutamos de un bosque maduro de pino silvestre y otras especies típicas de lugares tan fríos como serbales y arces. Un poco antes del refugio del Cascajar paramos a comer en una fuente. Nos hacemos un poco de pasta y nos relajamos con los caducifolios y el sonido del agua. Esto se está acabando.
Volvemos a ganar el cauce del río Gor descendiendo por los cortijos de los Pulidos, todos ellos derruidos y tristes por su destino. En el suelo sólo sobreviven matorrales espinosos que se protegen de la voracidad del ganado. Vemos a otro pastor pero éste ni nos habla. Le arranqué tres monosílabos. Está claro que no les hace mucha ilusión vernos con un perro por aquí.
Finalmente desandamos nuestros pasos por el río hasta llegar al coche. Son las seis de la tarde del domingo, detrás quedan 30 kilómetros de Sierra y unos 1000 metros de acumulado con los armarios a cuestas. Las mujeres se han portado de maravilla, estoy muy orgulloso de la dos, me han dado motivos de sobra para repetir. Esta entrada está dedicada a ellas: ojalá que tengamos la suerte de seguir subiendo montañas juntos desde abajo y es que, sin esfuerzo, no hay logros.
fotos
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en la sierra de baza

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Cómo me gusta que rescates estos posts para recordarlos yo también 😉 Me trae muy buenos recuerdos la primera parte hasta el cortijo de los Pulidos, esa zona es condenadamente bonita, salvaje, con esos restos de pasado reciente que hacen pensar e imaginar… El relato, las fotos y la ruta en sí, como siempre, una maravilla!!
Muchas gracias María del Mar. Yo tengo muchas ganas de volver a este entorno en el próximo octubre para hacer bastantes fotos y ascender el Calar de Rapa que creo que es el único de los grandes de la zona que todavía no he hecho. Baza sorprende siempre y además está relativamente cerca de casa. Eso ayuda mucho a repetir 🙂
Pues precisamente al calar de Rapa subimos nosotros remontando el arroyo de Gor. Creo que la ruta la hicimos en primavera y en otoño tiene que ser aún más bonita… Qué buenos planes te marcas 😉
Nos encanta, nos encanta 🙂
megusta el sur.
Genial la ruta y la época adecuada. Has sido mi inspiración, aunque no he seguido exactamente tu misma ruta, ya que la hemos hecho en un sólo día.
La puedes ver la ruta aquí
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=589196
y las fotos aquí.
http://picasaweb.google.es/avhinojosa1/20091025SierraDeBazaSantaBarbaraBoleta#slideshow/5396664096151961426
La ruta y la compañia fue de lujo, pero me falta esa capacidad narradora tan particular que tienes.
Gracias y sigue explorando nuevas rutas para que los demás podamos disfrutarlas también.
Hola Abelardo.
La verdad es que Baza (y Filabres) tienen muchas posibilidades así que últimamente mis «exploraciones» se están decantando hacia esos macizos… Me ha gustado mucho la ruta que habéis hecho, montañera, con esa subida al Santa Bárbara por la Norte, haciendo además la Boleta como bonus-track y bajando la Fonfría por el eje del barranco. Es una circular muy interesante, así que te digo lo mismo que tú a mí: «sigue explorando nuevas rutas para que los demás podamos disfrutarlas también». Tú también eres un explorador de pura cepa y a tu wikiloc me remito 🙂 En cuanto a la narración, simplemente es que tengo muuuuuuuuuucho rollo. Un saludo, gracias por visitarme y hasta pronto!
Entré para comunicarte que, hoy, publiqué el texto que te copié en su día -creo que te lo dije-…
* octubre 18, 2009. Aldeas de Santiago-Pontones: J. A. Pastor Glez.
(Copiado del blog de José Antonio Pastor González que lo publicó el 05.06.09. ME UNO a este HOMENAJE que brinda a las -unas de las- sierras del sur de la península y a los serranos que las habitaron en convivencia pacífica con el medio. PAQUITA)
(…)
… compruebo que sigues narrando ameno y divertido ¡quien da más?
Besos y Felicidades. Las sierras del sur me son desconocidas, siempre tuve predilección por el norte, por el verde… con la edad me abro cada vez más a todos los «registros».
Seguiré visitándote de cuando en cuando. PAQUITA
Has entrado en la dinámica cenefa + suegra + tupperware de comida hecha + compromisos y bodorrios + albañil sudoroso + vida de pueblo y ahora te quejas… Es que no puede ser… pero no te preocupes que os esperamos (a Belén la nominada también) para la próxima, echo mucho de menos esos gemidos… de dolor
JO, vaya envidia que me dáis. Quiero fines de semana libres a la de ya.
Estupenda ruta José. El otoño, mi estación favorita; solo por ver el colorido, ya merece la pena sufrir un poco, la recompensa es mayúscula.
Gracias por estos momentos que nos regalas, estas criando adicción en nosotros, después, si te pedimos mas, no te quejes.
Un saludo.
@luis: a mí me pasaba lo mismo, la he visto tantas veces por la autovía cuando voy a sierra nevá que apenas me fijaba… pero mira todo lo que esconde… ya estoy deseando volver 🙂
@sanson: ¿que tú eres de los todoterrenos? estás de coña sansón… si tú echas a andar y no hay quien te pare… el jabalcón estaba cerca cerca… y lo tengo pendiente 😉
@pepe: la próxima tianico, aunque tenga que saltarme una boda, un bautizo o lo que sea, me tienes en jerés… esto ya no puede continuar así… jejeje… un abrazo pepe
@mmar: tienes razón hija mía, estamos acabaos y no soy ni la mitad de lo que era… en cuanto a la lección, poco a poco la vamos aprendiendo… no te creas que eres tú sola la que tiene que estudiar
@saqura: amigo antonio, muchas gracias por tu comentario… que sepas que tengo muchas ganas de ir a segura y de que nos comamos allí un plato de choto… además esa casa tan guapa mmmmmhhhh… madre mía si yo fuera rico… 🙂
@jordi: efestivamente jordi, hay que caminar… el 4×4 para lo justo… bueno, ahora también para hacer las aproximaciones con los biberones, las sillitas y todo el menaje del bebé… pero sólo por eso te lo permito 🙂
@lourdes: eres una fresca… no tienes ni un rasguño ni agujetas y ya te estás quejando… la próxima vez llevas tú la comida del perro
@quien olvidó su nombre: pedid pedid… a mí me encanta esto… madre mía si me pagaran jejeje…
De muñeca a muñeca:
Mi querida Barbie, nos ha dado por el monte y no es lo nuestro. Queremos impresionar al «Cumbre Macho» y lo único que conseguimos es quedarnos más tiesas que la mojama unos cuantos días. Es lo que tiene ir buscando dolor…y encontrarlo. Pero algo bueno siempre queda, y ese dolor nos ayuda por unos días a olvidar el resto de mundanas cosas que nos rodean, porque no nos podemos concentrar más que en los pinchazos que nos dan a cada paso los músculos ya fríos. No obstante, en nuestro afán de superación y/o vigorexia actual, lo mismo hasta repetimos pronto. Ya contamos contigo.
Besos de la «Muñeca Cumbre» y del resto de la «cumbrefamilia».
Que bonito, de verdad!!… como bien dices, las montañas son mucho mas que la cumbre, son el camino que llega hasta ella y muchas más cosas.
Mira que tengo un 4×4, pero no le veo la gracia de subir a cumbres con él. Lo uso exclusivamente para acercarme al inicio de mis caminatas. Eso de ir por la sierra con el espantoso ruido del motor de fondo me tortura. Nada como caminar o ciclear.
saludos!!
¿Prosa poética?. ¿Lírica épica?. Un poco de todo, salpicado con el condimento de esas hermosas fotografías. ¿Qué más puede pedir un lector de sensaciones?.
¡Y vaya lujo de compañía estrogénica para un varón, como tú dices, con los bolsillos cargados de testosterona!.
Y lo de quedarte rezagado, no me extraña, con ese armario que llevabas a las espaldas. Yo hace años que abandoné esos mochilones y paso de llevar hornillo y toda la impedimenta. Y con lo pantagruélico que soy apenas llevo ya comida en aras de que no me falte el líquido elemento.
Con la excusa de tirar fotos a diestro y siniestro llego unos minutos más tarde que los demás, y así disimulo con elegancia mi falta de fuelle. Con decirte que a veces me pongo a enfocar únicamente para tomar un par de bocanadas de aire…
Pero a ti aún te queda mucha cuerda para darle a las patas y a los pedales.
Un saludo, ¡campeón!.
Madre mia, qué sufrimiento más reconfortante!!!!!!!! si, reiros pero tengo un lumbago que te cagas de un tirón que me dió en una de las bajadas a rastra culo; esta mañana no podía ni vestirme (una inútil total. Pero bueno, es lo que tiene ser «pikillera», eso sí, agujetas ningunas, estoy hecha una máquina…… bueno y Lourdes, por supuesto; Sifo, a ti te tengo que decir que los añitos se van notando porque rezagado ibas y tus riñones, de vez en cuando, pedian un descansillo (ya no eres lo que eras, reconócelo.
Bueno, me encantó la salida, lo sabes porque te le he dicho muchas veces; me encantó sufrir, porque después de todo sufrimiento hay una lección que aprender, ya sabes.
Besicos a los tres.
Tú a dar envidia y a recordarnos a todos que las cosas bonitas están al alcance de la mano, sin necesidad de ir muy lejos.
Gracias una vez más y sigue tocándonos la conciencia
pepe
—Que suerte tienes, conocer el terreno palmo a palmo, no tener ningun problema en el, una buena compañia, Moss parece que sabe ya que le van a fotografiar, en fin y para culminar el relato de la ruta y las fotos, todo impecable, Jose Antonio, si sigues asi, vete pensando en publicar algunos libros pues tendrias gran exito.
—Algunas zonas me han recordado al Jabalcon (yo soy de los todoterrenos), y todo el entorno ese de la zona de Zujar.
—Un saludo
Vaya, que sorpresa!!, tantas veces que he visto la sierra de Baza desde Cazorla y no me la imaginaba tan bonita. La tengo pendiente.
En un puente y sólo te has encontrado a dos pastores, !que diferencia con cazorla!
Veo que allí el Otoño está más avanzado, has elegido la mejor época para ir.