Datos técnicos


Distancia

15 kilómetros

Desnivel

960 metros

Tiempo

5 horas

Sugerencias

Especial atención si hay poca visibilidad pues es complicado orientarse en la parte superior del Calar.

Observaciones

Una ruta muy abierta en la que es preferible evitar los días con mucho calor. Tampoco es recomendable hacerla con viento ya que en la zona superior apenas hay vegetación. La orientación es delicada en algún punto.



Intro


El Calar son palabras mayores — observemos que ni siquiera hace falta ponerle apellidos, es el Calar a secas mientras que los otros son el de la Sima, el del Espino, el del Cobo, el de las Palomas — y eso ya se advierte la primera vez que uno mira la hoja 866 del mapa del Ejército. Una franja de trazos negros en diagonal ocupa más de 70 kilómetros cuadrados e indica un territorio áspero y hostil alejado de la placidez de los valles. El Calar como espacio se encuentra a caballo entre Jaén y Albacete aunque la mayor superficie está en esta última provincia.

Zona más despejada

Como plataforma prácticamente llana, el Calar presenta varias prominencias destacadas que aceptan el apelativo de cumbre. Las dos que merecieron ser distinguidas como vértices en el sistema geodésico nacional son el pico Calar del Mundo al sur con unos 1630 metros y el pico Argel al norte rayando los 1700. Entre medias y desparramadas por todos los puntos cardinales existen otras cotas más o menos altas como el pico Viboreros y el puntal de Raspilla que también rondan estos metros aunque no son tan visitados.

Tejo en la superficie del Calar

La ascensión que proponemos tiene la dificultad ideal para disfrutar la jornada completa en plan tranquilo. Además, encontraremos varios alicientes que nos motivarán: de un lado, el bosque casi atlántico de robles, avellanos y arces en la ladera norte del Calar; de otro, el espléndido descubrimiento de un tejo milenario justo en la plataforma del Calar, en el límite de la vida y, finalmente, las panorámicas infinitas que se abarcan hacia el sur desde el Balcón de Pilatos.


Reseña


Para el acceso en vehículo tomamos como referencia la localidad de Elche de la Sierra. Debemos coger la carretera autonómica CM412 hacia Riópar y nada más comenzar el descenso del puerto del Peralejo, estaremos atentos para detenernos en el cruce de la carretera a Mesones. Allí mismo podemos dejar el vehículo y comenzar la excursión adentrándonos por el carril que remonta el arroyo de la Celada (curva de la vieja carretera, casa derruida).

Otra opción interesante puede ser acortar la aproximación adentrándonos por el carril unos metros — apenas ronda un kilómetro — y dejar el coche en algún lugar amplio cerca de la Fuente de la Guitarra que reconoceremos por una balsa inconfundible que nos explicará el motivo de tan curioso topónimo.

Embalse de la Fuensanta

Desde la misma balsa comenzamos caminando por el carril y ganándole metros a la montaña. Mientras entramos en calor seguimos las evoluciones de la pista que sube con leve pendiente y nos colocamos en la ladera norte de la sierra del Cujón. Pronto encontraremos un cruce con un carril secundario que se separa a la derecha y que desechamos — se dirige a lo alto del Calar, al Pozo de la Bomba.

El horizonte

Unos 300 metros más adelante encontraremos un nuevo cruce con una pista de mayor rango. Se trata de la pista que recorre a media ladera toda la cara norte de la mencionada sierra del Cujón. En dicha intersección con forma de T, tomamos a la derecha hasta que alcanzamos en apenas 700 metros el cortijo de Segundo emplazado en un lugar idílico con las ventanas pintadas de azulete.

DSC_0091.jpg

A continuación, cruzamos el arroyo de la Celada y nos ponemos en la margen orográfica izquierda donde encontraremos un pequeño carril. Éste también se puede coger nada más salir del cruce en forma de T a la derecha y avanza en paralelo a la pista principal por la que hemos venido tras cruzar el arroyo unos metros más abajo.

Sol

En cualquier caso, el carril nos acercará en menos de 200 metros a una nueva bifurcación con forma de Y. A la izquierda (señalizado) se asciende hacia el «Balcón, las Quebradas y el Calar» mientras que a la derecha tomaríamos hacia el «Tejo y el Calar». Nosotros optamos por esta última y nos adentramos por una senda deliciosa que remonta por el eje de un barranco hasta que, en unos pocos minutos, se sale por la ladera sur buscando el lomo de uno de los espolones que desciende desde lo alto de la plataforma del Calar.

Enfrente, la sierra del Cuquillo (¿O es Cujón?)

La espesura del bosque comienza cada vez a ser menor y ganamos perspectivas hacia el norte y el sur. A nuestra espalda también podemos admirar el espléndido pinar que atesora la sierra del Cujón. Pero nos interesa más estar atentos hacia la dirección de la marcha que llevamos que es netamente al oeste. Así continuamos remontando metros hasta que la senda abandona la parte más elevada del espolón y se interna en la ladera norte para trasponer hacia un llano donde ya adivinamos la magia del tejo milenario y su espectacular mirador.

Detalle de las hojas del Tejo

Una vez que hemos disfrutado de este magnífico ejemplar seguimos remontando hacia el oeste hasta ponernos en la misma plataforma del Calar. Aquí hallaremos un carril que, en dirección suroeste, nos va aproximando a la máxima altura, el pico Argel, al cual ya subimos monte a través. Aún cuando esta montaña siempre ha tenido vértice geodésico, de unos años para acá está totalmente derruido y, a día de hoy, sigue sin ser arreglado.

Para el regreso, si el día es bueno y despejado, podemos optar por realizar un descenso alternativo con el aliciente de asomarnos al Balcón de Pilatos y disfrutar de nuevas vistas. Para ello tomaremos dirección hacia el este, descendiendo del Argel hasta un primer collado. Allí, por la ladera sur nos iremos aproximando, tras cruzar un amplio valle, al reborde sur del Calar fácilmente identificable por tener paredes infranqueables y ganar vistas hacia la aldea de las Quebradas.

Las Quebradas otra vez

Finalmente, continuaremos por esta divisoria siempre con panorámicas aéreas al sur — y tanto, encontraremos un promontorio que se conoce como Balcón de Pilatos con unas vistas que quitan el hipo — hasta llegar a una gran peña que nos corta el paso. En lugar de treparla la rodeamos por el norte acompañados de espléndidos ejemplares de pino blanco hasta que alcanzamos un collado que comunica las Quebradas con Mesones o, equivalentemente, la cuenca del Tus con la del Mundo. Aquí descenderemos hacia el norte por la senda que nos lleva de nuevo al cruce en forma de Y y ya sólo nos queda desandar el camino que hicimos anteriormente.


El río Mundo, principal afluente del Segura

Con una longitud de 150 kilómetros, una cuenca de 766 kilómetros cuadrados y un caudal medio de 20 metros cúbicos por segundo, el río Mundo es el principal afluente del Segura e incluso llega a aportar más caudales que éste en su confluencia aguas abajo del Camarillas.

El río Mundo nace precisamente bajo nuestros pies mientras hacemos esta excursión. Las precipitaciones se infiltran en el Calar del Mundo y afloran en el lugar conocido como ‘los Chorros’ donde nace oficialmente.

La etimología del nombre no procede del sustantivo referente a ‘mundo’ sino del adjetivo ‘mundo’ que es precisamente el antónimo de ‘inmundo’: limpio, lavado, claro…

El río Mundo recibe en el embalse de Talave (35 hectómetros cúbicos) por su margen izquierda las aguas provenientes del Canal del Trasvase Tajo-Segura. Aguas abajo se encuentra el embalse de Camarrillas de 36 hectómetros cúbicos de capacidad.

Sus principales afluentes son el río Bogarra o Madera formado a su vez por la unión de los ríos Madera y de los Viñazos o Mencal, y el río de la Vega de Riopar, todos ellos localizados en la sierra de Alcaraz.


Notas


  • Para los montañeros esta excursión se puede completar ascendiendo a la Sierra del Cujón. Para ello es preciso continuar por la divisoria Mundo—Tus hacia levante y pasar por un segundo collado que también comunica Mesones con las Quebradas. Como el terreno es bastante escarpado en la divisoria puede ser razonable descender hasta el cortijo de Segundo y remontar hacia el sur por el valle.
  • Existe en las proximidades del Balcón de Pilatos un nuevo tejo de extraordinarias dimensiones pero mucho más oculto que el anterior.
  • Es recomendable no abordar esta actividad con predicción adversa. La orientación en las alturas del Calar es realmente complicada por lo que se requiere buena visibilidad.

entradas relacionadas