Introducción
Hay un lugar en la Sierra de récords pluviométricos: me refiero al sitio en cuyas laderas viven acebos, avellanos, helechos y robles de hoja ancha. Un lugar que recibe el embate de todos los temporales, los de Levante y los de Poniente; ese lugar es un rincón privilegiado en el que resisten acosadas por el desierto, los cambios climáticos y las sequías especies arbóreas únicas en estas latitudes. En estos pagos, la especial geometría de las montañas, su privilegiado enclave geográfico expuesto a todas las borrascas, provoca que las nubes sean generosas. Y tanto es así que tienen a bien desparramar más de mil de litros al año en cada metro cuadrado de las entrañas de esta zona de la Sierra. Sólo Grazalema supera estos registros en el Sur — y también en el Norte — de España.
Este sitio es para mí un refugio en el más amplio de los sentidos. Es el gran verde donde uno se sumerge y encuentra su sitio, como le pasaba al protagonista de la película de Luc Besson, le grand bleu, cuando se sumergía a pulmón libre buscando, más que récords, su verdadero lugar en el entramado de las cosas.
Volví al gran verde aprovechando unas mini-vacaciones. La meteorología fue generosa y arreciaron los fríos y las tormentas. Fue nuestra última cura antes de la canícula. Y esto lo digo con razón: ahora mismo, mientras escribo, allá afuera aprietan casi los 40 grados. Doy las gracias porque llegamos a tiempo.
Escogimos una casa en los Prados de la Mesta. En esa azarosa empresa que es siempre la búsqueda de casas rurales esta vez tuvimos suerte y fue una estancia agradable. Los dueños — también llevan el Hotel Río Madera — nos trataron bien y pusieron facilidades como vendernos cervezas, pan, jabón de lavar y papel del wáter, bien preciadísimo en estos sitios adonde no llegan las modernidades. Mejor tener para limpiarte el culo que cuatro rayas de cobertura: esto último es secundario.
Para terminar, y antes de las fotos y las reseñas de las actividades, un poco de lagrimeo: quiero dar las gracias a Marién, Bernardo, Raquel, Javi, Belén y Lourdes por su buen hacer… aprendí mucho de «hierbas» y cocina con vosotros y he de reconocer que este test previo de convivencia para lo que se nos viene encima no ha sido tan catastrófico como me temía. De todos modos, me ratifico en mis nominaciones y señalo a Belén y Raquel para que dejen la casa cuanto antes. ¡Ah! Y a Javi decirle que no se busque excusas baratas y dolores de parto inexistentes para librarse de la bici, que tiene que afrontar su destino.
Paz y amor.
Paseo por el Calar de los Caracoles
Llegamos el sábado al mediodía tras un pequeño problema con el coche. Tras la comida una siesta de dos horas para despresurizar y relajarse. Y después un paseo por el GR147 que sube desde los Prados de la Mesta hacia el Calar de los Caracoles. De ahí nos adentramos hacia el collado que separa este calar del de Peñarrubia pensando en ascender a la Peña del Engarbo. Una tormenta nos lo impidió. Unas fotos:
Ascensión al Yelmo en BTT
Esto, en el fondo, es una concentración ciclista por motivos que explicaré en el próximo post. Así que enganchamos las burras y nos planteamos darnos un paseo. Al llegar a la C.F. de Navalcaballo la peña se anima y quiere tirarle al Yelmo, una montaña que ya visitamos estas Navidades a patita y que quieren repetir con la bici. Pues venga, vámonos para allá. El tema está en que las cuestas sobre dos ruedas no son lo mismo que andando. Los resoplidos dando pedales son más fuertes y también los dolores. Pero el grupo estuvo a la altura del desafío y con mayor o menor dignidad se vaciaron para justificar la cena.
Ascensión al Cerro del Poyo Alto desde los Anchos
Amanece gris y oscuro. Cambiamos la bici por las botas de montaña y nos acercamos a los Anchos. Queremos explorar un poquito el GR que pasa por allí en dirección hacia la Fuente del Esparto. Disfrutamos de las flores, los helechos, las aguas abundantes que vienen desde lo alto del Calar del Cobo… el GR apenas marcado nos remonta por espolones aéreos hasta colocarnos en la divisoria y ganamos vistas al valle de Anchuricas. Hacemos algo de cresta en dirección Levante para ver si es practicable esta divisoria hacia el Cobo. Así llegamos a una brecha que no parece ser transitable desde la cresta pero sí si uno se acerca desde las laderas. Desechamos pues la posibilidad de seguir en esta dirección y buscamos el Poniente. El día se arregla y, tras el almuerzo, nos planteamos subir a lo más alto de la cuerda: el cerro del Poyo Alto.
Tras un paseo por la umbría y por jorros semiolvidados aparecemos en el collado cimero. De ahí, un poco más de monte a través y unos metros de roquedos y arista para llegar a la cumbre. El descenso lo hacemos por un sitio distinto, arriesgándonos, pero nos sale perfecta la jugada. Completamos una circular perfecta y con unas vistas para mí inéditas y originales de Anchuricas.
Paseo por el Espino y las Herrerías del río Madera en BTT
Estamos reventados del pateo de ayer pero nadie dobla la rodilla. En el desayuno nos planteamos un breve paseo y nos lanzamos a explorar la zona del nacimiento del Madera y el Calar del Espino. Subimos otra vez hasta Navalcaballo y luego nos metimos por la pista forestal del Arroyo de la Fuente del Tejo ascendiendo hasta el Collado del Ventano para asomarnos a la cuenca del Tus. Luego nos tiramos por un carril hacia el nacimiento del Madera y de ahí recuperamos la carretera.
En poco más dos horas habíamos finiquitado la etapa muy disfrutona aunque con un breve tramo en mal estado. Recogimos los bártulos y para casa muy, muy cansados.
fotos
en la sierra de segura

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Jejejeje… bueno, sabes tu que mis verdaderos dominios son los de la zona de Alicante, pero en Segura de la Sierra tengo una «chocilla» que me sirve de campo base y me permite hacer excursiones por aquella zona.
Saludicos!!
Hola a todos… siento haber tardado en contestar pero este mes está siendo de infarto agghhhh!!!! 🙂
A ver, a ver…
@pepefeo: efectivamente pepe, estamos preparando algo para este verano en grupo, muy pronto lo anunciaré en el blog…
@jordi: ¿cómo que tus dominios? jejeje 😉 Tienes razón con lo de los Negros, es un lugar perfecto para una comida en el campo… no fuimos al museo de los Anchos porque nos metimos en la sierra y al bajar ya era tarde… en otra ocasión…
@belen: ya te he retirado la nominación y se la he pasado a bernardo
@sansón: moss no pudo venirse, todavía no se ha inventado una bici para perros, pero todo llegará…
@moro: lo de la lírica visual me ha llegado, sobre todo cuando lo dice un profesional como tú 🙂 gracias moro, poco a poco, pero lo mío creo que no es la fotografía… estamos aprendiendo únicamente
@saqura: gracias por tus indicaciones amigo antonio… a ver, lo del collado de góntar es una pasada y es un sitio al que voy mucho con la bicicleta… lástima por el incendio del año pasado pero afortunadamente fueron pocas hectáreas… gracias por la aclaración del gr… en cuanto a tu pregunta, no está complicado para nada, el gr, pese a tener pocas señales, avanza por los lugares más lógicos y sólo hay un collado practicable… desde los anchos tiras para el cementerio y de ahí para arriba no hay pérdida…
Salu2 a todos y gracias por los comentarios.
Je, je. Me despisto unos días sin pasar por aquí y te marcas unas cuantas rutas para nuestro disfrute. Coincido en que esa zona de Río Madera-Navalespino-Las Acebeas es una de las más interesantes y entrañables de la Sierra de Segura.
Fijo que lo conoces, pero por las dudas te recomiendo el collado de Góntar y los tres carriles que en él coinciden: uno viene de la Fuente del Tejo y Navalespino, otro de Peguera del Madroño y el Anchuricas, y el tercero de Los Anchos, amén de las sendas que se pierden hacia los Huecos de Bañares. El collado de Góntar a mí me resume varias esencias de la Sierra de Segura.
Únicamente una puntualización, José Antonio, a lo que a buen seguro es un pequeño lapsus: en un pie de foto mencionas el GR-147 como «sendero de la trashumancia»; ése es el GR-144 (de Rambla Seca a Beas de Segura); al GR-147 se le conoce como «sendero de la sierra profunda».
Y ya que hablamos del GR-147, ¿está muy complicado para subir desde Los Anchos a la Cuerda del Mosco y bajar a la Fuente del Esparto?. Lo digo porque es uno de mis proyectos en solitario para este verano.
Jordi: efectivamente, desde que la han asfaltado, la pista del Yelmo ha perdido parte de su encanto; pero siempre nos queda el poder tomar la senda marcada como PR-A 194.
Un saludo.
Hola Jose Antonio,
El color verde. Una de las tareas más difíciles de los pintores de paisaje es reproducir con realismo los matices verdes que la naturaleza crea. ¿Te has fijado en lo maravilloso del color verde? En serio. Es impresionante: texturas, tonos, relieves… contrastes.
El gran verde, si señor. Un adecuado título.
Es curioso, hay quien dice que toda esta maravilla es una casualidad, jejeje. ¿No tiene acaso toda obra de arte un artífice?
PD.: veo que has encontrado tu propia lírica visual: ya tienes un estilo propio. Me vas a dar muchas alegrías en forma de imagen… e dicho.
—Como siempre te lo montas de primera ya me gustaria a mi ir en bicicleta por esos refrescantes sitios
— Buena entrada y descripcion y preciosas fotos (en las que echo de menos a Moss)
—Un saludo
Oiga usted, ya está bien de nominarme, que me porté muy bien. Y Raquel es una santa, así que te van quedando pocas excusas. Tongo.
Por si acaso, ENVIA Salvar Belén a 5543
Vaya vaya!!… de paseo por mis dominios!!
Escogisteis un buen lugar para pasar unos días, además disteis paseitos muy disfrutones… ¿¿no visteis el museo de Los Anchos??, es buenísimo!!, os lo recomiendo.
Al Yelmo no he vuelto a subir desde que me dijeron que lo habían asfaltado… que pena!!
En fin Río Madera es de lo mejor… no hay nada como una comida con amigos o en familia en el Área de los Negros.
Saludos!
Enhorabuena por esos paseos en grupo, ¿estais preparando algo especial para el verano?. Saludos desde Zrgza.
pepe