sierra Nevada
marzo de 2013
6 h
8 km
930 m
inestable, ventoso
dificultad de conjunto PD inf con pendientes medias de 45 grados; hay resaltes de hielo de 65 grados evitables
mapa del itinerario e imagen de la vía
track disponible aquí
[Fotografías de Félix Gómez de León y el autor]
Hay llamadas a las que no te puedes negar.
– ¿Jose nos vamos este sábado para la Sierra Nevada almeriense?
– ¿Qué tienes pensado? – le contesto.
– Enredar algo por Peña Horadada y probar el otro corredor que no tenemos hecho por allí, el que baja por la izquierda.
– Cuenta conmigo.
La tarde del viernes organizo las cosas aprovechando los ratos libres. Preparo la mochila, el arnés, los hierros y el resto de aderezos para la ceremonia. Lo nunca visto: a las 19 horas lo tengo todo empaquetado y listo. Me estoy haciendo responsable sí señor.
Tras el madrugón, el viaje es lo más duro de este tipo de actividades en el día. Los kilómetros de autovía pasan lentos aunque la primera imagen de Sierra Nevada sobre la quebrada cuenca del río Gor compensa con creces.
Cogemos dirección Almería, atravesamos campos salpicados con frutales en flor y en la salida de Abrucena subimos hacia el área recreativa de la Roza. Nada más coger la pista principal que circunvala la sierra nos dirigimos hacia poniente unos pocos cientos de metros hasta dejar el coche en el cortafuegos de la Cuerda de la Mina. Vista la poca cantidad de nieve que hay modificamos nuestro plan inicial para atacar la norte del Buitre, una montaña que ya hicimos por el barranco del Diablo un año ha.
Hace un día tranquilo, sin viento, con algo de calor y nubes altas. Podría brillar el sol pero nos conformamos con que la cosa no se estropee. Los primeros pasos siempre son los que más cuestan. Uno se queda arranao en el coche después de las tres horas y no tiene las piernas para tirar cohetes. Pero no pasa nada: ritmo fuerte, rampas tremendas y panorámicas de infarto se encargan de despertar el organismo.
Al salir del estrechamiento seguimos progresando por rampas que alternan los 40 grados tranquilos con algunos resaltes que superan los 50. En las zonas de hielo hay que tirar de piolet tracción para progresar y en las pendientes fuertes de nieve es suficiente con hincar los piolets hasta la cruz metiendo siempre puntas delanteras.
La progresión por el filo de la cuerda es sencilla y clara. En algunos puntos el terreno se encastilla y las trazas se cuelan por la vertiente de levante. Cerca de la cota 2000 ya ganamos estupendas vistas a toda la vertiente norte del Buitre y Peña Horadada. Aquí podríamos derivarnos hacia las alas del Buitre, el desagüe natural de toda la cara norte donde se forman en temporada un par de cascadas de bastante entidad y que ahora distinguimos perfectamente. Entre que es un poco tarde para trastear con el hielo y que la temperatura es alta optamos por seguir hacia arriba hacia la base del corredor.
Justo antes de la travesía para colocarnos en el eje del mismo nos pertrechamos con los hierros, el casco y el arnés porque luego ya no va a haber suficiente base horizontal para hacerlo con calma. La travesía es delicada, sencilla pero muy expuesta sobre las cascadas que ya hemos mencionado. Con nieve dura mejor ir sobre seguro y con todos los sentidos puestos en el tema.
Enseguida nos ponemos en el centro del corredor y para arriba. Félix tira primero y le dejo un margen de varios metros para observarlo y tener tiempo de reacción. El primer paso entretenido es un estrechamiento con hielo que sale sencillo porque el piolet se clava hasta la cruz con firmeza. En las fotos que habíamos visto del corredor este cuello de botella apenas se aprecia porque había mucha más nieve.
Al salir del estrechamiento seguimos progresando por rampas que alternan los 40 grados tranquilos con algunos resaltes que superan los 50. En las zonas de hielo hay que tirar de piolet tracción para progresar y en las pendientes fuertes de nieve es suficiente con hincar los piolets hasta la cruz metiendo siempre puntas delanteras.
Estoy disfrutando mucho aunque apenas puedo sacarle fotos a Félix que se me va escapando en la vertical. Él si me hace un book completo que le agradezco. El caso es que me despisto unos segundos y me lo encuentro enredando por un muro de hielo. Yo voy suelto pero no para tanto, así que me escaqueo por la derecha y aprovecho para tomarle alguna foto a la misma altura que siempre quedan mejor.
– Félix, espera un segundo que te saco en la foto.
– Chaaaaaaacho, no tardes mucho que aquí ‘colgao’ se hace mucha fuerza
Finalmente, vemos las rampas últimas hacia la divisoria principal de Sierra Nevada. El corredor todavía nos depara un estrechamiento delicioso y muy empinado que termina por convencernos de que esta es una vía imprescindible para todo aquel que disfrute con la nieve y el hielo. Al llegar a la cima el viento literalmente nos tira así que nos colamos en el refugio de la cumbre donde almorzamos.
Por poniente llega un buen palomo así que enseguida recogemos y descendemos buscando hacia levante un colladito de 2356 metros por el que comenzamos la bajada. Ésta la hacemos en diagonal hacia la izquierda buscando el perfil principal de la Cuerda de la Mina, donde hace apenas tres horas nos poníamos los crampones.
Una vez que llegamos al límite de la nieve, recuperamos el resuello y comprobamos que el tiempo se ha cerrado por completo. Nos quitamos el hierro y descendemos entre los pinos y las aliagas echando de vez en cuando la vista atrás para ver la evolución de las nubes que remontan negras y amenazantes los cortados del Tajo de la Querencia. Para eso y para disfrutar de la línea perfecta que acabamos de recorrer en una de las nortes más estéticas y alpinas de Sierra Nevada.
fotos
en sierra nevada

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Hola .Muy bueno el repor,ya hace tiempo que te sigo y la verdad es q te pegas un curro importante me gusta la forma de hacer montaña y de difundirla.Enhorabuena por el Buitre que lo pillasteis en unas condiciones muy entretenidas.Que pena que esta zona Almeriense solo esta en condiciones muy pocas semanas al año.
Muchas gracias rafatras por tus palabras y tu participación. Hacemos lo que hacemos porque disfrutamos mucho con ello y esperamos que eso se note a través del relato y las fotografías.
La sierra almeriense no deja de sorprenderme. A los que venimos desde Levante es una bendición porque está relativamente próxima y permite hacer incluso actividades «en el día». Puedes hacerte una norte en invernal habiendo desayunado en casa y llegar a tiempo de ir al cine con la parienta 😉
¡Muchas gracias Domingo! Me alegro de verte por aquí y espero que tú también estés disfrutando del monte y la bici. Un fuerte abrazo.
Precioso reportaje, como es habitual, y vaya manera de difundir la montaña. Un placer!
¡Muchas gracias Luis! Me alegro mucho de que te haya gustado. El placer también es mío. Así disfruto el doble: en la actividad y relatándola.
¡Seguimos en contacto!
Hola Jose Antonio; la verdad es que no sé si tengo envidia o no, porque a estas actividades yo no me acabo de acostumbrar. Hace tiempo nos hicimos todas esas nortes (de una forma mucho más modesta) que cuenta Juan Carlos en su libro cuando casi nadie iba por allí. Veo que estás en plena forma y como siempre con Felix, al cual no tengo el gusto de conocer. Me uno al comentario anterior en cuanto a la presentación de las fotografías y a la calidad de las mismas.
Un abrazo.
Jajajaja… hace algunos años yo tampoco era muy asiduo de este tipo de movidas que te exigen tanto a nivel mental, pero el caso es que me he ido picando y ahora estoy en una punta de actividad con estas historias que no sé cuánto durará, pero bueno, lo que dure bien está 🙂
Me alegro como siempre de verte por aquí. En relación a Félix, como te puedes imaginar, sólo tengo buenas palabras.
Un fuerte abrazo.
¡Y cuán
importante es la labor del escriba! Un lujo de blog. Un abrazo.
Me admira como teneis presencia de animo para hacer estas fotos en tamaña situación, ¡ y que fotos¡¡ esplendidas…bonito relato como siempre y que lujo de blog te has marcado amigo Jose Antonio, me encanta la nueva presentación de las imagenes.
Un abrazo.
Muchas gracias Manuel.
Me alegro de que te guste el nuevo «visor» para las fotografías. Es una buena mejora y le da más frescura a la página.
En relación a tomar fotos en sitios así, la verdad es que a mí me resulta complicado porque son situaciones en las que vas muy exigido como para sacar la cámara y hacer buenas tomas. Hemos tenido suerte en esta ocasión.
Un abrazo.
Una gozada leer tus relatos.
Afila los pinchos que la siguiente está a la vuelta de la esquina (en la dimensión temporal, me refiero 🙂 )
¡Gracias maestro!
Algún escriba tiene que dejar constancia de tus andanzas «pelistas» por esos montes de Dios jejejeje…
Ahora mismo voy a por la lima de las uñas de mi señora para dejar los crampones niquelados.