sierra de la Sagra
diciembre de 2014
6 h
12’5 km
1200 m
estable, tibio
aproximación por sendas y algo de monte a través; entrada al corredor con un paso de III; corredor poco definido con pendiente moderada de 40 grados; terreno mixto divertido con buenos agarres
pincha aquí para ver el croquis
track aquí disponible
De las grandes montañas me gusta que son inagotables. Ya te puedes tirar yendo todos los sábados que no tienes por qué repetir itinerario para alcanzar la cumbre. Con la Sagra tengo un depósito que sigue dándome elevados dividendos cada vez que cierro el ejercicio en diciembre. Y así, procuro cada final de año anotarme una nueva muesca, una nueva rúbrica en la contabilidad montañera para que mis haberes — las ascensiones realizadas — crezcan tanto como mis deberes — todas las que me quedan por hacer.
Esta actividad la diseño desde casa buscando la mejor entrada al ‘rumardo’, un corredor que aparece como tal por primera vez en el clásico libro de Ángel Ortiz sobre la Sagra. El nombre se debe al coautor del volumen: Romualdo Doménech Brotóns. La aproximación habitual a este corredor que encuentro en Wikiloc y otros reportajes la marcan por la Loma Carrillo. No obstante, prefiero diseñar un recorrido aprovechando la autopista de caminos y sendas que se dirigen hacia el collado Blanco buscando el bosque vertical.
Nos plantamos en la montaña Juan, Félix y servidor un día tranquilo en lo meteorológico. Hace 5 días cayó una nevada graciosa sobre la zona pero no ha sido suficiente para darle a la Sagra el aspecto habitual de invierno en el que se asemeja a una enorme ballena blanca que refulge sobre el altiplano granadino. Caminamos rápido bajo los pinos blancos buscando la entrada del corredor. Estos dos van muy finos y me llevan con la lengua fuera a mí que estoy bajo de forma pero agacho la cabeza y procuro hacer pocas fotos para que no se me vayan.
En un momento dado dejamos el camino trillado hacia el bosque vertical y remontamos por un evidente jorro que busca las laderas occidentales de la Loma Carrillo. Esta zona es muy característica por el color blanquecino y porque el bosque presenta un claro muy acusado que se distingue desde las alturas y también en las fotografías aéreas. Nos encontramos ya prácticamente en la base de las paredes que defienden la montaña. A nuestra izquierda se adivina el Canalón Central y a la derecha la Canal de los Carneros. La vía que nos toca hoy debe situarse más o menos sobre nuestras cabezas. A por ella que vamos.
Sin abandonar el camino nos ponemos muy altos y ya los últimos metros los hacemos a trocha hasta ver el comienzo del corredor. Encontramos la montaña con la nevada reciente que no ha transformado y que además es muy escasa. Parece que vamos a pasear los pinchos. En fin. Subimos con esfuerzo hasta colocarnos bajo el bloque empotrado. Sin darnos tiempo a sacar los cascos Félix lo supera en un verbo y monta una reunión con clavos a la derecha en roca buena. A continuación le sigue Juan y luego yo. Maldigo no llevar los guantes porque los dedos se me quedan congelados al tocar la fría roca. Intento quedarme con la copla del paso para protegerlo en una futura ocasión cuando me toque subirlo de primero y veo un puente de roca a la altura de mi cabeza. Bien, bien, me encantan los puentes de roca.
Una vez que hemos superado el principal obstáculo recogemos la cuerda y vamos buscando los pasos más entretenidos para enredar al máximo. Al estar la nieve sin transformar es preferible perfilarse hacia las secciones de roca donde hay tramos entretenidos y así usar las manos. De esta forma, los metros van cediendo y a nuestras espaldas comienzan a asomar ilustrísimas montañas de Segura como las Banderillas y el Yelmo. Un poco más arriba nos acercamos a un pino seco muy llamativo y luego debemos corregir el rumbo para colarnos por una cornisa y enfilar hacia el Paso del Viento.
Por encima de éste ya nos quedan escasos minutos para alcanzar el pilón, algo que conseguimos en un día radiante, sin viento y sin gente en la cima. Bocadillos, mandarinas, conversación, risas al solecito y enseguida recogemos para buscar el descenso pues en Diciembre el sol es un bien escaso. En esta ocasión decidimos hacerlo por la clásica pedriza que ha perdido gran parte de su gracia en lo que es un ejemplo de libro de la erosión provocada por nosotros los montañeros. Después de llegar al coche y comentar las jugadas hacemos un alto en Almaciles para degustar algo hecho a la lumbre. Y ya con los estómagos arreglados regresamos a casa, a pensar en la siguiente.
fotos
en la sagra

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Muy buena opción. Tengo que frecuentar mas esa zona, creo que soy el montañero Alicantino que menos veces ha ido.
Te voy a poner en un aprieto…De las ascensiones que has hecho a la Sagra…con cual te quedas? Lo digo por ir a «tiro hecho la próxima vez». Yo solo conozco el embudo y la pingüinos.
Jajaja… qué bueno lo del montañero alicantino… Ya es raro, ya 🙂
Tu pregunta es complicada, pero yo probaría a hacer el corredor Andino o el Himalaya. Me decanto incluso más por el segundo que va a ir más con tu estilo de subir por sitios con mixtos y enredos varios 😉 Si te animas debes aprovechar que ahora está de dulce, pero le quedan muy pocos días.
Ok!!. Me han hablado de ese corredor. Me lo anoto en las cuentas pendientes, aunque ya creo que para el año que viene, porque hasta dentro de dos semanas no tengo hueco para enredos varios..:-).
Gracias como siempre, por ilustrar el camino… utilicé tu repor del buitre para convencer a unos amigos y acercarnos allí hace un par de semanas…con esas fotos no se pudieron negar..
Un abrazo!!
¡¡Hombre la montaña sagrada!! hacia tiempo que no se te veía por ella, veo que buscas y rebuscas las infinitas variantes que tiene, deberías publicar un monográfico de todas las subidas que conoces pues cada vez me sorprendes con una, bonito ascenso y buen reportaje montañero.
Un abrazo.
Kiki,
Manuel aún me quedan (que yo tenga en mente) tres subidas más por hacer en la Sagra que no conozco. Lo que pasa es que esto es como los dulces, que es bueno reservarse algunos para más adelante y no acabar con la caja de golpe. Quizás con estas últimas nieves y si el viento no se ha llevado mucha nieve, me de tiempo a probar algún corredor más de los que me quedan por allí 🙂 Un fuerte abrazo y disculpa la tardanza. Ya sabes que la Lola no perdona.