No hay satisfacción más profunda para alguien que patee la sierra que adivinar entre la espesura del bosque o la aridez del lapiaz una traza, un cuele, una vereda indefinida que se va confirmando paso a paso y que nos acerca hacia cualquiera de los objetivos que nos hayamos planteado. Si además este descubrimiento supone el encuentro con alguna de las muchísimas sendas de piedra seca que perviven en el tiempo, entonces el gozo ya es insuperable.
La extensa red de caminos que antaño enlazaban las casas forestales de la Sierra — entiéndase Sierra como un conjunto amplio, generoso, que engloba Cazorla, Pozo, Segura, Villas, Castril y sus naturales extensiones hacia Albacete y Murcia — supone un patrimonio social y humano de incalculable valor.

¿Necesitáis ejemplos de estas sendas que están a punto de desaparecer?
Estas sendas de herradura — así como las propias que abrieron los serranos y los primeros habitantes de estos pagos — tienen diferentes grados de conservación. En término medio, la mayoría sufren un grave riesgo de desaparición tras su construcción en la primera mitad del siglo XX impulsada por el incipiente cuerpo de ingenieros forestales y las ideas renovadoras de Enrique Mackay y Ricardo Codorníu.
¿Necesitáis ejemplos de estas sendas que están a punto de desaparecer? Aquí tenéis algunos en zonas diferentes de la Sierra: para empezar la que remonta por el Tranco del Perro desde Roblehondo hacia el Puntal del Águila; para seguir la que asciende por Guazalamanco hacia la Cañá de Varas y para terminar la que enlaza Puerto Marchena con Miller por el Puntal de los Canteros. Los tres caminos están amenazados gravemente por los desprendimientos, la erosión y — también es preciso añadirlo — el mal uso que de ellos hacen hacemos senderistas, montañeros y ciclistas.

Desde la creación del Coto Nacional primero y después desde la aparición en escena de la figura del Parque Natural ninguna administración se ha ocupado de recuperar estos caminos.
¿Queréis ejemplos también de sendas ya prácticamente perdidas? Pues aquí van otras tres: el primero es la que enlaza la casa forestal de los Pardales con la Fresnedilla que apenas puede intuirse en las inclinadas vertientes que caen desde los poyos de las Banderillas; en segundo lugar la que desciende desde los Calarejos de Siles hacia la pista del aserradero del río Tus que está comida por los pimpollos y, finalmente, la que enlaza Gualay con la Cañá de Varas por puerto Pinillo. Todas ellas apenas se intuyen y sólo yendo con el olfato muy fino uno puede seguir el rastro pretérito de los serranos que las trajinaron.
Desde la creación del Coto Nacional primero y después desde la aparición en escena de la figura del Parque Natural ninguna administración se ha ocupado de recuperar estos caminos. Al contrario, ella misma, aparte de dejarlos caer en el olvido más triste, ha acelerado su deterioro abriendo jorros, carriles, pistas y cortafuegos interrumpiendo su trazado y facilitando su abandono.
A día de hoy, en pleno siglo XXI, las directrices parecen seguir siendo las mismas pero con un punto de surrealismo paranoico que puede desquiciar al más pintado. No solo se dejan morir estos caminos serranos, sino que abrimos otros muchos nuevos donde antes no existían. Por si fuera poco, casi todo el dinero que se emplea en las comunicaciones del parque se enfoca al mantenimiento de carriles y pistas, muchos de ellos abiertos al tráfico, que promueven un acercamiento a la montaña artificial, desnaturalizado, pobre y tristemente urbano.

¿Y toda esta historia que os estoy contando por qué?
Así pues, la experiencia increíble que supondría adentrarnos en un santuario de la naturaleza como es la Sierra se convierte, yendo a cuatro ruedas, en un experimento frustrante donde no se descartan embotellamientos, atascos, consumos de gasolina, prisas, ruidos y malos humos (véase sino la subida al nacimiento del Guadalquivir un fin de semana cualquiera).
¿Y toda esta historia que os estoy contando por qué? Bueno. Esto viene a cuento porque nos han llegado noticias de que van a asfaltar un tramo de la pista que enlaza la Bolera con el cortijo del Molinillo (en principio, hasta el aula del Hornico). Así, a bote pronto, el único motivo defendible que yo veo para hacer algo así sería dar servicio tanto a los visitantes del aula de la Naturaleza como a los dueños del cortijo que van allí a diario para cuidar del ganado. De hecho, en mi opinión, esta última es la única razón coherente para asfaltar una pista: facilitarle la vida al serrano (esto ya se ha hecho antes en muchos otros sitios como los Anchos en Segura y últimamente la cuesta de Despiernacaballos que enlaza el valle del Segura con Santiago).

Pero yo creo que los tiros no van por ahí. El asfaltado se hace sin ningún motivo sólido. ¿O sí lo hay? Bueno, quizás sí: hay un dinero que se puede gastar, una futura empresa adjudicataria y unos beneficios para los dueños de la misma.
Pues eso es lo que yo haría: gastarme los dineros en arreglar veredas, en recuperar caminos, en abrir de nuevo las sendas que los serranos recorrieron
¿Qué pasaría si no la asfaltaran? Nada.
En mi opinión, sería preferible arreglar los socavones con mucho menos dinero y el que sobre emplearlo en restaurar una de las muchas sendas que remontan desde el Guadalentín hacia Cabañas. Por ejemplo: sería perfecto que arreglaran la senda que remonta por el Guazalamanco, fijando las hormas y definiendo el último tramo que asciende hacia el carril que cada uno lo hace por donde le sale de las narices.
Más aún: ¿no estaría genial que se gastaran el dinero en definir un itinerario circular remontando por el arroyo de la Osa, o el del Vidrio, o el de la Venta y bajando por Arredondo y todo el Guazalamanco? (Ojo que cuando digo definir no hablo de balizas, ni de colorines ni de pavimento hecho de maderas; cuando digo definir me refiero a darle continuidad a un camino que en muchos tramos ya está consolidado y también a informar sobre la existencia del mismo con paneles, con internet, con folletos, etc.)
Pues eso es lo que yo haría: gastarme los dineros en arreglar veredas, en recuperar caminos, en abrir de nuevo las sendas que los serranos recorrieron con esfuerzo para que podamos experimentar en nuestras carnes — y en la suela de las botas — el tacto de la tierra, la nieve mullida y la juma crepitante mientras el jabalí rompe entre la coscoja al escuchar el sonido de nuestros pasos.

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Hola Jose Antonio. Ya sabes que sigo fielmente todas tus publicaciones de las cuales soy un autentico seguidor tuyo, jajaja.
Me he animado a rescatar este post ya que en relación a tus reflexiones sobre los caminos de la sierra y sobre las veredas semiperdidas hemos tenido la ocasión de «descubrir» un impresionante camino que yo me atrevería a decir que es uno de los mejores que he andado. Gracias a Paco Lorite, de la web santiago-pontones, hemos hecho una ruta que partiendo de la senda que va desde la Cueva del Agua hacia el Poyotello, justo donde un camino parte hacia la derecha en dirección a Pontones, hacia la izquierda, justo en un poste indicativo, nace una vereda que va dandole la vuelta a toda la Piedra Dionisia a media altura. La senda al principio es idéntica a la de la Toba a Miller, con sus muros de contención, apoyandose en los relieves del terreno para franquear pasos. Justo a la altura del Poyo de los Corzos (ver mapa Alpina) la senda gira en dirección sur. Aquí está un poco más perdida porque pasa por una serie de pedreras que se han llevado la senda por delante. El camino continua hasta unos tornajos donde estamos practicamente situados bajo la vertical del vertice geodésico. A partir de ahí la senda está practicamente desaparecida pero se intuye que sube hacia arriba para ganar la divisoria entre el vertice y la caseta de la campana ya por monte a traves.
Para la bajada nos fuimos hacia despiernacaballos y para volver a Huelga Utrera bajamos por una senda totalmente perdida y con muchas zarzas para llegar al cortijo del Aljibe. Marcamos con dos hitos la entrada a la senda desde la pista de despiernacaballos pero no sé lo que durarán. En cualquier caso la senda es complicada de seguir.
Te cuento todo esto porque sé de lo que te gustan las veredas y sendas semiperdidas. Igual ya la conocías pero sino es una ruta que merece y mucho la pena.
Un saluco.
Paco Solbes.
Muy buenas Paco.
Comentarios como el tuyo siempre son enriquecedores y se agradecen muchísimo. Si además nos aportas un descubrimiento como esa senda de la que hablas entonces miel sobre hojuelas. Desconocía por completo su existencia, así que cuando me anime a ir para allá te avisaré con tiempo a ver qué me aconsejas 🙂
Supongo que habéis estado preparando la salida del CUMM para el día 20. Nosotros estaremos el 19 en la zona sur del parque pero no descarto una aproximación por Segura el domingo.
Un saludo y, de nuevo, muchísimas gracias por la descripción detallada que nos haces de esa senda.
Muy buenas Jose Antonio. Efectivamente, estuvimos preparando la excursión de este domingo, para controlar el tema de los tiempos. Si nos vemos por allí me encantará conocerte sobre todo a Moss.
Por otro lado, y no sé si te pasará a ti, que inmenso placer es el de redescubrir veredas y caminos semiperdidos. Incluso teniendo el GPS, a mi me ha gustado «equivocarme» a la hora de buscar el camino y a fuerza de prueba y error encontrar la vereda.
Un saludo.
Por otro lado, y no sé si te pasará a ti, que inmenso placer es el de
redescubrir veredas y caminos semiperdidos. Incluso teniendo el GPS, a
mi me ha gustado «equivocarme» a la hora de buscar el camino y a fuerza
de prueba y error encontrar la vereda.
Pues sí… es uno de los mejores placeres que hay en la montaña… redescubrir viejos caminos ayudados por la intuición y — en ocasiones — las precisas indicaciones de algún amigo. Lo del GPS normalmente no lo utilizo para estos menesteres porque el que tengo es muy antiguo y no carga mapas. 🙂
A ver si podemos cuadrar para estar por ahí el domingo. Un saludo Paco 🙂
– Una Reflexion que los que llevamos más de media vida pateando estas sierras y hamos visto perderse muchas sendas nos hemos hecho en muchas ocasiones.
No solo es la erosión lo que las pierde, casi peor es la invasión por el monte bajo, Hay sendas totalmente ya irreconocibles porque están totalmente cubiertas de Romero. Un ejemplo es la que baja de la Cruz de Quique (cerca del Parador) a Calerón. ¿a que no imaginabas que por allí hay una senda?. Otro gran problema es las pistas. Muchas de las pistas actuales estan trazadas sobre esas viejas sendas (la que recorre la Calarilla hacia la Fuente de la Umbría, aun hay trozos de senda que no machacó la pista y se pueden treconocer, paro gran parte del trazado de la pista lo hicieron sobre la misma senda). Actualmente también se hace lo mimo. Las pistas nuevas que han abierto en la zona incendiada en la sierra de las Lagunillas en 2005. Había una senda preciosa y muy bien conservada que subía al cortijo del Aguadero. Totalmente machacada ahora por una pista que además, se está erosionando mucho más rapido que la senda. El perito que la trazó me argumentaba que era la forma de recuperar los caminos en estos tiempos «son los caminos de ahora» 🙁 !!
Lo de asfaltar algunas pistas, a mi tampoco me gusta el asfalto, la pista de tierra sigue pareciendo sierra, pero el asfalto ya no tanto. Pero bueno, habría que ver la opinión de los serranos que se benefician, supongo que son los que más tienen que hablar. Antes me metería con otros gastos públicos que supuestamente el beneficiario sí que seriamos los pateadores o senderistas, y !!maldita gracia que me hacen!!. Como son los miradores absurdos que se han construido en lugares tan inapropiados como «los cortijos de Cabañuelas», o los cientos de carteles y paneles que se han plantado por la sierra, afean el paisaje, y probado está que no duran más de dos años siendo legibles.
En cualquier caso, tambien ha que reconocer que en los últimos años se están recuperando algunas sendas. La del Cortijo Ratón al Arroyo de las Grajas, había partes totalmente cubiertas de romero en las que era imposible ver por donde continuaba la senda. Hace unos años la limpiaron de maleza aunque en alguna curva no respetaron el trazado original, (también podían haber retirado los bidones de combustible para las desbrozadoras en lugar de dejarlos abandonados, pero bueno, eso es otro tema). Y el último año han limpiado la que de Majá Candido baja al puente de la Canaliega, otra senda que estaba totalmente imposible. Parece que algo se va haciendo.
Está claro Luis que los dineros pocas veces se gastan en inversiones lógicas que beneficien a la Sierra y a quienes nos movemos por ella. De todo lo que me comentas, lo más grave me parece el tema de los carteles y esas sendas que han hecho gastándose millonadas con barandillas de madera, etc. Es una oportunidad perdida para invertir con mayor racionalidad.
Finalmente, te animo a que sigas en la medida de tus posibilidades, denunciando y presentando tu opinión en los diversos foros que hay. ¿Quién sabe? Igual alguna vez nos escuchan y se hace algo realmente positivo con el tema 🙂
Pues creo en mi opinión, que deberían recuperarse y mantenerse todos los senderos o caminos, que los antiguos serranos utilizaban. No me importaría pagar por acceder a una zona con los senderos bien conservados, sin asfalto. Esto sin embargo puede suponer un problema cuando tienes una persona accidentada, cuando necesitas acceder a determinados sitios para atender o rescatar a personas heridas, sobre en estas fechas cuando la presión de la gente en el monte es muy grande. Y esta opinión vale para nuestra Murcia.
Hombre sonairam, pagar pagar… ya pagamos impuestos para que la administración funcione y se ocupe precisamente de gestionar lo público. Con respecto a lo de personas accidentadas no entiendo bien lo que quieres decir ¿? ¿Te refieres a que mucha gente accede a sitios remotos?
José Antonio, no te puedes imaginar lo que me gusta que alguien defienda los caminos de estas sierras y lo haga con el conocimiento que tú tienes y tu manera de escribir. Desde dentro del Parque somos muy pocos los que defendemos esto con pasión, así que ¡gracias! por tus palabras. En la Sierra de Segura se hicieron algunas cosas hace 8-10 años, como los senderos de la zona de Miller por parte de Justo Robles, algunos caminos por una escuela-taller de Siles y la red promovida por el Grupo de Desarrollo Rural. Pero después ha sido muy poco lo que se ha mantenido. Además, sólo una parte de esos camino señalizados son sendas, sobre todo por el coste que tiene su recuperación. Cuando he tenido la ocasión de elegir qué senda se recupera y cuál no, he tenido la sensación de estar condenando a muerte a una de ellas, porque seguramente no tendrá otra oportunidad. Pero bueno, también hay cosas positivas. En la Sierra de Segura ya hay una cierta conciencia social de que los caminos también forman parte del patrimonio cultural y de que son un interesante recurso turístico. Hay un club de senderismo y algunos ayuntamientos comienzan a promover alguna que otra actividad senderista.
En la actualidad aún se está tramitando la aprobación de una nueva normativa para el Parque (PORN y PRUG). En su momento, propuse en nombre de Ecologistas en Acción incluir un nuevo punto en el PORN:
«El patrimonio caminero (sendas y caminos públicos) será objeto de
protección. La Consejería competente en materia de medio ambiente
impulsará los deslindes correspondientes y fomentará, en colaboración con
los ayuntamientos y los Grupos de Acción Local de las comarcas del
Parque, el inventariado, recuperación y mantenimiento de dicho patrimonio.
Serán criterios prioritarios para abordar estas actuaciones:
– El interés cultural.
– El interés paisajístico.
– La utilidad como vía complementaria de acceso a pie en caso de
incendio forestal.
– La potencialidad de uso educativo, deportivo y turístico.
Como criterios negativos se considerarán:
– La inconveniencia de facilitar el acceso a zonas de alta fragilidad
medioambiental.
– El mal estado actual de conservación.
La Consejería competente en materia de medio ambiente garantizará el libre
paso por sendas y caminos públicos, salvo lo establecido en el artículo
5.2.5.»
Esta propuesta fue aceptada por la Junta Rectora, aunque luego la Consejería de Medio Ambiente lo reformuló a su manera:
«Se incluyen en el PRUG dos disposiciones, una línea de actuación y un criterio:
“Desarrollar un inventario, en colaboración con los Ayuntamientos y los Grupos de
Acción Local de las comarcas del Parque Natural, de las sendas y caminos públicos
del espacio así como un diagnóstico del estado actual y sus potencialidades según
los criterios establecidos en el apartado 4 del epígrafe 3.5. del presente Plan”.
(epígrafe 6)
Para el desarrollo de actuaciones de conservación, recuperación y mantenimiento
de las sendas y caminos públicos se tendrán en cuenta de forma prioritaria los
siguientes criterios: (epígrafe 3.5)
a) el interés cultural y paisajítico.
b) la utilidad como vía complementaria en las labores de lucha contra incendios.
c) la potencialidad para usos educativos, recreativos y turísticos.
d) el grado de conservación actual.
e) que no favorezca el acceso descontrolado a zonas de alta fragilidad
ambiental.»
Bueno, al menos parece que por primera vez se va a reconocer oficialmente que los caminos del Parque deben ser objeto de protección. Esta normativa aún no ha salido, es importante que cuando salga a información pública haya en este y otros muchos temas toda la presión posible para contrarrestar a toda la que irá en sentido contrario.
De todas formas, tal y como están las cosas no podemos esperar que haya dinero público para recuperar caminos. El futuro está en el voluntariado. Y bueno, ya lo dejo, perdón por enrrollarme.
Como siempre Javier, tus aportaciones son especialmente valiosas porque vienen de alguien que vive dentro del parque y que además participa en su gestión activamente. Yo creo que es un éxito el que la propuesta fuera aceptada aunque modificando ligeramente los términos. Lo que habremos de hacer ahora es vigilar que se ponga en marcha, aunque sea por medio de voluntarios (yo y otros muchos estaríamos dispuestos a echar un cable).
Lo primero de todo: hacer un inventario exhaustivo para conocer lo que tenemos delante. Y a partir de ahí, a tomar decisiones en base a los distintos criterios.
Un abrazo Javier y, de nuevo, muchas gracias por tu aportación.
Por supuesto, lo coherente sería recuperar los caminos que recorrieron nuestros padres… pero hay coherencia cuando manda el dinero???? Ninguna… Es una pena y no quiero pensar que terminaremos arruinando lo poco que queda de natural en nuestras sierras… Buenísima tu reflexión 😉
Yo a veces pienso que no sólo es el dinero, sino también un punto de ignorancia en quienes toman estas decisiones. No hay nadie cerca bien informado y con la sensibilidad suficiente para hacerles ver mejor las cosas 🙁
que decir de todo lo que están haciendo por este (nuestro – vuestro) parque , una pena la verdad lo del asfalto cuando pasar una moto niveladora y ensanchar y compactar con zahorra natural es lo mas barato y sensible, pues nada, como sigan así tienen guevos a cubrir de negro los campos de hernan perea, ! nos salve dios de semejante locura !
estoy en total acuerdo contigo, por que después de pisar tantas y tantas sendas casi perdidas en compañía de los que las conocen perfectamente, ya va siendo hora de que se molesten en perfilarlas y es mas yo me ofrezco voluntario si un proyecto surgiera de para tal fin, por que viendo el panorama, YO CON UN TECHO , UN PLATICO DE COMIDA PARA MI SUSTENTO SERIA EL HOMBRE MAS FELIZ DEL MUNDO !PARA QUE QUIERO MAS!
esto lo dice alguien que siente las montañas como parte de su vida y a la que inevitablemente le a hecho ser una persona llena de vida e ilusion SALUDOS
Escribiendo esta entrada pensaba mucho en ti Diego que sé que eres del gremio de las carreteras y conoces el tema del asfalto a la perfección. Me encanta tu lectura personal del tema y sé que serías muy feliz con un proyecto para recuperar caminos antiguos. Con respecto a lo que te da la montaña, ya somos dos 🙂
El asfalto en los montes no encaja nada bien…
En efecto Laly. En el asfalto no crecen las flores 🙂