sierra del Taibilla, Murcia y Albacete
diciembre de 2016
3 h
8 km
550 m
inestable, nubes
recorrido que remonta una divisoria bastante clara sin sendas ni trazas; el descenso también es monte a través excepto un corto tramo de pista forestal; no hay apenas dificultad de orientación con buena visibilidad
croquis en mapa disponible en GMaps
track disponible aquí
Los fríos entran de repente. Pillan a las moscas desprevenidas y, atontadas, se refugian en los cristales soleados de las casas, en rincones tranquilos, hasta morir. Sin embargo, a Moss, con la venida de los primeros frentes, le sucede exactamente lo contrario: se vuelve más ágil, joven y dispuesto. Es cuestión de esperar pacientemente a que pase lo peor de la canícula hasta que, llegado el momento, podamos escapar a la montaña con el cielo envuelto de nubes y aire húmedo del noroeste.
Olvidé esta actividad. Ocurrió hace unas temporadas. Mi vida es tan sencilla que el tiempo apenas tiene muescas y relieves; resulta complicado encontrar puntos fijos en los que poder dimensionar la extensa escala de unos días que, en hilera larguísima, se despliegan hacia la oscuridad del pasado.
Pero para eso está esta web. Para escribir y relatar lo vivido. Siempre ha sido la primera vocación de esta casa: compartir la montaña para que no se pierda. Y aquí estamos, como es usual, en tiempo presente. Dejo el coche en una bifurcación de la pista forestal que, viniendo desde la carretera de la Fuente de la Carrasca, comunica con Nerpio entrando por su cementerio.
En el último desvío antes del Cortijo del Mosquito, junto a las ruinas del Cortijo de las Casicas, aparco el coche y caminamos por un carril hacia el Cortijo de Aguas Blancas. Hay charcos en el camino y en la lámina de agua se reflejan las nubes del cielo que hoy está muy revuelto. Amenaza temporal pero los modelos nos dan medio día de tregua que queremos aprovechar.
El Cortijo de Aguas Blancas está muy arreglado. Lo dejamos a la derecha y nos acercamos a una fuente de la que mana abundante agua. Nogueras, serbales, encinas, almendros y chopos colorean el otoño ya casi vencido. Queremos subir a la Peña de Moratalla así a las bravas, en plan todo tieso. El dorso de la divisoria se adivina sencillo y amplio. No obstante, el primer tramo tiene mucha vegetación. El denso sotobosque nos impide el avance rápido y debemos navegar buscando los mejores huecos.
Un poco más arriba, rozando ya los 1700 metros, el terreno se despeja y comienza a dominar la roca. Estamos disfrutando al máximo. Apenas sopla viento, la montaña está preciosa y los cielos cambian en cuestión de minutos. El espectáculo está servido.
Moss me saca muchos metros hasta que, en las gradas últimas que defienden la zona de cumbres, me espera para dejarme elegir el cuele óptimo. No me cuesta mucho encontrarlo y salimos directamente al punto más alto de este enorme cordal que marca 1968 metros. (El nombre por el que se conoce a la divisoria completa es Cuerda de la Gitana. La primera vez que estuvimos aquí fue a principios de los años 90 del pasado siglo, con el Ford Fiesta de Federico y su palanca de cambio de marchas con una pelota de golf en el pomo de la misma. Inolvidables años aquellos cuando estábamos toda la semana en las clases imaginando las escapadas de fin de semana.)
Nos tomamos el bocadillo muy atentos al juego de las nubes. En la zona de poniente todo está, como suele ser habitual, más cerrado. Aguantamos unos minutos haciendo alguna foto que otra hasta que descendemos buscando el Collado del Molino que, con más de 1800 metros, es uno de los puertos más altos de la zona al que se puede acceder cómodamente en bici.

Al llegar a la pista el cielo se ha cerrado por completo. Desecho posibles improvisaciones y comienzo el descenso tranquilo por el amplio carril. Cuando llevo un kilómetro y medio me sale la vena cabra. Llevo ya más de diez minutos mirando por el rabillo del ojo alguna traza que se descuelgue a media ladera hacia el fondo del barranco y acabo de encontrar una con muy buena pinta.
La pista aburrida la mando a hacer pijos y me lanzo en pos de los ungulados para ver lo que me enseñan. Enseguida llego al eje de la vaguada. Es un barranco amplio, de roca blanca maciza, grandes bolos redondeados y sin apenas saltos. Lo puedo hacer casi todo el tiempo por su centro aunque hay un par de cascadas que evito por la margen izquierda.
Enseguida reconozco el entronque con el ramal principal que baja desde los mismos Cacarines. Se conoce como el barranco de los Macalones (en IGN marca Mocalones) y es una autopista preciosa que permite remontar hasta la divisoria principal de la Sierra de las Cabras y en la que te puedes poner las botas haciendo dos miles: Atalaya, Cacarines, Cagasebo, etc.
Con la luces ya prácticamente clausuradas doy por terminado el paseo. Llego a una hora más que aceptable al coche y saboreo los últimos metros. Está cara la montaña en estos últimos tiempos por eso hay que disfrutar de cada piedra y cada metro. Enseguida otra.
fotos
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José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Buena actividad para un domingo por la mañana… Como siempre, buenas fotos y la compañía la mejor posible.
Un saludo Jose 😉
Hola, de regreso por aquí cerca. Celebro este año mi cuarenta aniversario de una cosa en Oficio y el cincuenta de otra en Pasión; ambas con nombre de mujer: Montañas y Montañotas. Dejo aquí mi presente: Alto de las Barracas (1838 msnm) altura máxima de la Comunidad Valenciana. Muchxs suben y dicen haber estado pero apenas nadie lo reconoce. Con la edad y los achaques a mochila y fuego, los apetitos menguan, cambian, pero siguen ahí. Salud … https://uploads.disquscdn.com/images/32f070f18a59618627c898ac3488c994fea54a6c734f24af2e705a4908fd8ac9.jpg
¿Sierra de las Cabras o de los Filabres? las fotos son de una, el texto es de la otra.
Hace unos años recorrí la pista esa en bici, desde la Puebla a Nerpio, la dejé atada y subí a lo alto de las Cabras, pero al llegar al collado me quedé con ganas de subir al otro lado, a la derecha a ese 1968 que ya es Murcia.
Muy buenas Juan Diego. Ya he corregido el texto. Ayer introduje las fotos pero olvidé dejar la página en modo borrador. Un pequeño despiste.
Esa pista tiene sus buenas cuestas. ¿Desde dónde subiste a las Cabras? ¿Desde el collado del Molino? Parece que pilla muy retirado, aunque tú eres una bestia parda 🙂
Me alegra mucho verte por aquí. Tanto FB y comentar en el FB y ahí los comentarios se pierden. Y hay comentarios muy interesantes que siempre merece la pena poder consultar. Un saludo.
No, dejé la bici en el cruce del barranco de los Mocalones, y subí toda la rambla arriba, son 200m más de desnivel, pero pilla más a mano.
Totalmente de acuerdo contigo, el facebook aunque guarde todo, tiene una memoria muy corta, y solo el día a día, de hecho como no entres en un día, hecho de menos los tiempos de los foros, donde era fácil encontrar lo que quisieras. Por eso prefiero seguirte por aquí,
La pista tiene cuestas, pues llegué reventaico al collado, supongo que el cambio de actividad de bici a pata y de pata a bici tuvo también algo que ver, y que yo la «burra» la cojo demasiado poco.
un saludo,