sierra de Segura
octubre de 2010
10 h
26 km
1700 m
estable, tranquilo, tibio
actividad por carriles, sendas y una parte de campo a través en la zona alta del calar; el descenso a Parolís es algo confuso
croquis disponible aquí
track disponible aquí
Ú ltimamente no dispongo de mucho tiempo para meterle cosas al blog. Pero hoy voy a hacer una excepción para sacar material fresco de estos últimos días. En la Uni teníamos una fiesta que le llaman algo así como BUM — por lo de bienvenida a la Universidad de Murcia — y yo que ya llevo dentro de la casa mucho tiempo no tengo ya hechuras de anfitrión así que me he largado por la puerta de atrás, por el patio, para ver el color que van tomando las parras, los chopos y los escaramujos que ya toca.
Entre unas cosas y otras comienzo a caminar casi al mediodía desde un enclave precioso: la aldea de Parolís, en la linde de dos comunidades autónomas1Linde complicada es ésta: de provincias, de comunidades, de parques naturales… por lo demás, la Sierra es la misma a un lado y al otro de esta «frontera imaginaria». Pero más que frontera administrativa, Parolís es un claro límite natural pues está justo en la desembocadura del arroyo de la Espinea cuando éste entrega sus aguas al Segura. El caso es que este arroyo se despeña desde las alturas próximas al Calar de las Morillas y el prado de Juan Ruiz y, como si de una gigantesca cizalla se tratase, ha formado una estrecha y profunda hendidura que separa dos magníficos calares: el de la Sima y el de la Cabeza de la Mora. Así pues, más que linde artificial, Parolís es un enclave singular y natural por este motivo geológico.
Remonto metros por la margen derecha del arroyo buscando las cortijadas abandonadas del Robledo. Tan sólo la primera parece mantenerse bien mientras que las demás sufren mansamente las acometidas del tiempo en forma de nieve, lluvias y viento ya sin tejados, ventanas ni humo en las chimeneas. Bajo las paredes a levante del cerro Guijarral me salgo del carril para atajar por un evidente collado2Estoy haciendo un itinerario inspirado en un libro para bicicleta de montaña: Excursiones en Bicicleta de Montaña por el P.N. de Cazorla, Segura y las Villas. Sus autores son Vicente Ríos y Manuel Villalba. No le veo yo a esto aspecto de camino para ir subido sobre las dos ruedas… pero claro, si uno se pone cabezón, claro que pasa. Gano unos minutos así y desemboco en un campo de olivos. Aquí busco, sin meterme en la zona cultivada, tender hacia la derecha perdiendo altura levemente hasta cruzar el Arroyo de los Asperones por uno de los pocos pasos practicables debido a las zarzas.
El camino aquí se pone muy confuso porque es zona de recientes cultivos y además la han alambrado. Abro una puerta y entro por un carril que asciende con fuerza hacia una nueva cancela de alambres. La paso sin problemas — siempre volviéndolas a cerrar, por supuesto — y me oriento por un collado que tengo al Sur. Lo traspaso saliéndome de nuevo del carril y aparezco en la aldea abandonada de los Besiges — cortijo del Olivarico en el I.G.N. — donde me tomo un respiro. Dejo la mochila bajo una parra y bajo con Moss al cauce del arroyo de la Cabeza de la Mora para coger agua pero cuál es mi sorpresa que baja seco por aquí.
En fin. Regreso a donde tengo la mochila y me dispongo a acometer una recia subida hasta una nueva cortijada, la de Cabeza de la Mora. Tras algunos kilómetros de duras pendientes por un carril recién arreglado llego casi a las 3 a un sitio habitado y con muy buenas sensaciones. Me recibe una señora con la que mantengo una larga conversación sobre Moss y sus mochilas y me invita a sentarme con ella, su marido y su cuñada en unos bancos bajo la sombra paciente de las encinas.
Por este motivo, y porque las vistas desde lo más alto son enormes, prefiero quedarme a dormir junto al vértice. Valoro que el viento es muy suave, que la noche no parece presentarse mal y que va a haber luna llena así que el espectáculo está garantizado.
Saco mis viandas, alimento a Moss, recupero agua en un pilón generoso y me dispongo a comer en compañía con unas vistas de lujo hacia la vega del Segura donde destaca especialmente el pueblo de Góntar justo enfrente nuestro. Mantenemos una conversación entretenida durante casi dos horas que se me hacen cortas. Hablamos de la montaña, del tiempo, de la familia, de los incendios, del ganado, del cortijo, de los tontos del quad, de los guiscaneros, del frío… y así me enredo y se me va pasando la tarde. Mis planes de dormir en el cortijo de la Espinea se evaporan pero no me importa nada. He venido aquí a disfrutar sin rigidez ni horarios y es la misma montaña, ahora en su vertiente más humana, la que me va marcando los tiempos.
Pero claro, me tengo que marchar. Me despido y prometo regresar. Asciendo por una vereda semiperdida que va buscando el Portillo de la Espinea aunque pronto me salgo y viro hacia el oeste atravesando las curvas de nivel de forma perpendicular. De esta forma gano metros muy rápido y me asomo a los Huecos de Bañares justo cuando la luz de la tarde se está perdiendo y una de las últimas briznas que se cuelan evitando el calar del Espino rebota en los chopos amarillos que hay acompañando al cortijo de la Espinea.
Una vez que he ganado la plataforma del calar me quedan dos kilómetros de divisoria rondando los 1600 metros hasta que alcanzo el vértice geodésico de las Majaícas con unas magníficas vistas hacia todo el valle del Segura, desde la presa de Anchuricas hasta las lejanas huertas de Yeste.
En estos últimos minutos he ido atento buscando algún sitio apañado para dormir. El único que medio me ha convencido es un abrigo para las borregas muy próximo a la cumbre pero me da algo de repelús el tema de las pulgas y las chinches. Por este motivo, y porque las vistas desde lo más alto son enormes, prefiero quedarme a dormir junto al vértice. Valoro que el viento es muy suave, que la noche no parece presentarse mal y que va a haber luna llena así que el espectáculo está garantizado.
Decidido pues. Busco unas piedras y hago un pequeño murete para protegerme de la brisa del Norte, no vaya a ser que le de por soplar más tarde. El sol se mete, es casi la hora de acostarse, el fresco ya se nota… ¿sopa o bocadillo? ¿pipas o galletas? Tengo poca hambre porque hace sólo tres horas que me he reventado a comer en las encinas así que me conformo con una bolsa de pipas en el vértice mientras que todas las luces de la tierra son clausuradas: entramos en el dominio de las estrellas. De las estrellas, y de las farolas de los pueblitos como Miller, las Gorgollitas, Peguera del Madroño y Góntar. Viéndolas desde aquí arriba me acompañan en mi soledad, aunque quien más compañía me hace es Moss que está recostado contra mis costillas en el pilón del vértice.
Después de las buenas noches telefónicas me enfundo entre las plumas y cierro todas las compuertas. El suelo está malo de cojones pero es lo que tiene esto de dormir con buenas vistas y silencio absoluto. Tan sólo de vez en cuando escuchamos a algunos perros de la zona de Peguera y Moss se yergue para controlar. Noto sus movimientos, sobre todo cuando vuelve a acostarse, porque ha cogido la costumbre de apalancarse en mis riñones.
La noche pasa bien, sin sobresaltos, con sueños raros y algunos despertares. Veo la luna en varias posiciones, primero sobre el Puntal de Rodas, luego sobre las Pilillas, más tarde sobre el Puntal de la Misa y, finalmente, lamiendo las antenas del Yelmo. El giro de la Tierra sigue su curso y vuelve a amanecer. Antes de que el sol despunte ya tengo a Moss metiendo su cabeza por el hueco del saco. En fin… nos levantaremos pues.
El caso es que parece como si al chucho le hubieran dado 40 tazas de café porque no para de querer jugar y de darme la brasa con las piedras. Le doy cuerda un rato para que se desfogue hasta que, después de media hora, se queda tranquilo subido a la plataforma del vértice mientras que yo me hago mi propio café.
Cuando he recogido y comienzo a caminar el sol ya está alto y son casi las 9 y media. Es que amanece tarde me digo y hago toda la parte alta del Calar buscando el Portillo de la Espinea. Allí llego con facilidad siguiendo rastros de ganado, salto una valla antigua de alambre de espino oxidada — tengo que tomar a Moss en brazos para evitar problemas — y me cuelo por el Portillo para descender hacia el fondo de los Huecos de Bañares, primero hacia un cortijo solitario que está bajo las paredes de los Huecos y luego ya hacia el núcleo principal de casas que está junto al mismo arroyo de la Espinea.
Me cruzo con varios guiscaneros, remonto el carril que sube hasta la pista forestal de la fuente del Tejo y hago unos cuantos kilómetros de alpargatazo por esta autopista serrana que comunica la Segura albaceteña con la Segura jiennense y que sólo se distinguen en una proposición: de y del. En la fuente de los Centenarejos almuerzo y consumo toda la comida que llevo y, un kilómetro más adelante, en la misma linde autonómica, tomo un carril hacia la derecha que baja para dar servicio a unos olivos. Antes de llegar a los cultivos cojo una senda muy perdida que sale a la derecha y que desciende casi vertical hasta el mismo cauce del Arroyo de la Espinea, 400 metros más abajo de donde acabo de almorzar. Camino un par de kilómetros más junto al arroyo y ya estoy otra vez en Parolís. Tengo unas sensaciones muy buenas: he cuadrado todas las incertidumbres y he disfrutado como un enano del otoño y las cimas. Como ya dije en otra ocasión, entre la Sierra y yo sigue habiendo amor del bueno.
fotos
en la sierra de segura

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Jose encantado de saludarte,soy Pedro el que acompaña a Elena en todas las aventuras y prepara las rutas que nos marcamos por las montañas.Soy asiduo a tu pajina pero sin intervenir,sigo tus aventuras y las del segura las tengo casi todas hechas,pero no me canso de los paisages y rincones de este paraiso,ya te contaremos nuestras experiencias,la proxima por la zona es las honbrias del Zumeta.
Hola Pedro… ya veo que os metéis unos buenos tutes por la Sierra y que la conocéis bien 🙂
Me alegro de que disfrutéis con la página y espero que podamos compartir alguna ruta
Saludetes desde Murcia
Jose Antonio ,os dejo el enlace de mis fotos de la ruta
por si quereis verlas , un saludo y gracias por compartir
http://picasaweb.google.com/castrus67/HuecosDeBanares14112010#5539519620049182338
Chulísimas esas fotos :clap_tb:
Repito lo de antes: tiene muchísimo mérito vuestro circuito con la bicis… :surprise_ee:
Supongo que al coger la pista principal tras el cortijo de la Espinea ya bajásteis por Alcantarilla… ¿o os lanzásteis hacia el Parolis por el jorro y la senda que sale de Collado Gimeno?
Me quedé con las ganas de bajar por la senda ,pero el tiempo se nos echaba encima ,hicimos el recorrido a base de libro y la verdad si no lo conoces ,está muy confuso ,fuimos sin ninguna prisa ,como se debe de ir por estos lugares de ensueño , donde te permites el lujo de confundirte con la naturaleza y formar parte de ella ,aunque solo sea por unas horas….pero como pienso volver ,una y mil veces a la próxima bajaremos por la senda ……nos gustó todo muchísimo todo la ruta….volveremos
saludos….
Hola Jose Antonio ,acabo de leer lo de el Calar de la Cabeza de la Mora y solo queria decirte que justamente ,este domingo estubimos nosotros haciendo el mismo circuito ,pero con la bici ,bueno sin subir al vertice……y queria decirte que comparto contigo todo lo que has detallado ,es increiblemente bello ,me quedo con tu opción de hacerlo a pie y dormir en la cumbre ,debe de ser un espectáculo único…..un saludo y continua contándonos tus experiéncias ,a los que nos gusta la montaña ,nos gusta leer estos relatos…..
Muchas gracias Elena y enhorabuena por ese circuito con la bicicleta… me parece tremendo que os metáis por esos pedregales con las burritas :bigsurprise_ee:
Realmente es un circuito muy chulo… a mí me gusta especialmente el rincón de los Huecos y el Arroyo de la Espinea… sitios para repetir
Espero que dure por muchos años, vuestra complicidad con la Sierra.
Caminar es sólo una de las mágnificas sensaciones con las que nos recompensa la sierra.
Quien no lo ha experimentado no sabe lo que se pierde.
Saludos y enhorabuena por el relato.
Gracias Bernardo
Ya he visto que os habéis puesto las pilas y estáis saliendo bastante… a disfrutar del otoño y las primeras nieves que ya están casi aquí
mientras que todas las luces de la tierra son clausuradas: entramos en el dominio de las estrellas. De las estrellas, y de las farolas de los pueblitos como Miller, las Gorgollitas, Peguera del Madroño y Góntar. Viéndolas desde aquí arriba me acompañan en mi soledad;
Buenas José Antonio, me ha encantado esto descripción… Ver las estrellas en estos tiempos es muy difícil a no ser que busques sitios recónditos… Como siempre un placer el trasladarme (imagino que a los demás también) a estos maravillosos lugares, que espero algún día recorrer.
Saludos,
Muchas gracias Paco por tu comentario y tu visita… no es tan complicado eso de ver estrellas 🙂 te vas para el Cagitán una noche de estas de invierno y verás :bigsurprise_ee:
hola, Luiso:
al final ese proyecto de recorrer todo el Segura cauce arriba no lo pude realizar…. la meteo no era buena y no pudimos concretar nada con los compañeros.
queda ahí pendiente.
un abrazo.
Pues cuando vuelva a salir a la palestra tenme al tanto que me interesa 🙂
Gracias ernest y un abrazote desde Murcia
Hola José Antonio, disculpa que esta vez haya tardado en comentar, pero es que si no, Sansón se me rebota…. :lol_tb: Ahora más en serio, he disfrutado muchísimo con esta entrada, pues las fotos son de lujo, hay que ver la maravillosa luz que tiene el otoño para la fotografía. Los paisajes como siempre, una verdadera pasada y Moss, que decir de él, no he visto bicho más fotogénico :clap_tb: En cuanto a lo de dormir en la cima, aunque la soledad te rodease, no creo que esa noche hubiese hombre más afortunado. Un abrazo y esperamos la siguiente….
disculpa que esta vez haya tardado en comentar
Que tampoco paso lista hombre y no hay obligación :grin1_ee: aunque entiendo que ha sido para darle ventaja a Sansón :wink_ee:
Pues sí que me sentí afortunado allá arriba… la montaña es lo que tiene… aunque te exige esfuerzo y sacrificio, también te da mucho más a cambio
Hola Sifoni,
Ya me dijo un gizcanero que te vió por esos parajes de Dios. Buena ruta. Gran parte inédita para mí.
Oye ¿no te vence el gusanillo de la micología?
Tras leer tu artículo me surje una duda:
¿es menos íntimo ir con perro que ir completamente solo?
Un saludo y nos vemos próximamente.
¿es menos íntimo ir con perro que ir completamente solo?
Pues no sé que responderte… yo sólo sé que Moss es un compañero excelente entusiasta, comprensivo, empático, inteligente, con la justa conversación, la mirada atenta y un inabarcable amor por la Sierra, casi tanto como el que tiene su dueño…
Siempre que pueda ser, estará conmigo en la montaña
Hola Jose Antonio,para este miercoles precisamente he quedado con Bernar para subir a ese calar,por peguera del madroño y como vamos sin saber si se puede acceder desde la cara sur de momento Koki (mi perro) se queda en tierra no valla a ser que lo tenga que llevar como a un cantaro toda la subida,lo que mas me ha gustado de toda tu ruta ha sido esa noche con luna llena alli arriba debe ser espectacular.Un abrazo.
Hola primo
Pues vaya casualidad… se puede subir a ese Calar desde el sur entendiendo esto desde la misma orilla del Segura. Para ello lo más sencillo es ponerse en la carretera de Anchuricas a la altura del puente de Poyo Rincón, un poquito más arriba de las Juntas (es justo el sitio por donde baja el barranco de Viñuela).
Desde allí sale un carril que sube a los cortijos de la cara sur, entre ellos, el cortijo de Viñuela. Este carril sigue para arriba hasta pasar el collado de Cabeza de la Mora (toponimia alpina).
Desde dicho collado, una sencilla cresta por el Puntal de los Gañanes te lleva hasta la cumbre.
Puedes llevar a koki
Muchas gracias por la informacion pues teniamos muchas dudas de si podriamos subir por esa zona,y me llevo al koki .
Muy buenas, Luiso.
¡pedacico vivac que te has marcado, majo! en una muy buena habitación con vistas…jejeje….
mientras tu estabas por esa zona, unos pocos kilómetros más al norte nosotros andábamos encaramándonos por las laderas del Argel para acometer las bajadas desde el calar del Mundo hacía Riopar; ya sabes: con las burritas.
La Sierra está preciosa; para disfrutarla a tope.
Las fotos de tu report, bueno más que fotos son POSTALES, muy buenas: me teletrasportan a esos sitios inolvidables.
un abrazo,
Muchas gracias querido sargento 🙂
Ya sé yo que le estáis pegando fuerte en este otoño… tengo que ver alguna fotico del viaje por el Segura que no me has dicho ná :rolleyes_ee:
Espero poder coincidir con los revolusionarios otra vez… pero no me hagáis mucho caminar con la bici a cuestas vale?? :grin1_ee:
Muy bonito el paseo, algo muy parecido hice yo a finales de esta primavera…
Por cierto no sabía yo que el Olivanco (según IGN) era Besiges, y eso que según la ordenación de montes de la Sierra esa zona se llama Collado de Góntar-Besiges.
un saludo,
Bueno, sé que se llama Besiges porque así lo llamaban los lugareños de Cabeza de la Mora y porque encontré varios documentos escritos tirados junto a los cortijos en los que aparecía el nombre de Besiges.
Ok, pues gracias, un nombre más. Esta claro que Besiges tenía que ser algún sitio, pues aparece en los montes de ordenación.
Supongo que Olivanco sería el cortijo y Besiges la cortijada, como pasa en más de un sitio por esa zona, donde los cortijos están dispersos pero se agrupan bajo un nombre común. Miller, Góntar, etc.
Un dato más… más que Olivanco creo que es Olivarico… ¿puede ser? :ohoh_ee:
podría ser a fin de cuentas solo sería cambiar «n» por «ri» y si a «ri» le quitas el puntico se parece mucho a una «n».
Tirando de Cartoteca veo que ya en 1924 venía como cortijo del Olivanco
Enhorabuena Jose Antonio por tu excursión. La verdad es que sigo con mucho interes todas tus aventuras pero en especial las de la Sierra del Segura son las que más y mejores recuerdos me traen. Subí el Calar de la Cabeza de la Mora hace ya varios años y las vistas son, como no podia ser de otra manera espectaculares.
Aprovecho la ocasión para ver si me puedes dar información sobre la subida al Calar de los Caracoles y el Engarbo desde los Prados de la Mesta por el GR147. No conozco la zona pero me intesaria saber si la subida es evidente, es dificil, hay que echar mano de la intuición, etc.
Gracias Paco por tu visita… vamos a ver, te cuento algo de la subida que me comentas: te vas a los Praos de la Mesta y allí coges el GR147 que serpentea subiendo entre farallones y vuelca un colladito (líneas de alta tensión) de 1390 metros para ganar vistas al arroyo de Peña Rubia. De ahí llegas por carril al cortijo de Horno Peguera y sigues todo el valle hacia arriba por un carril que te pone en el collado que separa el Calar de Peña Rubia y el calar de los Caracoles. La subida a este último es sencilla, te pones en la cresta y ya tiras hacia el NE buscando la Peña del Engarbo donde hay una antigua caseta de fogoneros con estupendas vistas del pueblo de Segura de la Sierra. Te gustará 🙂
Muy bonito.
Hace 3 años, también en otoño, hice una ruta bastante parecida, (Espinea-RoyoSeco-CabezaMora-Vértice Majaicas…), aunque yo iba investigando caminos nuevos y me metí en algún que otro berenjenal nada recomendable.
La fuente de Cabeza Mora es un lugar encantador, tan bien situada, su enorme caño, y sus bancos con esas vistas. También yo estuve comiendo allí.
¿cuando has ido?, no he visto la fecha, pero imagino que habrá sido hace poco más de uan semana, por lo que cuentas de los guiscaneros.
Pues precisamente antes de salir estuve hablando con alguien de Parolís y me habló de esa senda antigua que sube hacia Royoseco por la margen derecha de la Espinea… también me dijo que estaría muy perdida entre zarzas así que me puedo imaginar el marrón que te comiste :glurps_tb:
Estuve el jueves pasado por la tarde y el viernes por la mañana
:clap_tb: hola ciezano, que pasada de ruta, es una de mis pendientes, el calar del cabezo de la mora y los huecos, :thumbup_tb: muy buena panoramica si señor, y lo del otoño en todo su apogeo con los guiscaneros dando batidas a la sierra, espero que dejen algo para mi que voy dentro de poco por alla, en fin un relato digno de un conocedor de la sierra como tu y moss, saludos a lourdes aunque no fuese en esta ocasion
No te preocupes Diego que hay guíscanos de sobra
Te gustará esta zona, vayas en la época que vayas 🙂
De nuevo enhorabuena por la ruta que te has marcado que nos deja a muchos a la altura de «paseantes del monte»
Me ha encantado especialmente la fotografía de Arroyo Rivelte, Molata de los Almendros y los Macalones allá por el Zumeta, por que hace muy poco hicimos esta ruta y puedo dibujar en la foto prácticamente toda la ruta que hicimos
Saludos y, como siempre, gracias por hacernos partícipes de tus rutas
Gracias Paco por tu visita y tu comentario. Sabía que esa foto de Rivelte os iba a gustar porque tenéis muy grabada la zona después del otro día :wink_ee:
Un saludico desde Murcia
Una pasada de excursión y una descripción a la altura, como siempre. Pero lo que ya parece recochineo es que, sabiendo, que yo no tenía puente, me llames p’a restregármelo :wallbash_tb:
Un abrazo campeón.
En esa noche solitaria eché de menos tus comentarios mordaces sobre mis gafas de bartolo
Tendrás ocasiones de olvidar el máster, la uni y los papeles y desquitarte, seguro
Conmigo o sin mí 🙂 que sé yo que tú también te las apañas mu bien solico :grin1_ee:
—Joder macho menuda ruta te has marcado, eso son rutas y no las mariconadas que hacemos nosotros.
—Impresionantes todas las fotos, pero sobre todo la que me ha gustado un monton la de los Macalones, en la que se ve La Molata de los almendros, sera porque estuve hace poco tiempo, y todos estos lugares son desconocidos para mi.
—Todo un lujo de descripcion serrana el reportaje, muy bueno, muy bueno.
—Y Moss como aquel que dice «esta que se sale», que buena compañia llevaste.
—Ya echaba de menos estas salidas espontaneas que resultan de campeonato, de todo un profesional.
–Un abrazo y hasta la proxima Jose Antonio
eso son rutas y no las mariconadas que hacemos nosotros
No te creas Ángel, que vosotros sí que hacéis kilómetros de verdad y a toda mecha… yo soy más de ir viendo pajaricos :grin1_ee: Sólo echo a correr si graniza
El tiempo, nuestro eterno enemigo. Me he saltado vuestro periplo por Burgos, pero ya lo miraré despacio. La verdad es que estaba vviendo tu entrada cuando ha llegado mi hijo pequeño, Javi, y ha comentado tu post,jaja. Me ha hecho mucha gracia que con tanta simplicidad haya sacado sus conclusiones. Así que hoy mi comentario es el de mi hijo. ¡Andaaaá, que montañas tan chulas y que perro mas bonico!
Pues tu hijo ha dicho en pocas palabras lo que yo, con mi rollete habitual, he hecho con más de 3000 🙂
Un abracico Marisa