Intentemos ser constructivos. Es lo mejor después del paseo que me he dado esta tarde por uno de los montes de casa. Hoy han hecho una carrera de montaña y el trazado discurre por la umbría de la Atalaya, una ladera de fuertes pendientes sostenida por pinos, lentiscos, espinos y romeros. Desde siempre — entiéndase siempre como desde que uno tenía pelo — hemos subido al pico por esta umbría. Había una leve traza serpenteando entre los frágiles fustes de los carrascos que, además, nos servían de apoyo improvisado para superar la fuerte inclinación. Otras veces también la hemos hecho de bajada, mirando con tiento donde poníamos los pies porque el suelo solía estar poblado de hierbas anuales, gramíneas de crecimiento espontáneo y vigoroso que ocultaban la tierra y los mejores puntos de apoyo.
La traza, con el paso del tiempo, se fue haciendo popular y se convirtió en senda. El tramo con mayor inclinación empezó a sufrir un lógico desgaste y en determinados puntos — como si Atila se hubiera paseado — ya no volvió a crecer la hierba. Nada nuevo bajo el sol. Otros muchos sitios de montaña han sufrido deterioros similares y aún más irreversibles, tanto más cuanto más expuestos están a la masificación y el paso continuado de caminantes. Me viene a la memoria la popular pedriza de la Sagra. Recordemos que, en nuestras primeras ascensiones, en los años 90, era todavía un río continuo de piedra fina que amortiguaba los saltos y nos permitía pasar de la cumbre a la base de la montaña en cuestión de minutos. A día de hoy, presenta enormes tramos en los que aflora la roca madre y otros en los que el canchal está únicamente compuesto de piedra gruesa en la que es complicado apoyarse. Mea culpa. Y de otros muchos también.
Bien, pero volvamos a casa, a la Atalaya. Esta senda de la umbría, aunque ya empezara a estar deteriorada en sus puntos de mayor pendiente, todavía gozaba de un estado de conservación más que aceptable. Cuando hicimos el libro de Cieza, decidimos no incluirla en ninguna de las rutas precisamente por ser conscientes de su fragilidad y de que su divulgación masiva acabaría certificando su muerte, deceso que le ha llegado de la mano — perdón, de los pies — de centenares de corredores que la han recorrido en el marco de una carrera de montaña, bien en el mismo día de la competición, bien en los entrenamientos previos de cada una de las cuatro ediciones en las que se ha celebrado.
Es muy posible que su muerte estuviera ya anunciada e, incluso, determinada por su excesiva pendiente en muchos tramos. Es posible. Lo que sí es seguro es que, de no haber mediado la carrera, su agonía habría sido tranquila, apagándose lentamente y durando muchos años, muchísimos más. Quizás, los suficientes hasta que un Ayuntamiento sensible y con cabeza, o una Consejería de Medio Ambiente competente, hubiera tomado cartas en el asunto y la hubiera protegido, delimitado, asentado y afirmado en sus tramos más frágiles. Quizás, incluso, estas labores de restauración le habrían dado una nueva vida venturosa convirtiéndola así en un camino venerable para disfrute de ciezanos y amantes de la montaña. ¿Quién sabe?
Pero como he dicho al principio, seamos constructivos. Creo que todavía estamos a tiempo de solucionar este desaguisado. ¿Cómo? Primero, estudiaría un trazado alternativo para la carrera. Una carrera de montaña, por norma general, no debe nunca discurrir por lugares frágiles y amenazados por la erosión. ¿Qué argumento moral le queda al colectivo montañero para censurar a los que hacen descenso extremo o algunos desalmados del enduro que revientan la montaña si también nosotros la rajamos, no con ruedas de tacos, pero sí con la suela de los zapatos?
Y segundo, propondría que el Ayuntamiento — junto con la Comunidad Autónoma — iniciara un proyecto para restaurar las secciones más dañadas así como para rediseñar un trazado con menos pendiente. Se ganaría así un recorrido precioso para disfrute de los ciezanos y un atractivo turísitico de primer orden. Y todo ello con un coste reducido ya que la intervención está muy localizada.
En fin. Esta mañana, antes de pasearme por la senda, he visto en meta como llegaban muchos amigos míos y conocidos. Les he visto disfrutar. Entiendo perfectamente lo que es la adrenalina y la competición; he disputado triatlones, carreras de montaña, de BTT y de orientación así como travesías de resistencia y conozco la sensación indescriptible de llegar a meta con los ojos blancos sabiendo que lo has dado todo. Pero eso no debe hacernos olvidar que, en el fondo, más allá de competidores, somos amantes: amantes de un territorio frágil, un paisaje delicado y fugaz que sufre con cada paso, con cada roce y que es responsabilidad de todos cuidarlo y mimarlo para que dure. Cuanto más, mejor.

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
Muy buenas Sifo,soy Mariano.Temática complicada que siempre ha estado presente en el mundo de la montaña. Esto ya se veía venir no sólo en esta prueba sino en otras muchas que se realizan, ya se sabe que cuando una actividad coge auge las consecuencias son previsibles. Conforme pasan las ediciones supongo que realizarán cambios para perfeccionar la prueba en todos los sentidos. Los pros y los contras de toda actividad, sea la que sea, hay que evaluarlos, sopesarlos y tomar decisiones. En esto ya entra el juego del bagaje personal o colectivo, la educación medioambiental, concienciación,…..y por supuesto los temas legales, a quien corresponda y quiera mojarse en el tema, Comunidad, Ayuntamientos y en éste caso la Fmrm creo que también debería pronunciarse. La base de todo es la educación, así lo veo yo, no sólo en esto si no en otros tercios de la vida, dicho esto, lo que queda, que no es poca tarea, es dialogar, escuchar y ser escuchados, por encima de todos los intereses que puedan haber. Tener claro que el interés de todos los que disfrutamos en la montaña es la propia montaña. Querer llegar a conclusiones es el principio para llegar a estas, es fácil solo hay que ponerse a trabajar, o por lo menos así lo veo yo. Como ya se sabe el Sol sale para todos, pero todos no lo vemos de la misma manera. Perdonad mi extensión pero no tengo costumbre de escribir en estos tablones cibernéticos que son fabulosos. Buenos Sifo me voy que ya está bien, aunque yo seguiría ia ia ia, ja ja ja !!!!!. Un abrazote, ciao.
¿ MESA REDONDA, EN LA CAPITAL DEL REINO DE MURCIA DIA… X ? LA MONTAÑA ESTA DE MODA. JI JI JI. Besos
¿Cúando?
Pues sí 🙂
….para tenerlo en cuenta
Esta reflexión, ya ha llegado también al blog «Los pies en la Tierra» de Miguel Ángel Ruiz – La Verdad.
Voy a comenzar recordando la rueda de prensa que ofreció el GSM El Portazgo, tras la Reunión de Veteranos en la localidad. Hablaban que estaban buscando un recorrido alternativo, ya que la ascensión al Pico de la Atalaya no iba a estar en el recorrido de este año. Parece ser que el Ayuntamiento había prohibido la ascensión para pruebas deportivas. Al final se terminó subiendo, desconozco el motivo.
Para el 02 de Junio de este año, se celebrará en Cieza un campeonato llamado XTerra. En él se incluía la ascensión al pico en la carrera a pie. Al final han optado por descartarlo por la dureza del recorrido acumulado, no por lo que le podría ocurrir al trazado al pasar bastantes más personas que en la carrera del domingo.
¿El Ayuntamiento? Visto como trató el tema de los ciervos, no creo (ojalá me equivoque), que se moje demasiado en este asunto. En Cieza, el medio ambiente sólo interesa en esta época del año con la floración de la huerta.
Centrándome en lo que es la prueba; por un lado tenemos la publicidad que se le da al municipio y sobre todo al entorno. Participaron 450 personas, que son potenciales clientes de regresar a Cieza, acompañados de familia, pareja, amigos/as. Por un lado eso es beneficioso, pero ¿merece la pena el impacto ambiental que puede sufrir nuestros montes? Desde mi punto de vista no, y soy de los que le gusta tener actividades en Cieza.
Todas las organizaciones que realicen pruebas deportivas, deben de sentarse junto con la corporación y establecer algún plan de actuación para que, estas pruebas se realicen, pero con un mínimo impacto medioambiental. E incluso, si algunas zonas quedan muy dañadas, obligar a repararlas. Eso sería lo ideal. De lo contrario, veremos como se van cerrandos, sendas, veredas, al paso de senderistas, «pisapraos», ciclistas, etc, etc; como ha ocurrido en El Valle. Y es de la única manera que aprende el ser humano. Con la prohibición.
Por lo demás, interesante y acertada reflexión. Y lo que es más importante, sin polémicas, ni morbo, etc, etc… que tanto se lleva de un tiempo a esta parte.
Eres un crack Francisco. Mucha sensatez en tu comentario e información valiosa de primera mano de la que no disponía. Es lógico quejarnos y dar caña a los que tienen la responsabilidad.
El caso es que entre todos tenemos que empezar poco a poco a cambiar la inercia de la manera de hacer las cosas en el pueblo.
Los que gobiernan y los que apenas mueven ficha en estos temas adolecen de una cortedad de miras escandalosa. ¿El remedio? Hacer que miren más allá.
Muchas gracias por tu comentario paisano.
Muy bien Jose Antonio, si no defendéis lo vuestro nadie lo hará, y de paso se abre debate para muchos sitios mas que están sufriendo el mismo deterioro por las mismas razones que expones, he leído todos los comentarios anteriores al mio para tener una visión mas amplia del tema ya que vivo lejos y por «mi» sierra aún no tenemos ese problema, que yo sepa por Grazalema la bbt no cuenta con mucha afición se ven algunos pero pocos y no hay organizaciones de «clásicas» que son por lo visto las que revientan las sendas…dale caña al ayuntamiento y que lean las opiniones tan acertadas de las personas que escriben en este blog..jeje.
Un saludo.
Pues sí Manuel, hay que levantar la voz ante determinadas situaciones que suponen un deterioro objetivo de la montaña, sobre todo a nivel de paisaje. En realidad, esta historia no es de ‘beteteros’ sino de corredores de montaña, aunque la misma lógica puede aplicarse a cualquier evento deportivo que se realice en la naturaleza.
Un saludo amigo.
Me gustaría hacer algunas consideraciones:
– 1ª. Sin centrarnos en el caso concreto de la Atalaya de Cieza sí me gustaría comentar que la gente que hace este tipo de actividades busca precisamente pendientes elevadas, tramos duros y zonas protegidas (incluso), porque eso es lo que les gusta. Un ejemplo lo tenemos en el barranquismo, que se nutre precisamente de zonas complicadas. Por ello, lo de buscar un recorrido alternativo es posible pero en cuanto la organización vea que viene menos gente a correr (en esta u otras carreras) volverán a lo de antes, porque no nos engañemos: estas actividades suelen tener un fin lucrativo.
-2ª. Si entramos en el tema de las limitaciones estaremos en el eterno debate de por qué tú si puedes y yo no puedo. Porque el problema no es la actividad si se delimitara correctamente (a pesar de que lógicamente se produce un deterioro) sino el concepto de «dejar el lugar en mejores condiciones de como lo encontramos», lo que es una utopía, aunque siempre se podría intentar dejar decentemente.
-3ª. El problema, desde mi punto de vista, tiene dos vertientes: educación y legislación. Es evidente que si todos estuviéramos concienciados desde niños no se habría planteado este debate (aunque no nos engañemos: se haría un uso no del todo racional pero podría ser aceptable). Pero, claro, la educación no funciona y es porque es directamente proporcional a la legislación medioambiental que tenemos: a nivel estatal nula e inexistente, a nivel de Comunidad Autónoma nefasta, y las actuaciones a nivel local (¿se hace algo a nivel local?).
-4º. Me parece buena la idea de intentar un recorrido alternativo (como mal menor) aunque nos encontramos con un problema (que no sólo es local) que estamos a años luz de solucionar porque la CONCIENCIA MEDIOAMBIENTAL en este país sólo la tenemos cuatro. Yo me conformaría con que en nuestra escala de valores el medio ambiente ocupara de media un discreto puesto en mitad de la tabla, porque ahora mismo todo está por encima.
Un saludo
Bueno maestro Rufax, nada que añadir. Tienes toda la razón en lo que comentas, aunque hay actividades y actividades. Nosotros hicimos hace un año un raid de orientación en btt y por supuesto que erosionas, pero no tiene nada que ver, porque todo es mucho más disperso y difuso y no concentras en unos pocos metros cuadrados a todo el personal.
En mi opinión, una carrera de orientación es mucho menos agresiva y requiere infinita más inteligencia que una simple carrera de montaña en la que te sueltan como si fueras un toro a correr por el monte. (Toma ya.)
Muy buena reflexion. Este año en la Sierra de Alcaraz y la del Segura se disputaran (abril y julio) carreras de trail,una de 170km y otra de 42,curiosamente por los mismos parajed,Calar del Mundo,de La Sima,….
El conocimiento lo tiene la dirección del Parque Natural, pero debe ser que no interesa frenar por motivos económicos estas actividades.
Se me olvidaba,tambien se disputan otras dos pruebas más de btt y yo mismo he visto a gente de la zona con su bici,su muchila y su pala y pico abriendo trochas y «limpiando» de cubierta vegetal descensos por donde nadie antes bajo.
Estas actividades están experimentando una explosión en cuanto a seguidores y acabarán reventando nuestras montañas y rios. Lo de Albacete no tiene nombre.
Es un problema con dos vertientes: quien lo practica de forma inconsciente y quien lo permite y promueve. Tienes toda la razón Ángel con lo que me comentas: la sierra de Albacete es especialmente propensa para este tipo de montajes. Casi siempre que me acerco por la Sarga, por las Almenaras o por el Calar encuentro balizas y señalización de una carrera que pasó o que estar por pasar, por no hablar de las frecuentes batidas 🙁
Una pena.
Sifo, me gusta todo lo que has escrito y una pregunta a quien corresponda:
¿Para que sirven los cartelitos que se han puesto por la atalaya para que no nos salgamos de las sendas ni senderistas ni ciclistas?
El campo a traves, «está permitido» solamente para un colectivo cuando debería estar prohibido para todos. Yo todavía no se montar en bici por encima de romeros, espartos, ni por encima de terrones. Ahora andar por allí si sé.
Un saludo.
Se me olvidó decir, que aun con todo lo dicho, quien mas daño hace a la atalaya, a esta zona no son los montañeros ni los ciclistas ni senderias.
ES LA ROMERIA.
La romería, la romería…
Perico, lo que sí tiene que hacer el colectivo betetero de Cieza es echarle el lazo a los cabrones que suben en furgoneta hasta la redonda del Santuario para tirarse monte a través por el zig-zag. Eso no tiene nombre y encima la gente que va caminando piensa que todos los beteteros somos iguales 🙁
el colectivo betetero creo que no es quien para impedir a un individuo a lanzarse con la bici por donde quiera, ni un senderista es quien para decirle a otro senderista que no haga campo a través. Para esto están los agentes medioambientales y seprona que seguro les hacen mas caso cuando se lleven de recuerdo un papel firmado con autográfos x euros…….
¿Agentes qué? ¿Sep…? Nunca me he cruzado a un señor de esos andando por el monte… si acaso, subidos en algún 4×4 por alguna pista.
Hermoso, llevas muchas razón. Alguno se rasgará las vestiduras al oirte pero pasa como con el botellón de los adolescentes. Si lo llenas de porquería o lo rompes, echas piedras sobre su propio tejado.
La mayor culpa la tiene el Gual, que subió con una
Pascuali para abrir zanja. 🙂
El Gual tiene la culpa de todo. Está claro jejeje…
Buenos días.
Uf!…tema «peliagudo»….El deterioro medioambiental en el Monte…ríos de tinta se pueden verter sobre el asunto.
El «Proteccionismo» es un comcepto; una idea, y su aplicación sobre el terreno no deja de ser una interpretación «personal de ese concepto….
Os pongo un ejemplo: el Mont Blanc; para hacer más ascesible su ascensión a los miles y miles de montañeros que lo quieren subir cada año se construyó una vía ferrea para que así el acceso al refugio que permite último tramo a su cima fuera más asequible. Ese tren deteriora el monte por donde pasa.
Un criterio estricto de impacto medioambiental en la zona de Les Houches hubiera derrogado la construcción del mismo.
Quién quisiera subir al techo de Europa que sume una jornada más de pateo…
Y no pongo aquí el ejemplo del teleférico del la Aguille de Midi porque eso, igual que el tren, es un excelente negocio y cuando los «mundos del dinero «y del Medioambiente se enfrentan siempre gana el primero…(mirad las estaciones de esquí…)
Comprendo el «enfado» que sentís todos aquellos que veis cómo se deteriora esta senda o aquella cuando la misma sufre el paso de mucha gente, pero pensad que, inevitablemente, hay que ser conscientes que si nos gusta hacer acctividad en el monte, y somos muchos los que nos gusta hacerla, se producirá un deterioro.
Al fin y al cabo, muchas de las pistas forestales que nos permiten acceder confortablemente con nuestros coches al punto de inicio de nuestras ascensiones también son «deterioros» que producimos en laderas y valles del Monte.
saludos,
Bueno Ernest, ya nos conocemos de muchos años y sabes perfectamente mi postura en relación con estos temas. De sobra conoces que no soy nada talibán ni fundamentalista y que el deterioro existe con cualquier actividad que hagamos.
Ahora bien, este caso es mucho más grave en el sentido de que PUEDE EVITARSE, PUEDE CORREGIRSE simplemente cambiando el trazado de la carrera y que las fotos HABLAN POR SÍ SOLAS de la magnitud del destrozo. Ni siquiera los ‘smokers’ revientan el monte de esta forma.
Muy bien Jose.
Espero que tus palabras cargadas de razón y buenas intenciones lleguen lejos y surtan efecto. Que espacio hay para todas estas prácticas (como sabes me encantan las carreras de montaña) pero con algo más de visión y orden.
Gracias Félix. Lo moveremos por ayuntamiento y por organizaciones a ver si sacamos algo positivo. De momento, la gente organizadora de la carrera está dispuesta a colaborar y eso es un gran paso.
Me uno a todas tus propuestas Sifoni. Creo que hay soluciones que contentarían a todos, y no son tan complicadas ni costosas.
Si algo no me gustó de la carrera fue ese paso, creía que no sería para tanto, pero he de reconocer que el desgaste fue excesivo. Un saludo.
Gracias Migueli. Cuando hablamos en la meta y me lo comentaste ya vi claro que el destrozo era mayúsculo. Y ahora, supongo que a cambiar de zapatillas… ¿verdad?
Saludos Jose Antonio.
Totalmente de acuerdo con lo expuesto en estas lineas. Hace un par de domingos hice esta ruta de vuelta del pico con mi perro, y mientras descendia y me lamentaba con lo que estaba viendo, oigo por detras como un «terremoto» y piedras caer; mi sorpresa en el silencio de la mañana era uno de esos corredores entrenando (ostras…ni mi perro baja tan rapido), que no tengo nada en contra de este deporte pero de la misma manera que senderistas podemos hacer daño(me pienso mucho por donde pasar), opino que otros deportista tomen conciencia de lo que estan haciendo. Hacia tiempo que no iba por esta zona, pero tan mal me quede al ver lo que vi, que me propuse en ese mismo instante no pasar mas por ahi para no contribuir mas en este desastre que se ha originado. Saludos.
Muy bien Paco. A mí también me pasa lo mismo, hace mucho que no la subía. Únicamente me he acercado a ella en estos últimos tiempos un par de veces para comprobar el deterioro, pero creo que estaré una buena temporada sin volver a hacerla, más que nada, por la tristeza que me da…