montañas del norte de burgos, las merindades
finales de agosto de 2010
19 kilómetros
350 metros
5 horas y media
sol, fresco
recorrido: ver la ruta en wikiloc
Amanece con nubes altas aunque no tapan el sol.
Como hace frío y es temprano remoloneamos en la tienda esperando que luzca algo más para coger calorías. Tras desayunar y recoger las mochilas nos ponemos en marcha: son las diez de la mañana y hace una pizca de viento. De las nubes embarrancadas ayer tarde en los Montes de la Peña apenas queda rastro. Avanzamos entre campos de cereal que están todavía sin recoger y enormes girasoles de casi dos metros.
En apenas tres kilómetros llegamos a Villalacre, un grupo de casas con una iglesia muy interesante. De repente, y sin avisar, el camino se incendia con una cuesta enorme y mucho más empinada de lo que nos esperábamos: en apenas un kilómetro remontamos 250 metros para cruzar un bosquete de encinas y ganar vistas hacia un nuevo valle.


En la cuesta el sol pega fuerte, el viento apenas se siente entre las encinas y apenas hay sombras por lo que sudamos a mares. Moss aprovecha todas las sombras, nos saca una ventaja generosa y se recuesta apoyado contra las ramas de las quercíneas. Hemos cambiado de bosque atlántico a mediterráneo, de helechos y musgos a carrascas y gramíneas. Pero hay que adaptarse, adaptarse e intentar disfrutar con todo.

Al mediodía arribamos a Villaventín, un pueblo tranquilo en el que nos tomamos un respiro junto al muro de la iglesia y una generosa fuente. Cogemos fuerzas e iniciamos el tramo más duro por dos motivos: i) los calores y ii) el paisaje áspero y monótono de la paramera.
Desde Villaventín a Villabasil avanzamos perezosos entre losas calizas, areniscas y encinas aisladas. Nos arrimamos a las escasas sombras y dejamos a un lado Castresana. En Villabasil preguntamos por la iglesia y subimos a un rincón encantador con bancos, mesas de piedra, mucha sombra y la fuente que no ha de faltar. Protegidos del sol incluso hace fresco y tenemos que abrigarnos para dormir la siesta.

Para la tarde sólo nos quedan unos 6 o 7 kilómetros. Ahora vamos más tranquilos porque el final está cerca y porque el sol ya no aprieta como al mediodía. Otra vez la maquinaria de la atmósfera ha engrasado sus ruedas y sopla recio el Norte colándose por entre los resquicios de los montes de la Peña aunque, en esta ocasión, las nubes ya no reptan sino que se desgajan mortalmente heridas por los cejos y peñascos de las alturas.

Pasamos cerca de Vescolides y entramos en Lastras de la Torre pisando, como bien indica el topónimo, enormes lajas de piedra que apenas dejan crecer a las encinas. Conversando y en calma afrontamos los últimos dos kilómetros hasta Quincoces de Yuso donde nos espera la búsqueda incierta del lugar para pasar la noche. En el pueblo existe un precioso hotel, una bonita casa rural y una posada siendo las tres propiedad de un mismo dueño. Hablamos con él y le comentamos la posibilidad de dejar a Moss atado en el patio trasero de la casa rural. Pese a tener habitaciones libres, se niega en redondo.

No es la primera vez que me enfrento a situaciones de este estilo en las que el que camina, débil, sucio, cansado, exhausto y deseoso de apartar la mochila de su espalda, tiene que soportar la mirada fría y la insensibilidad de quien no conoce mayores argumentos que los del dinero y la apariencia. Peor para él. Salimos del establecimiento y nos dirigimos hacia un parque que hay junto al río. No parece mala opción: está retirado del pueblo, parece limpio y tiene árboles y mesas. ¡Nosotros también somos ricos a nuestra manera!
La única pega es que no tenemos agua por lo que deberemos acercarnos a la fuente de la iglesia que dista más de un kilómetro. Eso, que parece una nimiedad, puede ser un gran incordio si pensamos en lavarnos, beber, cocinar, etc. En fin, tendremos que buscar algún bidón o recipiente para ahorrarnos los paseos.

Cuando estamos montando la tienda vemos que se acerca un coche del que se baja un hombre. Lourdes que tiene mucha mejor memoria que yo me dice que estaba en el hotel cuando hemos hablado con el dueño. Nos imaginamos varias cosas pero ninguna tan curiosa como la que iba a acontecer. El hombre se acerca y nos dice: venid conmigo. Le acompañamos unos cincuenta metros hasta una arqueta cuadrada de hierro. Entonces abre el candado y muestra una llave de paso: ahí tenéis toda el agua que queráis. Le agradecemos el detalle porque nos va a solucionar nuestro mayor problema.

Genial. El hombre se va y lo único que nos pide es cerrar el candado por la mañana. Nos lavamos, cocinamos, preparamos la cena y entre tanto se ha corrido la voz en el pueblo de que hemos llegado. Nos rodea la chiquillería, juegan con Moss y atosigan a Lourdes con cientos — sí cientos — de preguntas. Disfrutamos con su compañía hasta que se hace de noche y las madres tocan retirada. Se despiden de nosotros. Ha sido una velada memorable con estos niños y el detallazo de la arqueta. Para recordar.

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.
:clap_tb: sabia que esta etapa daria sorpresas, como ese buena persona que aparece como por arte de magia y os resuelve algo tan sencillo como lo del agua, y que por la arrogancia de un empresario estupido , si, si estupido, que de esos abundan bastante, os dejo tirados por un perro que no le hacia gracia.
:furious_tb: pe pongo de los nervios pero bueno a lo que voy, que te digo que creo que hoy es tu cumpleaños, asi que :king_tb: FELICIDADES :thumbup_tb: y creo que no me pillas por que soy de tu quinta del 73 aunque de febrero, hasta pronto
Muchas gracias por acordarte del cumple :grin1_ee:
Ay diego qué viejos que estamos :mrgreen_wp:
Espero que todo marche bien… yo ya veo en tu web que no paras 🙂
Abrazotes!!!
La alegría del pueblo… para los muchachos, fuísteis ese día.
Un beso con abrazo: PAQUITA
Jejejej… es verdad Paquita… se volvieron locos
Muchas gracias y abrazotes desde la «periferia»
Hola José Antonio, he disfrutado mucho con tu reportaje, me daís una envidia enorme, espero algún día poder dedicar todo el tiempo que tu dedicas a disfrutar de la naturaleza. Por otro lado, me da mucha pena la cultura de esta país para con nuestros animales de compañía sobre todo contra los perros, pero bueno, gracias a dios no todo el mundo es igual. Suerte y Saludos.
Gracias Fran por tu visita y palabras Aunque posiblemente no tengas tanto tiempo como yo para dedicarlo a estos menesteres yo sé de buena mano que tampoco os estáis quietos, ni en tierra ni en mar
Y tienes toda la razón en el tema «perros»… hay gente que no tiene ninguna sensibilidad en ese tema y que piensa que un perro simplemente es una bestia :mad1_ee: cuando en realidad es parte importante de la familia, una parte MUY importante :ohoh_ee:
Espero que nos veamos pronto. Saludetes
Hombreeee, por fin soy el primero….. (por cierto, siguen sin funcionarme los smilies), pero eso es otro tema. Me alegro mucho de que al final, la cosa se arreglase, pues siempre hay por ahi algún engreido que vé mal a la gente con mochila, nosotros tuvimos una mala experiencia con el dueño del Hostal Las Cañadillas… pero eso es otra historia. Como siempre Moss llama la atención y no veas la de chiquillos que os juntó… jejeje. Celebro que también haya buena gente en todos sitios y ese hombre tuviese todo el detalle de daros agua. En fin, historias para recordar y sobre todo, para recordar lo positivo. Asi que vuelvo a reiterar que me alegro mucho de que al final todo saliese bien. Un saludo y nos vemos el sábado.
Arrrrgggg, se me adelantó Sansón…. jejeje. Bueno, otra vez será. Un saludo.
Ya ves RAfa que Moss donde va triunfa… :tongue_wink_ee: y lo pudiste comprobar el sábado jejeje…
Me alegro de haberte conocido personalmente… espero que hayan más ocasiones para coincidir
—Lo que son las casualidades, me iba para la cama pues mañana voy de ruta a esa cordillera o cuerda, en la que te vi por primera vez por internet (Los Agrios).
—De esta forma podre dormir mejor pensando en este periplo que habeis realizado y del que en cada jornada se aprende algo nuevo.
—Me han gustado mucho e impresionado tus palabras sobre la persona que nego lo de dejar atado a Moss ….etc, etc, y que solo miraba la apariencia y el dinero, magnifico.
—Igualmente me quedo con la otra anecdota que nos hace ver que no todas las personas son iguales, pues ese hombre que os dejo abasteceros de agua, tambien es todo un ejemplo.
—En fin que me ha gustado mucho todo el reportaje y esperaremos el siguiente.
—Si no ocurre nada que lo impida cuando subamos el Aguilon del Loco y veamos recortarse en el horizonte la imagen del Picon del Guante recordare tu aventura e igualmente recordare la silueta de Moss mirando fijamente hacia el Picon como adivinando la dureza del mismo.
—Un abrazo Jose Antonio y sigue asi, no cambies pues eres todo un ejemplo a seguir.
Abrazos Ángel… la vida pasa tan rápida que cuando estoy contestando a este comentario resulta que ya nos hemos vuelto a ver en persona :grin1_ee:
Genial el día que pasamos el sábado. Pronto nos vemos en otra!!!
Efectivamente fue un dia muy bueno para repetirlo.
—Cuida bien a Moss que ya viste que sigue siendo la atraccion, y el Muflon 2001 ya esta soñando con un descendiente de Mos jajaja.
—Un abrazo