datos
Distancia: 4,1 kilómetros
Duración: 2 horas
Desnivel: 390 metros
Tipo de marcha: ida y vuelta por el mismo camino
Dificultad: baja
Tipo de camino: monte a través
Agua potable: no
Época recomendada: cualquiera excepto el verano
Sugerencias: botas y bastones recomendables
Cartografía: hojas 912-I y 912-II del IGN 1:25.000
Track: descargar aquí desde wikiloc
intro
El Pico del Cajal es una montaña descarnada, vertical y orgullosa que levanta sus casi 600 metros sobre el valle del río Segura a la altura de Villanueva. La actividad que planteamos aquí es ideal cuando se tiene tiempo limitado para salir o existe una predicción meteorológica incierta pero no queremos desaprovechar la ocasión de hacer algo de monte.
La vistas desde la cumbre son más que interesantes. Hacia el valle podremos disfrutar del vergel que conforma el balneario y las huertas milenarias de Archena, Villanueva, Ulea y Ojós. En relación a las montañas vecinas, tenemos la espléndida sierra de Ricote prácticamente a mano. Ésta se desparrama por sus laderas orientales desde las alturas de los Almeces hasta los fondos margosos que lamen la ribera del Segura. Finalmente, enfrente nuestro y en el otro margen, están las cumbres del Chinte, la Navela y la Copa Alta constituyendo un conjunto de cerros sencillos pero con itinerarios y posibilidades muy atractivas.
reseña
Para el acceso en vehículo tomamos como referencia la localidad de Villanueva del Río Segura a la que llegaremos desde Archena por la carretera MU-522. A continuación, seguimos hacia Ojós por la misma carretera durante un kilómetro hasta que, 150 metros antes de las instalaciones del Sifón del Taibilla (transformadores, casas, tuberías, viaducto sobre el Segura), nos desviamos a la izquierda por un camino vecinal asfaltado que serpentea a lo largo de un kilómetro hasta que se incorpora a una nueva carretera. Giramos a la derecha y a escasos 20 metros, de nuevo a la derecha, entramos con el coche por una pista de tierra donde dejamos el vehículo junto a unas instalaciones de los Canales.
Desde aquí la orientación es bien sencilla. Remontamos por detrás de la casa, atravesamos enseguida una nueva carretera de asfalto que apenas tiene tráfico (tendremos que saltar el quitamiedos) y buscamos la línea de máxima pendiente que está claramente marcada por la tubería del Taibilla que desciende desde las alturas.
El terreno aquí es muy empinado y con mucha roca suelta. Avanzaremos sorteando las escombreras y ganando metros entre espartos y roca viva. Casi sin darnos cuenta llegamos a un primer descansillo con una garita destartalada y un viaducto. Nos parece imposible que hayan podido montar esta infraestructura en este lugar tan inaccesible pero así es.
Canales del Taibilla y post-trasvase
Uno de los mayores atractivos de esta montaña es que sirve de soporte a las dos infraestructuras hidráulicas más importantes del sureste español: los Canales del Taibilla por un lado y el Tajo-Segura por otro.
El primero aprovecha el relieve de Pico del Cajal para mantener la cota y superar en dirección transversal el valle del río Segura en un impresionante sifón que atraviesa el río a la altura de Villanueva y Ulea. Para lograrlo tuvieron que abrir un túnel de muchos kilómetros en las entrañas de la sierra y seguir bajo su divisoria hasta asomar en la vertiginosa caída de ésta hacia el pueblo de Villanueva. El segundo — el ramal de la margen derecha del Tajo-Segura — necesita cruzar la sierra del Cajal de forma perpendicular y para ello abrieron otro túnel, mucho más corto, que pasa por debajo del anterior. Las aguas de este ramal del trasvase se dirigen hacia la comarca del Guadalentín y Almería siguiendo el camino de mínima pendiente.
Un poco más adelante nos encontraremos con una instalación de mayor tamaño donde se escucha el rugir del agua y donde nos podemos asomar aunque siempre con mucho cuidado. Pasamos por encima del canal y nos ponemos en las últimas rampas que acceden a la cumbre. El terreno es tan pendiente que viene bien de vez en cuando detenerse y disfrutar de las vistas a ambos lados de la cresta. A nuestra izquierda (sur) tenemos las huertas y los regadíos de Archena, Lorquí, Ceutí, Alguazas y Molina. También se adivinan a lo lejos las tierras quebradas de Campos del Río y Albudeite, así como Sierra Espuña que cierra el horizonte. A la derecha (norte) disfrutamos de terreno atormentado que conforma la rambla de Carcelín y sus llamativos ocres. Si levantamos la vista notaremos que tenemos casi a mano las laderas boscosas de la sierra de Ricote y su cumbre: los Almeces.
Y así, disfrutando del panorama, llegamos a la cumbre. Mientras almorzamos podremos seguir adivinando pueblos, parajes y montañas. Estamos subidos en uno de los mejores miradores del valle de Ricote que aquí contemplamos desde el sur, en su salida hacia las huertas de la vega media. El regreso se efectúa por el mismo camino.
notas
fotos

José Antonio Pastor González
Hago montañas desde que tengo uso de razón. Primero al lado de casa en mi Atalaya y en el Almorchón de Cieza. Después por las sierras de Segura y Cazorla que son mi segundo hogar. Finalmente, y por supuesto, también en Sierra Nevada y el resto de las cordilleras Béticas.
Todas ellas son el terreno de juego protagonista de esta web gracias a la cual disfruto por partida doble: primero subiendo las cumbres y luego relatando mi experiencia. Sed bienvenidos y gracias por vuestra visita.